Percy Alvarado: repartidor de palos
Miércoles, Mayo 29, 2013 | Por René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org – Leí el trabajo colgado días
atrás en internet por el conocido castrista guatemalteco Percy Alvarado,
con el título "¿Qué hace la CIA con sus mercenarios cubanos?". Se trata
de una especie de artículo. (Me expreso en esos términos porque el uso
repetido de plecas y sus giros cancillerescos lo convierten más bien en
un informe policiaco sui generis.)
Al autor le asombra que, después que el régimen castrista prohibió de
manera arbitraria durante decenios que quienes nos le enfrentamos
viajásemos al extranjero, ahora, al eliminarse el requisito del "permiso
de salida", varios hayamos hecho uso de esa nueva posibilidad. Es lo que
Alvarado describe como "un desenfrenado turismo político por parte de
numerosos contrarrevolucionarios".
Unos párrafos después, con la mayor inconsecuencia, menciona el
"reducido número" de estos mismos, de modo que uno no sabe si le parecen
muchos o pocos. Los enumera, salpicando de paso a varios de ellos con
expresiones peyorativas: "manipulador", "falsaria", "provocador",
"grupúsculo", "mentiroso", "sociópata", "ególatra", "detractores".
En un dato destinado a impresionar a quienes desconocen las realidades
de Cuba, el articulista menciona "las falsas declaraciones del
0.00000535714 de los ciudadanos que viven en la Isla". Según él -pues-
habría unos sesenta disidentes en nuestro país. La cifra es tan
ridículamente baja, que no resulta extraño que el régimen haya preferido
darla de manera extraoficial, por boca de un extranjero.
El autor se pregunta "quiénes financian" las giras, y cuestiona los
"encuentros internacionales, convocados apresuradamente". Como soy uno
de los aludidos, aclaro que viajé a Alemania para participar en la
reunión anual de la Sociedad Internacional de Derechos Humanos, cuyo
Grupo de Trabajo de Cuba presido desde hace años. Esas convenciones se
celebran con puntualidad cada primavera, de modo que en la de 2013 no
hubo nada "apresurado".
Percy Alvarado se muestra decidido a aplicar el refrán: Palos porque
bogas y palos porque no bogas. Si los medios de comunicación se hacen
eco de las acciones de los viajeros, es porque se trata de "una
sobredimensionada actividad pública en eventos,… así como otras
actividades que han sido ampliamente difundidas por los grandes
monopolios de la información".
Si, por el contrario, en una u otra ocasión la prensa no presta mayor
atención al trabajo de los disidentes cubanos que se encuentran fuera
del Archipiélago, es porque ellos "se han escabullido de la vista
pública en determinados momentos, lo que levanta serias suspicacias
sobre lo que se encontraban realizando en el mayor secreto".
Pero lo que rompe todos los límites es la inmensa falta de respeto por
la inteligencia ajena que el escribidor castrista pone de manifiesto al
mencionar varios de los viajeros (cuyos nombres y apellidos especifica),
al tiempo que alude a lo que -según él- son los propósitos con los que
han sido contactados "por oficiales de servicios de inteligencia como la
CIA, el CNI español y otros".
En la última serie de plecas de su trabajo, Alvarado, mezclando
sustantivos con verbos, especifica los supuestos objetivos de esos
contactos: "Realización de entrevistas con oficiales reclutadores,
quienes han analizado sus potencialidades para la búsqueda de
información"; "recibir entrenamiento en técnicas de subversión y
desestabilización"; "evaluar sus compromisos personales para actuar
oficialmente como agentes de la CIA o de otras agencias de espionaje".
Esos, entre otros.
Comento: ¿No se han cansado el mismo Percy y sus jefes de tildar a todo
el que se enfrenta al régimen castrista de "mercenario"? ¡Pero resulta
que es sólo ahora, a raíz de sus salidas al extranjero, que existe el
propósito de reclutarlos!
Además, ¿no se supone que el espía sea un personaje solapado, que
esconde sus verdaderas intenciones con gran meticulosidad! Ahí están Los
Cinco (que ahora son cuatro, pero que, según la aritmética de la
propaganda comunista, siguen siendo cinco) para probarlo. Mientras
permanecieron infiltrados, ¡sólo Dios sabe cuántas barbaridades contra
Castro y su Revolución habrán expresado para enmascararse y alimentar su
falsa leyenda de anticomunistas furibundos!
¡Pero resulta que ahora se habla de reclutar, contra el actual gobierno
de La Habana, a supuestos agentes secretos cuyos nombres y apellidos
todo el mundo conoce y que, además, han exteriorizado a cara descubierta
sus muchos desacuerdos con el régimen totalitario!
Pero eso, aunque ridículo, no es lo importante. Lo fundamental es la
amenaza contenida en las oraciones finales de "¿Qué hace la CIA con sus
mercenarios cubanos?". Alvarado actúa a un tiempo como delator, policía
político, fiscal y juez, y afirma que lo hecho por los viajeros está
"previsto como delitos en nuestra legislación". ¿Se referirá a la de
Guatemala?
Vaticino que su tentativa de intimidación fracasará igual que las que
han hecho y siguen haciendo de manera directa los oficiales de la
Seguridad del Estado. En Cuba, las actividades de oposición pacífica al
castrismo y de lucha por la democracia proseguirán.
http://www.cubanet.org/articulos/percy-alvarado-repartidor-de-palos/
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