"Ajustar los temas o el discurso para buscar aceptación de un público es engañar a los lectores". Entrevista con la bloguera Miriam Celaya

"Ajustar los temas o el discurso para buscar aceptación de un público es
engañar a los lectores". Entrevista con la bloguera Miriam Celaya
[31-05-2013]
Redacción de Misceáneas de Cuba

www.miscelaneasdecuba.net).- Entrevista a la bloguera Miriam Celaya,
quien recientemente visitó Estocolmo donde participó en varios eventos
juntos a otros activistas y blogueros que viajaron desde la isla.

1- ¿Cómo te surgió la idea de tener un blog?

La verdad es que quizás no me hubiese surgido la idea de no haberse
producido una acumulación de elementos fortuitos, o como suele decirse,
si no hubiese estado en el lugar preciso en el momento adecuado. Para
entonces hacía unos años que formaba parte del consejo de redacción de
una revista digital independiente de la cual un reducido grupo de amigos
fuimos fundadores y manteníamos con muchas dificultades y con una
frecuencia mensual. Yoani Sánchez era la web-master de esa revista y
Reinaldo Escobar, su esposo, era el jefe de redacción. Los seis miembros
del consejo nos reuníamos con regularidad en su casa y, además de
componer aquella rudimentaria publicación, solíamos discutir sobre la
realidad cubana, temas de actualidad, informaciones, etc., e
intercambiábamos noticias, casi siempre descargadas de Internet por
Yoani, quien también nos mantenía más o menos actualizados a los
analfabetos tecnológicos sobre las novedades y avances informáticos. No
es casual, entonces, que fuera ella la primera en conocer lo que era un
blog, abriera el suyo ("Generación Y") y nos contagiara a otros en la
experiencia de tener nuestro propio espacio personal libre de la
censura, relativa o no, que impone sostener una revista colectiva. Ella
se encargó de abrir sucesiva y rápidamente el blog de Reinaldo ("Desde
aquí"), el mío ("Sin EVAsión") y el de Dimas ("El blog de Dimas"). En un
tiempo bastante breve hubo muchos más.

Por tanto, la idea de tener un blog me la sugirió Yoani, quien además
tuvo la generosidad de ofrecerme sus conocimientos para entrenarme en la
administración de la página. En enero de 2008 comencé a actualizar mi
blog por mí misma y por primera vez tuve la oportunidad de navegar por
Internet. Por supuesto, nunca antes tuve conocimiento de lo que era un
blog pero enseguida supe que era la coyuntura que había estado esperando
y lo asumí de inmediato. Ya han transcurrido más de cinco años desde que
lo inicié.

2- Inicialmente firmabas como Eva en tu blog ¿Por qué decidiste cambiar
el nombre de tu blog a "Sin Evasión"?


Desde 2004 yo publicaba bajo diferentes seudónimos porque trabajaba en
un instituto de investigaciones de la Academia de Ciencias y porque mi
esposo siempre me pedía que me protegiese. Pero Eva fue el seudónimo más
utilizado por mí. Lo había creado en 2005 para firmar las colaboraciones
que publicaba en el diario digital Cubaencuentro y me pareció muy
apropiado para el blog. Mi blog nunca ha cambiado de nombre, desde el
inicio se llamó "Sin EVAsión", porque yo tenía la intención de descubrir
mi identidad real ese mismo año y quise hacer un juego de palabras: Eva
no seguiría evadiendo la responsabilidad de escribir a cara descubierta.

En julio de 2008 revelé mi verdadera identidad en el blog y desde
entonces firmo con mi propio nombre todos mis trabajos en cualquier
sitio en que sean publicados, pero nunca he abandonado por completo el
nombre de Eva porque significó mucho para mí: con él aprendí a enfrentar
mis miedos y a volar en la web.


3- ¿Qué reacciones tienes de tus lectores, los que te aplauden y los que no?


Tengo, por supuesto, numerosos simpatizantes y detractores entre mis
lectores. Ellos me quieren y me odian, me admiran y me critican, me
abandonan y me retoman. Para mí todos son importantes porque me han
entrenado en el difícil arte de la tolerancia y el respeto a la opinión
diferente. Muchos de ellos son difíciles, pero también lo soy yo: mis
textos no son complacientes y con frecuencia resultan muy largos para
una web; por otra parte, me gustan los temas espinosos y controvertidos,
muchas veces suelo provocar a los lectores para lograr debates porque es
un ejercicio que necesitamos para aprender a escucharnos unos y otros.
No me importa equivocarme, no me da miedo opinar… Me gusta. Tampoco temo
ganar enemigos. En compensación, siempre he tenido muchos amigos. No
siempre tengo éxito en despertar el interés de los lectores, pero en
general creo que tanto mis más antiguos seguidores como mis peores
detractores reconocen la sinceridad de mis posts. Siempre he sido
irreverente, no disimulo, no gusto de los protocolos y no asumo poses
para agradar a nadie. Escribo en mi blog tal y como soy.


4- En un país donde el tiempo de internet es controlado, ¿cómo convencer
a esa minoría que tiene acceso a que lo consuma leyendo tu blog por
ejemplo o la prensa independiente?

Permíteme un pequeño ajuste: el tiempo de internet en Cuba, más que
controlado, es prácticamente ilusorio. Existe un grupo restringido de
usuarios de una entelequia llamada Intranet, equivalente a un
Frankestein virtual porque apenas permite visitar páginas oficialistas o
algunos sitios más o menos inocuos, apenas algunos pedazos de acá y allá
que ofrecen una visión fragmentada e inconexa del mundo digital. Hay
quienes sólo tienen una cuenta de correo electrónico que pasa por
numerosos filtros. No se puede navegar libremente salvo por parte de una
porción muy reducida de cuotas selectas, una casta de ungidos. Desde
sitios públicos numerosas páginas están "presilladas" y no se puede
acceder a ellas, o simplemente demoran tanto en cargarse que consumen
casi todo el tiempo de conexión, razón por la cual la gente las evita.

Por supuesto no tengo ninguna posibilidad de convencer a nadie de que
consuma su tiempo de conexión leyendo mi blog (si es que logran acceder
a la web desdecuba.com, donde está anclado "Sin EVAsión" junto a los
blogs más arriba mencionados, que muchas veces está censurada e incluso
hackeada). He sabido de personas que han accedido a nuestra plataforma o
a espacios de periodismo independiente y han sido sancionados o han
perdido sus trabajos. No obstante, algún que otro atrevido se aventura
porque no siempre los filtros funcionan con suficiente eficacia y
también porque hay un sector creciente de la población que siente la
necesidad de buscar voces y fuentes de información y de opinión
diferentes al discurso oficial.

Pero en realidad el número de cubanos de la Isla que conoce de nuestro
trabajo es todavía muy reducido. Los cubanos, para enfrentar una
realidad adversa y llena de desesperanza, han desarrollado dos formas de
escapismo: emigrar a cualquier otro país (y decir "cualquiera" no es una
metáfora) o escapar hacia adentro, es decir, sumergirse en el
individualismo más profundo movido por la necesidad de resolver los
problemas de su propia subsistencia personal y familiar. El gobierno,
por su parte, conoce perfectamente el poder de la prensa, de la libertad
de expresión y de la información, por eso impide a toda costa que
aumente el acceso a Internet dentro de la Isla. Es, entonces, una tarea
de muy largo aliento despertar el interés en los grandes sectores de una
población que sobrevive en equilibrio precario entre carencias
materiales de todo tipo, marcada además por el temor a cualquier posible
represalia. No nos queda más recurso que la persistencia y la
creatividad, pero de todas maneras algo ha ido calando, como lo
demuestra el crecimiento constante de los grupos de opinión: un
resultado del esfuerzo de muchos cubanos y no de una élite opositora.

5- Tomando como ejemplo el caso Egipto, ¿se podrá en algún momento en
Cuba, llamar a un paro nacional o a una marcha multitudinaria en contra
del gobierno a través de las páginas sociales, los medios alternativos
de comunicación, los mensajes de texto, Youtube, los blogs, el twitter,
etc.?

No me parece muy atinado hacer comparaciones así. En Egipto existían
tanto redes virtuales como reales, es decir, es un país donde había
instituciones y sociedad civil, propiedad privada, gremios, intereses de
grupos y otros muchos factores con los que no contamos en Cuba, donde el
gobierno eliminó todo vestigio de autonomía y concentró un poder
omnímodo sobre individuos y sociedad. Antes de poder convocar a un paro
nacional o a una marcha antigubernamental en Cuba sería necesario, no
sólo haber creado sólidas redes sociales o con amplio acceso a Internet,
sino que existan estructuras cívicas suficientemente consolidadas. Las
redes sociales son un reflejo fiel de sus propias realidades físicas,
nacionales. Es decir, en tanto en Cuba no se alcance una responsabilidad
ciudadana y una conciencia de derechos, al menos por una parte
significativa de la población, y que haya mayor organización y alianzas,
nada podrían hacer las redes y los medios alternativos. Estos son el
vehículo, pero no el fin, por eso estamos haciendo fuerza por alcanzar
la conectividad a Internet, porque si en otros países ha servido para
movilizar, en Cuba sería una herramienta poderosa para despertar la
opinión. Nosotros tenemos que comenzar por el principio.


6- ¿Qué crees de la censura y la autocensura, consideras que el orador
deba ajustar su discurso al público que lo escucha, en pos de que el
público lo entienda mejor o lo acepte más?


Creo que en parte ya eso lo contesté anteriormente. No apruebo la
censura o autocensura. Me parece válido buscar moderación para mantener
el respeto, pero ajustar los temas o el discurso para ganar aceptación
de un público es engañar a los lectores. Más que todo, es una actitud
completamente hipócrita.

De todas maneras, sabemos que todo el que escribe libremente para un
público está sujeto a los ataques, las malas interpretaciones, la
manipulación, etc. Hay que saber convivir con esos demonios y no dejar
que te devoren.

Algo que ayuda mucho es utilizar un lenguaje accesible a un público
heterogéneo, pero sin condescendencia y sin renunciar a la opinión o al
estilo propios. Los lectores son implacables y enseguida perciben cuando
alguien trata de conducirlos, timarlos o "lavarles el cerebro". No es mi
caso, pero hay periodistas que prefieren soslayar los debates o los
compromisos, prefieren el aplauso y la unanimidad antes que el debate y
la confrontación de ideas. Temen perder seguidores, lo que dice lo mal
que valoran a sus lectores; prefieren coleccionarlos como si fuesen
postalitas.

Desde que comencé a escribir yo entendía que no está bien asumir que hay
una luneta de tontos esperando las palabras sagradas de algún profeta
iluminado, sino una cantidad indeterminada de seres humanos llenos de
esperanzas, ideas, pasiones o frustraciones, idénticas o muy parecidas a
las mías, personas que en el fondo son tan frágiles y mortales como una
misma y que también tienen cosas que decir, propuestas frecuentemente
más inteligentes que las que se les hacen desde un blog.

7- ¿Existe alguna fuente de inspiración (sea personal o de proyecto) que
te gustaría mencionar?


Mi principal fuente de inspiración es la propia realidad, el día a día
de Cuba y los cubanos principalmente. No soy líder ni sigo líderes,
aunque confieso que admiro a algunos de ellos. Pero en general no tengo
paradigmas.

En cuanto a los proyectos, pudiera mencionar algunos que me parecen
valiosos o prometedores, corriendo el riesgo de cometer la injusticia de
omitir algunos. Sin embargo, no quiero dejar pasar la oportunidad de
mencionar espacios que han estado generando una movilidad en medio del
páramo del

pensamiento cívico cubano y que me alientan el espíritu: el proyecto
Convivencia, animado por Dagoberto Valdés y un valioso grupo de
pinareños que están tejiendo un entramado de instituciones que algún día
sostendrán los pilares ciudadanos de su región en una Cuba democrática;
la Academia Blogger, que ha formado a decenas de nuevos blogueros y
twitteros y ha dado voz a tantos cubanos dispuestos a horadar el muro
del totalitarismo creando el milagro de una amplia comunidad virtual de
individuos que carecen de Internet; la Asociación Jurídica Cubana,
fundada para asesorar a un pueblo carente de cultura jurídica y de
derechos; Estado de Sats, que convoca a artistas, intelectuales de
diversas tendencias de pensamiento y sectores de la sociedad civil
emergente; la "Demanda por otra Cuba", que exige la ratificación de los
Pactos de Derechos firmados por el gobierno cubano en la ONU; entre
otros, que me resultan menos conocidos, pero no menos importantes. Todos
los que honestamente se esfuerzan por los cambios para Cuba son una
fuente de inspiración para mí, incluso aunque no comparta sus ideas
políticas.

8- ¿Qué escenarios avizoras respecto al futuro de Cuba?


Es difícil predecirlo. Como sabes, el secretismo de los medios y un
gobierno formado por conspiradores no permite muchas lecturas. Por otra
parte están el monopolio de la prensa, de la economía y las
modificaciones, mal llamadas reformas, del general-presidente Raúl. La
actual situación de Venezuela y su desenlace también tendrá repercusión
en la situación cubana a mediano plazo, y ahora resulta que hay hasta
conversaciones entre altos funcionarios del gobierno estadounidense y el
cubano. Da la impresión que se están cociendo cuestiones importantes a
espaldas de los cubanos y sin ninguna participación de ellos.

La emigración constante nos sigue debilitando como nación, aunque hay
que reconocer que se han estado produciendo muchos vínculos entre
cubanos de todas partes, y eso acabo de comprobarlo en carne propia en
este viaje a Estocolmo.

Sin embargo, en un eventual escenario de cambios creo que hay sectores
de la población en plena capacidad para convertirse en actores
importantes de los cambios. Cuba está cambiando y ya no tan lentamente
como hace apenas unos años. Creo que ahora mismo sería esencial lograr
ampliar las voces alternativas, forzar con el tema de la libertad de
expresión, de prensa y de acceso a Internet. Es el momento de dar un
salto desde la sociedad civil independiente, ser audaces, inteligentes y
creativos. Soy optimista y confío en que, llegado el momento, entre
todos podremos superar estos 54 años de dictadura y naufragio. Será
difícil, pero posible. No podemos perder las esperanzas.

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