Ejecutivos de empresas británicas también van a juicio en La Habana
Agencias | La Habana | 29 Mayo 2013 - 11:04 am.
Son acusados de sobornos, relacionados principalmente con negocios de
importación, y de operar fuera de los límites de su licencia.
El juicio contra dos ejecutivos de alto rango de una empresa de
inversión británica que operaba en Cuba está programado para el jueves,
según fuentes cercanas a los acusados, como parte de una ofensiva
gubernamental sin precedentes contra la corrupción, que ha involucrado a
varios empresarios extranjeros, informa Reuters.
El director ejecutivo de Coral Capital Group Ltd, el ciudadano británico
de origen libanés Amado Fakhre, enfrenta varios cargos de soborno
relacionados principalmente a negocios de importación, en el segundo
juicio en una semana contra ejecutivos extranjeros radicados en la Isla.
El jefe de operaciones, Stephen Purvis, quien dirigió varios proyectos
de inversión, se enfrenta a cargos menores, como operar fuera de los
límites de la licencia, según informaciones.
Fakhre está encarcelado desde que las oficinas de la empresa fueron
ocupadas y cerradas por la policía en octubre de 2011. Purvis fue
arrestado y encarcelado en marzo de 2012.
"Estamos proporcionando asistencia consular a ellos y sus familias y un
funcionario consular va a asistir al juicio", dijo un diplomático británico.
Los medios de comunicación cubanos, todos estatales, no han informado
sobre el juicio.
Coral Capital era uno de pocos fondos de inversión extranjeros en Cuba.
En septiembre de 2011 las autoridades cerraron una de las empresas
comerciales occidentales más importantes de Cuba, el Grupo Tokmakjian,
con sede en Canadá, después de hacer lo mismo en julio a la empresa
comercial canadiense Tri-Star Caribbean.
El juicio a puerta cerrada de Sarkis Yacoubian, originario de Armenia y
propietario de Tri-Star Caribe, se celebró la semana pasada. Uno de los
asociados de Yacoubian, el ciudadano libanés Krikor Bayassalian, también
fue acusado.
Ambos empresarios afrontaron cargos de soborno, evasión fiscal y daños a
la economía nacional.
Si el tribunal confirma su culpabilidad, se espera que la sentencia se
emita dentro de una semana aproximadamente.
"Los arrestos están dirigidos a sacudir el árbol para encontrar a
funcionarios y compradores cubanos corruptos", dijo un experto local,
que pidió que su nombre no sea revelado.
Decenas de funcionarios y empresarios cubanos habrían sido detenidos,
juzgados y condenados.
Otros extranjeros y cubanos que trabajaban para las tres empresas
extranjeras seguidas por corrupción están libres, pero no pueden salir
de la Isla por ser considerados testigos en los casos.
Reuters dijo que no pudo contactar a funcionarios y abogados de los
acusados cubanos para que hicieran comentarios.
La prensa oficial cubana tampoco informó sobre el juicio contra
Yacoubian y Bayassalian, ni ha mencionado las detenciones en el área de
comercio exterior.
"Si el Gobierno cubano pretende que las sanciones sirvan como una
disuasión eficaz a la corrupción —y no como disuasión a la inversión
extranjera legítima— debería aclarar la naturaleza exacta de las
supuestas infracciones y hacer el proceso legal más transparente", dijo
Richard Feinberg, experto del Brookings Institution y autor de estudios
sobre la economía de Cuba.
Los arrestos no tienen precedentes en Cuba, donde los empresarios
extranjeros sospechosos de corrupción solían ser deportados. Pero
observadores consideran que las medidas judiciales por sí solas
conseguirán pocos avances.
"El cambio real no solo significa la búsqueda de acciones de
cumplimiento, sino también de controles internos significativos a los
funcionarios cubanos con discrecionalidad en la contratación y de la
concesión de licencias de actividad empresarial", dijo José Gabilondo,
profesor de derecho en la Universidad Internacional de Florida.
"A estos funcionarios se les paga poco y encaran la enorme tentación de
tomar atajos por el bien de ellos y sus familias", agregó.
La empresa Coral Capital, registrada en las Islas Vírgenes Británicas en
1999, era muy conocida en Cuba por ser su socio conjunto en la operación
del exclusivo Hotel Saratoga en La Habana y en otro complejo hotelero en
el sector turístico de Cayo Coco.
La empresa también tenía planes de construir campos de golf y otras
inversiones inmobiliarias cercanas a La Habana, para lo que estaba
buscando capital.
Su fondo de inversión se diversificó en la financiación del comercio y
la importación de maquinaria pesada y otras mercancías, lo que pudo
causarle problemas en lugar de sus empresas de bienes raíces, dijeron
fuentes comerciales extranjeras.
La empresa representaba a varias marcas internacionales en Cuba, entre
ellas Liebherr Earth Moving, Yamaha Motor Corporation y Peugeot
Motorcycles Peugeot, según su desaparecido sitio en internet.
El sitio decía que Coral Capital ha invertido unos 75 millones de
dólares en Cuba, con más de 1.000 millones en proyectos de obras.
http://www.diariodecuba.com/cuba/1369818255_3477.html
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