Sabina afirma que la situación de Cuba "es casi de cerrado por derribo"
"No se qué más decir, me duele en el alma. No se puede aplaudir ahora
mismo a la Cuba actual del modo que la hemos aplaudido durante muchos
años", agregó Sabina
EFE, Montevideo | 30/03/2011
El cantautor español Joaquín Sabina afirmó hoy en Uruguay que la
situación en Cuba "es casi de cerrado por derribo" y sostuvo que en la
isla caribeña hay una "gerontocracia" que se ha convertido en "un tapón"
para que el régimen evolucione "hacia otra cosa".
"Es verdad que ahora mismo la situación es casi de cerrado por derribo",
porque "se cometieron muchos errores", aunque "tampoco los han dejado
hacer lo que querían hacer", indicó Sabina en una entrevista con el
noticiero Telemundo, de la cadena uruguaya Teledoce.
En opinión del artista, "las revoluciones envejecen igual que las
personas y en Cuba hay una gerontocracia que está representando ahora
mismo un tapón para que eso evolucione hacia otra cosa, sin esa economía
de guerra que han tenido durante 50 años".
"No se qué más decir, me duele en el alma. No se puede aplaudir ahora
mismo a la Cuba actual del modo que la hemos aplaudido durante muchos
años", agregó Sabina, que definió la revolución cubana como el "capital
emocional" de su juventud.
La semana pasada el diario El Nuevo Herald, de Miami (Estados Unidos),
publicó una entrevista en la que Sabina ya lanzó duras críticas a la
isla caribeña, un país del que, dijo, se ha convertido en un "tremendo
fracaso histórico".
El cantante español, de 62 años, actúa esta noche en Montevideo como
parte de su gira "El penúltimo tren".
El pasado lunes ofreció una rueda de prensa no exenta de polémica, pues
su decisión de fumarse un cigarrillo delante de los periodistas puede
costarle al hotel que acogió el acto una multa de hasta 11.000 dólares
por haber permitido que se vulnerara la estricta ley antitabaco del país.
Aunque los periodistas alertaron al músico de que con su acción estaba
quebrando la legislación uruguaya Sabina respondió, medio en serio medio
en broma, que él había empezado a fumar porque vio un cenicero en la
mesa y "no quería ser descortés" con sus anfitriones, al tiempo que dijo
desconocer que estaba violando una ley.
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