31 de Marzo de 2011 • 00:12
31/03/2011 - 04:12 (GMT) Raúl Castro impulsa una transformación del
sistema educativo para tratar de vincular la formación de los jóvenes
con las necesidades económicas y sociales.
El gobierno del presidente Raúl Castro pone en práctica una
transformación total del sistema de educación nacional en Cuba. El
elemento clave del cambio radica en ligar la formación de los jóvenes
cubanos a las necesidades de la economía y de la sociedad.
En el terreno práctico, esto implica una reducción del número de plazas
en las universidades, priorizando aquellas carreras que demandan las
empresas, aumenta la formación de técnicos medios y crea escuelas para
calificar obreros.
Hasta hace unos años, el criterio que prevalecía en Cuba era formar a la
mayor cantidad de universitarios, política que -según los críticos-
deformó la economía al provocar la pérdida de gran parte de la mano de
obra calificada.
Además, los observadores afirman que dar trabajo a esa enorme masa de
profesionales implicó inflar las plantillas de todas las empresas,
invertir la pirámide laboral con un crecimiento desproporcionado del
personal administrativo y reducir la productividad nacional.
Menos plazas universitarias
Para dirigir la reforma fue nombrado ministro de Educación Superior
Miguel Díaz Canel. Se trata de un miembro de cuadro joven del Partido
Comunista con un buen historial, labrado mientras estuvo al frente de
las provincias de Villa Clara y Holguín.
Su visión de la reforma se sintetiza en que la universidad debe
demostrar "que el esfuerzo que se hace en la formación de profesionales,
se reporta después en beneficio de las comunidades, en función de la
solución de sus problemas".
Según Díaz Canel, Cuba vive la paradoja de haber graduado más de un
millón de universitarios y tener un déficit de 111.000 profesionales de
disciplinas tecnológicas y ciencias básicas. Por lo que recalcó que, en
el futuro, la matrícula irá en correspondencia con las demandas de la
economía.
Por lo pronto, el número de plazas en la universidad se redujo en un 40%
y las carreras de humanidades son las más afectadas. En su lugar se
amplían las posibilidades de formarse como técnico medio y se abren
cursos para calificar a obreros.
Formando obreros
Alexander Masoya, director nacional de la formación técnico-profesional
del Ministerio de Educación, le dijo a BBC Mundo que han cambiado los
programas de estudio para agilizar la formación de técnicos medios y
obreros.
Antes "graduábamos a los estudiantes de 'bachiller técnico', pero para
eso había que darles un número de horas de asignaturas de formación
general y eso iba en detrimento del número de horas específicas de su
especialidad", explicó.
Otro elemento clave es la formación de obreros calificados, abandonada
durante décadas. "El objetivo es invertir la pirámide y, desde que
empezamos la matricula, no paró de crecer: 7.000 alumnos el pasado año y
se duplicó en 2011", afirmó Masoya.
Añadió que aún enfrentan problemas. "Esta educación es la más cara de
todas porque se enseña haciendo. Por esa razón, vinculamos a los
estudiantes con la producción en unas 3.000 'aulas anexas' dentro de las
empresas".
De todas formas, la pirámide sigue invertida, aún existe una matrícula
15 veces mayor de técnicos medios que de obreros. Masoya nos explica que
tiene que ver con el ideario social y asegura que "será un proceso de
varios años".
Educación y frustración
Emilio Hernández es subdirector del Instituto Politécnico "Villena
Revolución", donde también hay un 80% de los alumnos que estudian para
ser técnicos medios contra menos de un 20% que se convertirán en obreros
agropecuarios.
La formación de "los obreros calificados está vinculada a un área
practica del trabajo, la base del conocimiento es el saber hacer", le
explicó a BBC Mundo, y detalló que se les enseña a "criar animales,
sembrar, cosechar, producir materia orgánica, el riego y demás servicios
técnicos".
El proceso será largo. En el politécnico conversamos con Carlos Morelos,
quien nos dijo que es uno de los tantos alumnos que sueña con terminar
el técnico medio para entrar a la universidad, una meta que la sociedad
metió muy dentro de la cabeza de los cubanos.
Durante décadas ésa fue la Meca hacia la que se dirigían. El gobierno
creyó que los ciudadanos agradecerían el acceso masivo, incluso si
después no podían ejercer su profesión.
Sin embargo, no pocos terminaron sintiéndose más frustrados que agradecidos.
http://noticias.terra.com/noticias/cuba_quiere_revolucionar_su_sistema_educativo/act2776341
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