01-06-2010.
Arnaldo Ramos Lauzurique
Preso de Conciencia de la Causa de los 75.
(www.miscelaneasdecuba.net).- El régimen cubano, como el enamorado
indeciso, se la pasa deshojando la margarita entre la disyuntiva de
mantener o eliminar la libreta de racionamiento, dilema en el que asume
males en una u otra opción.
Mientras patrocina una seudopolémica en los medios, donde pocas veces
hay un análisis documentado, utiliza sus canales para saber lo que
piensa la gente, la cual es su verdadero interés, y la realidad es que
el grueso de la población ni quiere ni oír hablar de la eliminación del
ya vetusto documento.
La actitud popular al respecto pudiera parecer paradójica, ya que "la
libreta" como sucintamente se le denomina, es ante todo un efectivo
medio de control y pareciera que, como el perro, reclama plañideramente
su dogal antes de salir de paseo, pero es que ésta ofrece una parte de
la alimentación a bajos precios y no se puede olvidar que el 83% de la
población, unos 9,3 millones de personas que nacieron después de 1958, o
que tenían hasta 9 años en esa época, no conocen otra cosa."
Todo augura que la eliminación del racionamiento traería tensiones
sociales agudas, adicionales a la ya tensa atmósfera económica y social
imperante y el régimen optará por dejar las cosas como están. Pero la
indecisión es la peor de las decisiones y a la larga se comprobará.
En 2007 según cifras oficiales, la población consumía 3 288 kilocalorías
(Kc) per cápita diarias, de las cuales 449 correspondían al consumo
social, -fundamentalmente obtenidas en comedores obreros, a muy bajos
precios y ahora amenazados de eliminación- del resto, 2 839 Kc, el 58%
(1 655 Kc) se ofrecían por la cuota normada a un costo mensual de 37
pesos, y el 42% (1 184 Kc) debían adquirirse a precios liberados por un
importe estimado de 132 pesos; en total 169 pesos.
Para expresarlo más claro, por la cuota normada obtenía el 58% de los
nutrientes, con el 22% del dinero que destinaba a ellos, mientras el 42%
comprado en los mercados, en moneda nacional y divisas, representa el
78% del gasto.
Quiere ello decir, que de eliminarse la libreta, si permanecen las
actuales condiciones, los gastos de la actual cuota normada se elevarían
en 5 veces, para una persona al mes, de 37 a 185 pesos, que
representaría un incremento de 148 pesos, y el gasto total mensual en
alimentación para una persona de 169 a 317 pesos, aunque es de señalar
que en los dos años siguientes las cosas se han agravado bastante.
Para la población total del país estos 317 pesos per cápita mensuales en
alimentos, sumarían al año 42 743 millones de pesos, que habría que
comparar con sus ingresos totales.
Los ingresos totales de la población al año, alcanzan un estimado de 53
868 millones de pesos, compuestos por 25 625 millones en salarios, 4 140
millones en otros ingresos de los trabajadores, 3 950 millones en
pensiones, 1 203 millones de asistencia social, 2 950 millones que sería
el equivalente de los estímulos en divisas y 16 000 millones como
equivalente de las remesas familiares, salarios en divisas y otros
emolumentos de intelectuales, técnicos, etc.
Con un gasto en alimentos de 169 pesos mensuales per cápita, la
población gastaba en total al año 22 787 millones de pesos, el 42% de
sus ingresos, un nivel ya muy elevado. Con la eliminación de la libreta
gastaría 42 743 millones de pesos, el 79%, un nivel que ya podría
calificarse de sofocante. Pero ese análisis no tiene en cuenta los
distintos estratos de la población, que a falta de otro alimento cabe
agruparla en tres distintos tipos de grupos familiares.
Grupo 1.- Los que dependen exclusivamente de salarios, pensiones,
estímulos y otros ingresos, sólo en moneda nacional (CUP) que comprenden
aproximadamente 2 millones 226 mil núcleos familiares de los 3,5
millones existentes, y unos 7 millones 145 mil 600 personas, para un 64
% de la población. Los ingresos promedios mensuales de este tipo de
núcleo son aproximadamente de 819 pesos, que equivalen a 255 pesos por
persona, por lo que se verían imposibilitados de adquirir los alimentos
necesarios por 317 pesos, al no existir libreta y ello sin poder acceder
al resto de artículos y servicios necesarios para la vida. Este sería el
grupo más vulnerable, que abarcaría casi dos tercios de la población.
Grupo 2.- Comprende unos 574 mil núcleos familiares, con alrededor de 1
millón 842 mil 500 personas, que cubre el 16% de la población, el cual,
además del salario y oros ingresos en moneda nacional, dispone de
estímulos en divisas. El ingreso mensual de este tipo de núcleo sería de
1 229 pesos y 383 pesos por persona, por lo que tendría un excedente por
persona de 66 pesos sobre los 317 necesarios para adquirir alimentos.
Las personas de este grupo tendrían que sacrificar una parte de los
nutrientes para cubrir mínimamente los otros gastos.
Grupo 3.- Incluye los que además del salario y otros ingresos en moneda
nacional, reciben remesas en divisas desde el exterior, perciben
salarios en divisas por trabajos en corporaciones o turismo, o disfrutan
de propinas y otros emolumentos en divisas, por ser artistas,
escritores, médicos, profesionales, atletas u otros. Abarca 700 mil
núcleos familiares con alrededor de 2 millones 247 mil personas, para un
20% de la población. Recibe un ingreso promedio de 2 646 pesos, que
significa 824 pesos por persona, suficientes para cubrir sus gastos
corrientes,.
En conclusión, de eliminarse la libreta, el 64% de la población se vería
en una situación desesperada, otro 16% se encontraría en un estado muy
apretado y solo el 20 % podría afrontarlo.
(Continuará)
Sancti Spíritus, 31 de mayo de 2010.
Nota: De la Mesa de Trabajo de Martha Beatriz Roque.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=28102
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