Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - El Relator Especial del
Consejo de Derechos Humanos sobre la tortura, el austriaco Manfred
Nowak, en una nota que entregó a la prensa el pasado 9 de junio, expresó
su profunda decepción después de ser informado por el gobierno de Cuba
que no podía convenir una fecha para su admisión al país antes del final
de su mandato, el 30 de octubre de 2010.
Nowak, quien -al menos públicamente- se creyó la invitación, está a la
espera de que le digan cuándo visitará Cuba. Sus predecesores, el
embajador de Colombia, Rafael Rivas, el sueco, Carl Johann Groth, y la
jurista francesa Christine Chanet, corrieron similar suerte.
Ninguno de ellos escapó al rechazo del gobierno cubano, empeñado en
mantener su imagen de falso cumplidor de sus compromisos.
El gobierno desmintió las declaraciones de Nowak, si bien de esta
información solo se hicieron eco los medios informativos fuera de Cuba,
porque la prensa oficialista no reflejó nada sobre el asunto. Como de
costumbre, se le niega al pueblo el derecho a conocer los que sucede
dentro y fuera del país.
El Relator lamentó en su nota que, pese a la invitación, el gobierno no
le haya permitido evaluar la situación mediante la obtención de
informaciones de primera mano. Se le había invitado en febrero de 2009 a
visitar la isla antes de fin de año.
Las autoridades mostraron sorpresa tras el anuncio del relator,
aclarando que el comunicado de Nowak "no se corresponde con el
permanente esfuerzo del gobierno para facilitar la realización de la
visita y con los intercambios realizados entre las dos partes''. En la
misma nota se aclara que las discusiones con Nowak se llevaron a cabo en
un ``clima de confianza'', y reiteran "la voluntad de seguir cooperando
tanto con el propio señor Nowak, como con el resto de los expertos
designados para el cumplimiento de mandatos del Consejo de Derechos
Humanos".
Esperemos que, si al fin se concreta la visita, el gobierno permita
desempeñar su labor al Relator, tal como su cargo y misión lo exigen,
sin ningún tipo de impedimentos. Los luchadores por los derechos
humanos, dentro y fuera de Cuba, estarán vigilantes, para impedir que su
labor se convierta en una campaña propagandística a favor del régimen.
ramsetgandhi@yahoo.com"
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