19 diciembre , 2010 | 14 : 28
Si pinchas aquí podrás acceder a un excelente reportaje de Mauricio
Vicent sobre Cuba y su proceso de apertura económica. Es el segundo
proceso ya que tras la caída del Muro de Berlín comenzó lo que Fidel
llamó el Periodo Especial. La extinta URSS finalizó el programa de
cambio de azúcar por petróleo y la economía cubana colapsó. Veinte años
después la renta por habitante oficial sigue un 30% por debajo de la de
1990. El régimen inició un proceso de apertura económica que abortó en
1995 por miedo a perder el control político.
El 31 de Julio de 2006 Fidel inesperadamente cedió los poderes a su
hermano Raúl fruto de una enfermedad por primera vez desde 1959. Yo
estaba de viaje de placer en la Habana pero las horas centrales del día
el calor y la humedad hacen imposible disfrutar de la isla por lo que
aproveché para entrevistarme con personal de nuestra embajada, con altos
cargos del ministerio de economía y con periodistas. Ya entonces
comenzaban a hablar del modelo vietnamita que ahora quieren implantar.
Para un economista observador ir a un país con planificación económica
es como para un bioquímico trabajar en un laboratorio.
Yo no tengo mucha información sobre Vietnam pero la suficiente para
saber que han optado por una economía mixta y la renta por habitante
crece con fuerza. El estado mantiene un peso importante en la economía
pero deja que la iniciativa privada se encargue de la mayoría de
sectores productivos. Es lo mismo que hicimos los españoles en 1959 y es
el inicio de la historia de éxito de nuestro Pura Sangre.
En un solo mes ya hay 80.000 peticiones de empresarios casi el doble de
las existentes y si el proceso continúa seguirán creciendo
exponencialmente resolviendo el grave problema de eficiencia que padece
la economía cubana fruto de medio siglo de planificación económica.
No obstante el proceso de liberalización tiene que ir acompañado de un
Plan de Estabilización. La principal fuente de ingresos públicos son las
materias primas, principalmente Niquel, y los impuestos que generan los
sectores privatizados y en manos de multinacionales. Cuba tiene un
sistema monetario dual con un peso convertible que vale 24 pesos
cubanos. Las multinacionales pagan al Estado en pesos convertibles y
éste paga a los trabajadores en pesos cubanos por lo que impone una tasa
sobre el salario del 95%.
Ahora tendrán que eliminar el sistema dual y pasar todos los precios de
la economía, incluyendo los salarios, a pesos convertibles. La subida de
precios simplemente hará reflejar los precios reales de la economía pero
después de la perturbación será importante que el Banco de Central
controle la cantidad de dinero para evitar una espiral inflacionista
precios salarios que podría arruinar el proceso de apertura.
El modelo estará orientado a la exportación y por eso es importante
fijar una paridad con el dólar competitiva e infravalorada para
favorecer las exportaciones y compensar los diferenciales de inflación
del cambio de sistema monetario. Y sobre todo es fundamental que el
Estado diseñe un sistema tributario y adecue sus gastos a los ingresos.
La economía privada necesitará invertir en capital y la mayoría de
bienes serán importados. Por eso es prioritario que toda la entrada de
divisas vaya destinada a la inversión productiva generadora de empleo y
el Estado debe tener fuentes de financiación exógenas que eviten entrar
en competencia por esos recursos de financiación exterior tan escasos.
En 2006, tras mis conversaciones en la isla, era muy pesimista sobre la
posibilidad de un proceso de apertura. Cuatro años después parece que se
pone en marcha y es una excelente noticia para un economista. En estos
procesos los problemas económicos son los más sencillos de resolver y lo
más complicado es luchar contra el statu quo del régimen. El proceso
necesita liderazgo y Raúl, uno de los líderes de la revolución es el
elegido. Por el bien de la sociedad cubana les deseamos todo el acierto
del mundo y que el proceso llegue a buen puerto. Lo deseable es que el
proceso sea el preludio de una Cuba democrática. En España tuvimos que
esperar quince años, aunque es cierto que el éxito económico también
supuso una apertura social y política que acabó con el régimen tras la
muerte del dictador.
http://blogs.cincodias.com/el_economista_observador/2010/12/cuba-abandona-la-planificaci%C3%B3n.html
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