Los artistas en el exilio enfrentan dificultades para acceder al mercado
mundial
Agencias
Miami 28-10-2010 - 4:37 pm.
El Miami Dade College organiza un evento sobre el tema.
Eduardo Sarmiento, Malecón (proyecto de póster, 2003)
Los artistas cubanos en el exilio se enfrentan a grandes dificultades
para acceder al mercado mundial del arte al quedar sus obras relegadas a
un segundo plano, según coincidieron este jueves varios expertos en
Miami, informó EFE.
El seminario, titulado "Moviéndose adelante" y organizado por el Miami
Dade College (MDC), ofrece una perspectiva del trabajo de los artistas
fuera de la Isla en las décadas de los 60, 70, 80 y 90 y examina las
razones por las que su obra quedó desdibujada y arrinconada.
"El problema es que la obra de los artistas que se fueron de Cuba no es
considerada más como arte cubano por el mercado internacional, por los
comisarios de exposiciones, marchantes y directores de museos", dijo a
EFE Alfredo Triff, profesor de Filosofía del MDC.
Esto supone un hándicap muy desventajoso para los artistas cubanos de la
diáspora "etiquetados" que viven una suerte de "sutil ostracismo", quizá
"porque al abandonar la isla parece que resultan ya un poco incómodos",
precisó Triff.
Y es que, prosiguió, "existe un gran mercado del llamado arte cubano que
viene de la isla (...) y la revolución cubana tiene una cara cultural
muy fuerte".
Por ello, se da el hecho de que artistas plásticos muy conocidos en la
década de los 80 del siglo pasado vieron "cómo sus carreras
profesionales desaparecían cuando salieron" de la Isla y su obra era
ignorada. Aludió, en ese sentido, al "fuerte apadrinamiento" con que
cuentan los artistas en Cuba y que pierden una vez que abandonan la Isla.
Al dejar la Isla, "ya no son invitados como artistas cubanos" a las
bienales y exposiciones y "les cuesta mucho trabajo relanzar sus
carreras", apunto Triff, moderador del seminario.
Fue éste el caso, explicó, de dos grandes artistas de la diáspora
cubana: Arturo Cuenca (Holguín, 1955) y Tomas Esson (La Habana, 1963),
dos casos entre más de una veintena de creadores a los que "les ha
costado mucho trabajo reintegrarse" en el mercado del arte.
En su opinión, los creadores en el exilio "pierden ese grado de
institucionalización y el artista está ya solo".
Se trata de un hecho casi "geopolítico y estético" en el que "Cuba se ve
muy bien en las grandes bienales internacionales, ya que el arte cubano
es de gran calidad".
Lo cierto es que la situación ha cambiado en la última década y hoy, al
ser el "arte global en un mercado global", se ha producido una
"homogeneización del discurso artístico y estético" y se registran
iguales tendencias en los creadores cubanos en el exilio o en la Isla.
"El arte cubano peregrino no se puede diferenciar hoy del que se realiza
en la isla. Lo que hay es un lenguaje común con muchas voces", puntualizó.
En ese sentido, destacó la personalidad de la obra de José Bedia (La
Habana, 1959), considerado uno de los artistas más destacados de la
"Generación de los 80 en Cuba", aunque emigró a México en 1991 y a
Estados Unidos en 1993, donde actualmente vive y trabaja, en Miami.
Bedia ha confesado que salió de la Isla "por un estado de insatisfacción
personal sobre una situación nacional que no veía salida", aunque ha
asegurado que sigue "pendiente y vinculado" a su cultura.
En el seminario participan Roc Laseca, crítico de arte español; Andrea
O'Reilly Herrera, profesora de Literatura y directora de Estudios Éticos
de la Universidad de Colorado; Gustavo Valdés, comisario de arte de
Nueva York, y Ricardo Viera, director de las Galerías de Arte de la
Universidad Lehigh de Pensilvania.
La celebración de este seminario es un primer paso para la creación de
un archivo de digitalización visual de imágenes que ofrezcan una
perspectiva de la evolución del arte cubano de la diáspora.
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