Tip de Nicolás Arango Muñoz
Con ocasión de la segunda edición del concierto Paz sin fronteras, que
se realizó en la Plaza de la Revolución de La Habana el domingo 20 de
septiembre, el tipeador Nicolás Arango Muñoz viajó a Cuba y aquí nos
comparte su visión sobre la isla caribeña.
"Cuando una persona va a Cuba 'con todos los juguetes', es muy bueno,
pero como el caso mío, que fui solo con lo necesario, la cosa no fue
fácil. Me sacrifiqué porque Juanes iba a estar allá, rompí el marrano,
empeñé algunas cosas y a comprar el tiquete y un puñado de dólares para
lo más importante.
Llegué a La Habana el 16 de septiembre y me di cuenta de que estaba en
otro planeta. Tomé el taxi para ir del aeropuerto José Martí al centro,
pregunté cuánto valía y casi me da un infarto: la carrera costaba 50
pesos fuertes, o sea 65 dólares.
Me alejé de la escena para tomar aire y en ese momento llego un ángel
cubano que me dijo: 'oye Colombia, si caminas dos kilómetros puedes
coger la guagua (bus), y con un peso cubano ordinario, que equivale a un
centavo de dólar, te ahorras todo ese dinero'.
Ahí comenzó mi espionaje al régimen de los hermanos Castro. Mi ángel
cubano me advirtió que no me dejara ver de la 'Secreta', que es como
ellos llaman a la Policía, porque si me cogían, me deportaban y lo
condenaban a él a cuatro años de cárcel.
Como un cubano más
Llegué a la parada del bus y empecé a sentirme un cubano más. Eran las 7
de la noche y llegó la guagua, una hora para llegar a La Habana vieja.
Otro punto muy importante: como eres extranjero, tienes que ir adonde
van los extranjeros, a hoteles o cuartos en residencias del régimen,
donde la noche cuesta mínimo 50 dólares.
Por eso seguí el consejo del cubano: 'oye chico, en La Habana vieja
encontrarás quién te ayude', y así fue. Una señora cubana me adoptó como
un hijo. Eso sí, si los Castro se hubieran enterado, me habrían devuelto
para Colombia y a la señora la habrían mandado por cinco años a prisión.
La cosa en Cuba para el pueblo es como vivir en la esclavitud. Llegó el
sábado 19 y la vida me pasó factura. Me atacó un dolor de estómago que
¡Ave María!, pero quién no se enferma comiendo todos los días pan con
huevo al desayuno y en la noche fríjoles negros con un vaso de agua. En
la imagen ven un Ford 56 que es un taxi y funciona con petróleo.
Los únicos que comen bien en Cuba son los turistas ricos y por supuesto
los que trabajan con Fidel, la comida para el pueblo es súper cara.
Y llegó el gran día, el 20 de septiembre, cuando se celebraría el mega
concierto de Juanes y sus amigos. Como soy medio periodista, me fui para
la Plaza de la Revolución, que no le cabía una aguja, con el agravante
de que no estaba acreditado, por lo que me tocó colarme por el primer
hueco que encontré.
Tres días antes visité el Centro Internacional de la Prensa Cubana y
allá decían que si quería la acreditación, debía pagar 80 pesos cubanos
fuertes, y por supuesto que yo no los tenía.
En el concierto, en medio de periodistas de todo el mundo, se me
vinieron las lágrimas cuando apareció Juanes junto a 12 escoltas de la
'Secreta'.
Terminó el concierto y pajaritos a volar. En Cuba las palabras se las
lleva el viento. ¿Recuerdan cuando el papa Juan Pablo II estuvo en el
mismo lugar que estuvo Juanes?, el mismo gentío, los mismos mensajes.
Mejor dicho, a Cuba puede ir Jesucristo y todo sigue igual, cada día es
peor la calidad de vida para el pueblo cubano".
Tips elcolombiano.com | Opinión | La otra cara de Cuba (25 September 2009)
http://tips.elcolombiano.com/Opini%C3%B3n/LaotracaradeCuba/tabid/2013/Default.aspx
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