2009-09-28.
Héctor Peraza Linares, Periodista
(www.miscelaneasdecuba.net).- Es domingo 20 de septiembre de 2009. El
concierto Paz Sin Fronteras, de Juanes, Bosé y comparsa se desarrolla
con normalidad en la capital cubana.
Una negra nube cubre el cielo habanero y, concretamente, a la Plaza
Cívica, espacio donde cientos de miles de cubanos, principalmente
jóvenes, disfrutan del espectáculo. El cantante colombiano tiene el
micrófono en la mano. Menciona, como de paso, la palabra libertad. En
ese momento, en medio de la inmensa multitud, se oye una frase:
¡Viva Pánfilo!
Juanes, Bosé y compañía se quedan atónitos. No saben ni qué hacer ni qué
decir. No han escuchado un ¡Viva Fidel! ni tampoco un ¡Viva Raúl! No.
Han escuchado un ¡Viva Pánfilo! Juanes, desorientado y confuso, se pregunta:
- ¿Quién es Pánfilo?
Bosé, se rasca la cabeza, y se hace la misma pregunta:
- ¿Quién es Pánfilo?
Ni Juanes ni Bosé conocen ni han oído hablar del tal Pánfilo. Ambos
cantantes se miran extrañados. Abajo, el público comienza a repetir la
frase, que retumba hasta en las palmas que rodean el monumento a Martí:
¡Viva Pánfilo!
Ni el famoso colombiano ni el no menos conocido español son capaces de
articular palabras. Se han quedado mudos y paralizados al ver la pasión
con que el pueblo allí congregado lanza al aire, y al mundo, aquellas
dos palabras:
¡Viva Pánfilo!
Inesperadamente, alguien del público sube a la tarima, le quita de las
manos el micrófono a Juanes, que acaba de cantar su Camisa Negra, y grita:
- ¡Nosotros lo que tenemos es tremenda hambre, asere!
- ¡Ham-bre! ¡Ham-bre! ¡Ham-bre! – corea con fervor la multitud.
El joven que le ha arrancado al colombiano el micrófono de las manos,
dice, a
pleno pulmón:
- ¡Asere, lo que quiere el pueblo es jama!
- ¡Ja-ma! ¡Ja-ma! ¡Ja-ma! – repite con enardecimiento el gentío.
- ¡Tenemos hambre de libertad y comida! ¡De comida y libertad! – expresa
el joven, y los allí congregados le responden al unísono:
- ¡Ham-bre de co-mi-da!
- ¡Ham-bre de li-ber-tad!
En medio de aquella atronadora muchedumbre, se escuchan una tumbadora,
un cencerro y una trompeta que inician una conga en la que todo el
mundo, incluso Juanes, Bosé y los demás artistas, comienzan a bailar y a
cantar:
¡Hambre de comida!
¡Hambre de libertad!
Queremos jama,
de comida y libertad.
¡Queremos jama!
¡Esa es la verdad!
El millón y pico de personas allí presentes, bailando al ritmo de la
conga, encabezados por Juanes, Bosé y los demás artistas, comienzan a
arrollar por las calles de la capital isleña.
De las casas salen hombres y mujeres, niños, enfermos, viejos, muchos en
chancletas y otros sin zapatos, y, en primer lugar, opositores y
periodistas independientes, que se suman a la comparsa. Enterados de lo
sucedido, los cubanos del resto de las provincias y municipios se lanzan
a las calles, y a las guardarrallas, entonando la misma tonadilla.
Pronto, antes de que las fuerzas represivas del régimen puedan
reaccionar y organizar una batida contra los congueros y las congueras,
los soldados, clases y oficiales del Ejército y del Ministerio del
Interior abandonan sus unidades militares y se suman a las arrolladoras
congas.
Dos días después, los once millones de cubanos están en las calles del
país congueando, y repitiendo sin cesar, a ritmo de tumbadoras,
cencerros y trompetas:
¡Hambre de comida!
¡Hambre de libertad!
Queremos jama,
de comida y libertad.
Queremos jama.
¡Esa es la verdad!
Cuba se colapsa. Nadie trabaja. A Fidel y a Raúl no les queda otro
remedio que huir de Cuba y marcharse hacia la República Popular China,
que les da asilo.
Cae el comunismo en la isla.
Juanes, en una conferencia de prensa, canta:
Tengo la camisa negra
porque negra tengo el alma
jama jama jaman baby
¡Vivan Pánfilo y la jama!
Bosé, en dicha conferencia, emocionado, manifiesta:
- ¡Cuba ya no es la misma!
CUBA YA NO ES LA MISMA - Misceláneas de Cuba (28 September 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=23104
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