viernes, abril 29, 2011

FALLECIMIENTO DEL RECLUSO VLADIMIR ULISES ROMÁN YANES

CONFLICTOS EN LA SOCIEDAD CIVIL. CASO: FALLECIMIENTO DEL RECLUSO
VLADIMIR ULISES ROMÁN YANES
29-04-2011.
Martha Beatriz Roque Cabello
Ex Prisionera de Conciencia de la Causa de los 75

(www.miscelaneasdecuba.net).- Memoria Descriptiva: El pasado 16 de abril
falleció el recluso Vladimir Ulises Román Yanes, era Licenciado en
Economía y cuadro civil del Ministerio de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias y fue condenado por dos causas, la no. 5 de 2004 por
delito de: Falsificación de documentos bancarios, malversación y daños
de documentos en custodia oficial, sancionado a 20 años de privación de
libertad, que debía cumplir en una instalación penitenciaria del
MININT, y el segundo delito la Causa no.8 de 2005 por Salida Ilegal del
territorio nacional, se le formó una sanción conjunta de 20 años de
privación de libertad en el Tribunal Militar Provincial de Guantánamo.


Su hija Lidibeth Román Estévez dirigió una carta a su tío Marco
Antonio del Rosario Román Yanes, también sancionado y confinado en la
Prisión Provincial de Holguín sobre los sucesos ocurridos a su papá
durante su reclusión en prisión.

Abril 22 de 2011.

Querido y estimado tío:

Ante todo espero que te encuentres bien, a pesar de las circunstancias
que enfrentamos en estos momentos. A continuación te menciono como
sucedieron las cosas:

Desde finales del año 2009, mi papá comenzó a presentar problemas de
salud referentes a dolencias renales, donde solicitó que lo examinaran
porque el dolor en la zona lumbar era muy persistente. Le indicaron
varios análisis y entre ellos un ultrasonido, destacándoles imágenes
ecogénicas en vejiga y gran inflamación prostática, después comenzó a
presentar dolores mucho más fuertes en el caño urinario, pidiendo este
que se le aplicara algún calmante para soportar el dolor.

Simplemente sin realizar un diagnóstico exacto de la situación de salud
que verdaderamente presentaba le indicaron anti-inflamatorios, luego en
la consulta que realizó el urólogo en la penitenciaría le indicaron una
cistoscopia en el hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes de la
ciudad de Bayamo, el cual cada vez que lo trasladaban para el mismo
siempre el personal que tenía que ver en dicho caso buscaba la
justificación para devolverlo al centro reclusorio sin ningún análisis
realizado.

En todo este proceso mi papá adelgazó más de 30 libras y con una
hemoglobina de 7 hasta 4.5, sin que tuviera una atención humana y un
chequeo consecutivo de la situación de salud que él presentaba.

En la primera quincena del mes de febrero del presente año, cuando
nuevamente lo llevaron al hospital provincial de Granma (Las Mangas),
la compañera anestesióloga al ver las condiciones que presentaba mi papá
le indicó con urgencia un hemograma completo y una creatinina, los
cuales dieron altamente alterados con una hemoglobina de 4.5 y una
creatinina superior a los 700. El urólogo de guardia, Zamora, lo ingresó
de inmediato, pero los compañeros que lo custodiaron hasta dicho
hospital querían nuevamente regresarlo en esas condiciones al centro
penitenciario donde el médico dijo que mi papá estaba en estado crítico
por los resultados de los análisis y el alto nivel de deshidratación
encontrado. Lo trasfundieron con dos unidades de sangre para mejorarle
de forma inmediata la situación de la hemoglobina, y antibióticos para
combatir la insuficiencia renal aguda que estaba presentando.

En el horario de la mañana del próximo día lo trasladaron para el
hospital Celia Sánchez Manduley en Manzanillo donde le dieron toda la
atención necesaria para obtener el diagnóstico final. Le indicaron una
biopsia prostática y antibióticos para la inflamación renal que
presentaba. Los análisis realizados revelaron un adeno-carcinoma grado
dos en próstata, acompañado de una insuficiencia renal crónica donde el
urólogo, Vélez, encargado de la situación de mi papá no nos explicó que
el oncólogo Molina sugería una extirpación total de la próstata y que
ese tipo de operación no se realizaba en dicho hospital.

De inmediato el urólogo realizó un resumen médico para la realización de
los trámites extrapenales y el traslado urgente hacia la provincia donde
pertenecía, Guantánamo, para que le dieran toda la atención necesaria
para que su hija, su única familia, lo atendiera. Después de todos estos
diagnósticos concluidos, lo trasladaron nuevamente hacia la Prisión
Provincial de Granma y no le hicieron un seguimiento de todos los males
presentados.

En varias ocasiones me comuniqué con el mayor Rogelio Hernández
Velázquez, jefe del centro penitenciario provincial de Granma, Las
Mangas, y con el capitán Omar Ángel Tamayo González, director del
Policlínico Provincial de Internos de Granma, conociendo ambos la
situación crítica que ya presentaba mi papá, donde únicamente me
justificaban, e incluso me dijeron que estaban en los trámites de la
extrapenal que ellos habían solicitado y que en varias ocasiones el
mayor Rogelio no quiso recibir mis llamadas diciéndole a su secretaria
que no me podía atender ni darme ninguna información del estado de salud
de mi papá.

Cuando realicé varias visitas a mi papá a la prisión comprobé que eran
mentira todos esos trámites, mientras mí papá llevaba más de 20 días sin
alimentarse y con un grado de deshidratación demasiado elevado para la
situación de salud que presentaba. Cuando fui a ver a mi papá, a mucha
lucha, el capitán Omar Ángel Tamayo González, director del Policlínico
Provincial de Internos autorizó un suero de dextrosa, y todo se quedó
ahí. Sin embargo la compañera médico clínico, Idalmis Bons, al tener en
su poder todos los resultados de los análisis realizados a mí papá y
presenciado que el mismo presentaba un estado grave de salud y dictado
por el médico urólogo Vélez, del hospital de Manzanillo, no fue capaz de
poner en vigor todos sus conocimientos adquiridos, y más que eso no fue
humana, al permitir que mi papá llegara hasta tales condiciones físicas
y al no aplicar el juramento que todos los médicos de este país realizan
al concluir sus estudios.

El día antes de yo ir nuevamente a la prisión, trasladaron a mi papá de
forma urgente al hospital de Manzanillo, ingresado en la sala de terapia
intensiva donde mi hermana y yo nos dirigimos al mismo, permaneciendo
allí de forma permanente. El día 8 de abril lo operaron de forma urgente
por una peritonitis. Se le realizaron hemodiálisis diariamente porque la
presión llego a tener una creatinina superando los mil. Luego, el 14 de
abril el oncólogo realizó la cistoscopia diagnosticándole un
adeno-carcinoma de vejiga grado 4, de inmediato nos informó que ya la
situación de mi papá se había agravado y sin ninguna posibilidad de
retroceso en su salud, sus riñones dejaron de funcionar por completo
donde el nefrólogo nos informó que la situación renal de mi papá era
irreversible, donde no rebasaría muchos días, muriendo el 16 de abril
de 2011 a las 8:15 am.

En todo el tiempo que mi papá estuvo en el hospital, ninguno de los
responsables de esta situación hicieron presencia ni se motivaron por la
salud de mi papá, entregándole al mismo la resolución del Tribunal
Militar Oriental el 9 de abril de 2011, porque sabían que ya se iba a
morir con 7 días de diferencia a lo sumo.


Esta información fue leída vía telefónica por Caridad Caballero Batista,
de la provincia de Holguín.
Lidibeth es Licenciada en Economía y vive en Pedro A. Pérez No. 1455
entre 8 y 9 sur, en Guantánamo. Su hermana Lidiseth es estudiante de
5to. Año de medicina en la Facultad de Ciencias Médicas de Guantánamo.

¡ASÍ TRATAN A LOS PRESOS EN LAS CÁRCELES CUBANAS!

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=32100

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