27-09-2010.
José Alberto Álvarez Bravo
Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- Durante casi cincuenta y dos años, la
nación cubana ha venido soportando los desmanes de la más cruel e
inhumana camarilla que ha conocido el hemisferio occidental. Encaramada
sobre los hombros de nuestro noble pueblo, la satrapía hereditaria de
los hermanos Castro nos ha impuesto un régimen de oprobio, el que a
todas luces está llegando a su final.
Múltiples indicios anuncian, de manera harto elocuente, la muerte
clínica del sistema de terror impuesto a sangre y fuego por los
traidores a la Revolución Cubana, Fidel y Raúl Castro Ruz.
De los pocos ejemplos que me vienen a la memoria, el caso de Gorki
Águila es ilustrativo: procesado por una presunta peligrosidad social,
pretendieron imponerle una sanción de tres años de privación de
libertad, pero no pudieron soportar la presión de la opinión pública y
se limitaron a un recurso de consolación, trescientas cuotas a peso.
Pánfilo, condenado a dos años de privación de libertad, fue liberado con
fútiles pretextos.
A Dania Virgen García, condenada a un año y ocho meses de privación de
libertad, le condonaron la sanción por una multa de trescientas cuotas
de a peso.
El 22 de junio de 2010, durante el "juicio" a nuestro hermano de lucha y
amigo personal, el Dr. Darsi Ferrer, más de una treintena de disidentes
gritamos nuestra exigencia de justicia y libertad, ante la presencia
inútil y ridícula de efectivos de la policía política castrista.
El 13 de julio, en Malecón y J, veintiocho opositores pacíficos
manifestamos nuestra repulsa al régimen de facto con gritos de Abajo la
dictadura, Libertad y Castro asesino. Los represores solo se atrevieron
a detener por algunas horas a varios de los manifestantes.
A mediados de agosto, ocho jóvenes fueron detenidos con la clara
intención de procesarlos y condenarlos a prisión. No se atrevieron a
continuar la farsa y los liberaron sin más.
El 24 de septiembre de 2010, en la iglesia de La Merced, los congregados
profirieron gritos de Libertad para los presos políticos, como respaldo
a nuestra heroína Reina Luisa Tamayo. Los esbirros de la Sección 21 no
se atrevieron a emprender ninguna acción punitiva.
Al día siguiente, en el Parque Víctor Hugo (entre las calles 19 y 21, y
H e I, Vedado) el Grupo Amistad organizó un performance, al que llamó Un
metro de libertad. En el centro de la glorieta del parque, un cartón
corrugado de un metro cuadrado sirvió de tribuna a la libertad de
expresión. Sentados o parados sobre el mismo, más de una decena de
cubanos, jóvenes en su mayoría, expresamos nuestra opinión sobre la
realidad de la vida de nuestra sociedad.
Un dispositivo de la policía política, encabezado por quien se hace
llamar Coronel Omar, permaneció apostado en la sede de la dirección
municipal de educación Plaza de la Revolución. Parciales de la dictadura
y patrulleros de la PNR permanecieron en los alrededores, pero no
lograron intimidar a ninguno de los participantes.
En la foto de la izquierda, un representante de la vieja guardia
castrista observa la clarinada libertaria. Heraldo de las sombras,
terminó huyendo de la luz de la verdad.
A la derecha, los organizadores dan inicio al evento con la lectura de
una declaración a favor de los derechos conculcados al pueblo cubano. Un
grupo de niños observa con atención todo el desarrollo del acto cívico.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=30010
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