martes, noviembre 01, 2016

Una vez más, incumplimiento del plan

Una vez más, incumplimiento del plan
EUGENIO YÁÑEZ | Miami | 1 de Noviembre de 2016 - 10:40 CET.

Ocurre tantas veces que nadie se sorprende de que la economía cubana
incumpla los planes este año también, y que el Producto Interno Bruto
(PIB) crecería —si crece— por debajo del plan anunciado a bombo y platillo.

Si algo ha demostrado el Gobierno "socialista" cubano durante más de
medio siglo es su incapacidad congénita para establecer planes de la
economía nacional fundamentados, realistas y alcanzables: cuando no es
por una cosa es por otra, pero siempre hay una razón, o varias, por las
cuales se incumple, y siempre se alegan razones externas: condiciones
naturales, "actividades enemigas", crisis económica mundial.

Nunca el Gobierno declara, ni lo hará, que los incumplimientos se deben
a la elaboración de planes fantasiosos, con objetivos inalcanzables, y
sin aseguramientos materiales, financieros y jurídicos imprescindibles.
Planes caprichosos que siempre aprueba antes que nadie el "inmortal"
Partido Comunista (PCC) por medio de su Buró Político y, en ocasiones,
su Comité Central, mediante conciliábulos secretos y esquemas
oscurantistas, que posteriormente pasarán al Gobierno para que parezca
que se revisan y "perfeccionan". Y finalmente, cuando todo está
decidido, se informa a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder
Popular, muestrario de focas amaestradas que reciben la orden de aprobar
lo que se les ofrezca, sea lo que sea, y que tras algunas preguntas
básicamente retóricas y algunos ajustes absolutamente insignificantes e
intrascendentes, levantarán alborozados sus brazos para aprobar por
unanimidad y aplausos el correspondiente plan, asumiendo que "ahora sí"
se cumplirá y el país avanzará hacia el socialismo próspero y
sustentable oculto detrás del arco iris.

Nunca la dictadura reconoce que la existencia de diabólicos mecanismos,
reglas y disposiciones partidistas y gubernamentales improvisadas,
siempre en base al populismo y la demagogia y no a verdaderas
experiencias de cómo gestionar y dirigir actividades económicas en
cualquier país del mundo, son una de las mayores trabas a la eficiencia
y efectividad del funcionamiento de la economía. Un país donde el
Segundo Secretario del PCC, institución que dice ser la máxima instancia
de dirección en la nación, "explica" a los campesinos cómo y cuándo
sembrar papas, malangas y boniatos, y un Vicepresidente del Consejo de
Ministros discute cuánto debe costar un plátano verde en una carretilla
en las calles habaneras, o cuánto debe cobrar el dueño de un taxi
colectivo privado a una persona interesada en moverse hacia determinado
destino.

Nunca, en ninguna circunstancia, el régimen ha tenido la vergüenza o la
decencia de reconocer que los planes no se cumplen, además de por estar
mal elaborados y por los perversos mecanismos económicos y
administrativos desfachatadamente establecidos, por la evidente
ineptitud y falta de preparación y conocimientos de muchísimos inútiles
burócratas que, bajo el pomposo cargo de "dirigentes", obtenido por
lealtad más que por capacidad, participan en la ejecución de los planes
día tras día y van complicando las cosas cada vez más hasta convertir en
prácticamente imposible, no ya el cumplimiento del plan, sino ni
siquiera de algunos objetivos y metas que resultan muy sencillos para
muchísimos países del mundo.

¿Cómo cuales? Como el vaso de leche diario para cada cubano. O mejorar
el trato y el servicio a los clientes. O aumentar el transporte por
ómnibus tanto en La Habana como el interprovincial. O garantizar a
precios accesibles un pedazo de calabaza para cada cubano que desee
comprarlo. O ir a la farmacia a comprar medicamentos que no estén "en
falta". O comprar vestuario y calzado a precios acordes con los salarios
establecidos por el Gobierno. O… diga usted.

Nada de lo mencionado son lujos burgueses ni veleidades de sociedad de
consumo, sino condiciones elementales de subsistencia en casi cualquier
país del planeta. Menos en Cuba, paraíso de los trabajadores, o en Corea
del Norte. O en la Venezuela chavista, alumna aventajada del castrismo.

La explicación del régimen por los incumplimientos de esta vez
correspondió al cacique a cargo del comercio exterior y la inversión
extranjera que no acaba de aparecer. Dijo que el incumplimiento se debe
a "dificultades financieras coyunturales" y al "endurecimiento del
bloqueo" y su carácter "extraterritorial", y también a la crisis
económica global. Al menos ahora no culpó al huracán Matthew o la
sequía; tal vez ese pretexto quedará para Raúl Castro o para el año que
viene.

Ya son 57 años con la misma cantaleta y ofreciendo explicaciones
ridículas por cada incumplimiento. Ahora aparecerán "periodistas"
autorizados e "intelectuales orgánicos" a justificar lo injustificable y
explicar la antimateria y las radiaciones ultravioleta.

Sin embargo, sería muy fácil no solamente explicar el desastre sino
comenzar a darle solución a tantas adversidades: lo primero que habría
que hacer sería cesantear a todos los "dirigentes" del Partido y el
Gobierno.

Source: Una vez más, incumplimiento del plan | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1477967062_26397.html

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