Para Díaz Fleitas, "la huelga de hambre es un paso de dignidad"
RICARDO FERNÁNDEZ/14YMEDIO, Pinar del Río | Agosto 02, 2016
La pasada semana, un día antes de que pusiera fin a su huelga de hambre,
14ymedio visitó a Eduardo Díaz Fleitas, pinareño, campesino, repentista
y opositor que se desempeña como delegado de la Unión Patriótica de Cuba
(Unpacu) en la provincia de Pinar del Río.
El opositor, uno de los exprisioneros del grupo de los 75 que decidió
permanecer en Cuba tras su puesta en libertad, recibe en su casa del
Entronque de Herradura, a 37 kilómetros de la ciudad, con la sencillez
que le hizo ganar el sobrenombre de jefe del pueblo. La garganta seca,
la congestión en las vías respiratorias y los permanentes sudores
provocados por ocho días de inanición no lograron hacer mella en la
fluidez de sus palabras.
"No me puse en huelga porque hayamos tenido a la policía golpeando en
Pinar del Río. El último caso fue en febrero, cuando el jefe de sector
Orestes Castel agredió al activista de la Unpacu Wenceslao Chirino. Lo
hago por solidaridad con las justas reclamaciones de los demás
huelguistas", cuenta ese hombre, pequeño de estatura, que tuvo el coraje
de hacerle una décima, en julio del 2010, al coronel que le presionaba
para que partiera al exilio por las gestiones del Cardenal Jaime Ortega
Alamino. El primer verso decía: "Para España no me voy aunque la cosa
esté dura; me voy pa´ entronque de Herradura o me quedo donde estoy (la
cárcel)". Eso le costó un año más de prisión, a pesar de su precaria
condición de salud.
Díaz Fleitas, de 64 años, compara la situación migratoria actual con la
fuga de los esclavos hacia los palenques. "Aunque digan que la
emigración en Cuba es por problemas económicos, los que realmente los
tienen no pueden huir. Los que se van lo hacen por la política aunque no
sean activistas . Hay que parar esta huida", sentencia. Dos de sus hijas
viven en Estados Unidos y recibieron represalias gubernamentales desde
la niñez a causa de su militancia.
"He sentido el apoyo de la oposición en Pinar del Río. Desde que comencé
la huelga, el teléfono no ha parado de sonar. Yo convoqué a la Unpacu de
la provincia a un ayuno en apoyo a los huelguistas, pero enseguida el
coronel Mario, de la Seguridad del Estado, vino a advertirme de que bajo
ningún concepto nos dejaría reunirnos y desplegó un operativo tremendo.
Solamente lograron llegar tres activistas a mi casa". En Díaz Fleitas,
que para mitigar los calambres se acuesta en el suelo, se ven los rasgos
de la pérdida de peso.
"Voy a abandonar la huelga porque tengo que atender a mi anciana madre y
a mi cuñado, que está en una fase muy avanzada de su enfermedad. En
estas condiciones no puedo manejar y yo soy el que los lleva cada vez
que necesitan ir al médico", explica, obviando las muchas enfermedades
propias que llevaron a sus amigos a pedirle que no comenzara la protesta.
En 1988, Díaz Fleitas comenzó el activismo político, pero organiza su
tiempo para ocuparse de las labores agrícolas en la vega familiar "Ahora
tengo sembrados malanga, boniato y yuca, además del cuidado del ganado",
explica.
El opositor considera que al Gobierno no le importan métodos de protesta
como el que él acaba de finalizar, pero considera que son un gesto
importante. "Aunque la huelga tiene repercusión internacional, en el
ámbito nacional no la tiene. Un agente de la seguridad del Estado me
dijo descaradamente que si me moría era menos trabajo para ellos. Pero
tenga o no impacto nacional, la huelga es un paso de dignidad como
respuesta al dolor que sufre el pueblo".
Source: Para Díaz Fleitas, "la huelga de hambre es un paso de dignidad"
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http://www.14ymedio.com/nacional/Diaz-Fleitas-huelga-hambre-dignidad_0_2046395345.html
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