Falta identidad para recordar
[03-12-2015 23:34:44]
Aimée Cabrera
Corresponsal
(www.miscelaneasdecuba.net).- Las mentes de los cubanos están más al
tanto de ver cómo se van del país, o de qué nuevo hay en el paquete de
programación insertado a sus USB cada semana. Las fechas históricas
pierden cada vez más, su sentir patriótico.
Vecinos de todas las edades que caminan a diario por la Calle Aramburu
hacia la de Vapor en el municipio Centro Habana no se detienen ante la
pared que mantiene las siluetas de los nichos del Cementerio de Espada,
necrópolis que incluía las actuales Calles Espada y Marina entre otras.
Fue en ese camposanto donde un grupo de estudiantes del primer año de
medicina se entretuvieron en travesuras propias de sus edades, sin saber
que esa sería su sentencia de muerte y que los acompañarían otros que ni
habían estado en el lugar de los hechos.
Según Raimundo Cabrera (1852-1923) en su novela Sombras que pasan
editada por Letras Cubanas en 1984, "Del 68 hasta el 71… las familias
cubanas vivían aterrorizadas. El rumor de los estudiantes de medicina,
presos en el aula de San Dionisio por el gobernador López Robert, habían
profanado el sepulcro de Castañón,,,, exaltó las pasiones de aquella
soldadesca improvisada".
Más adelante Cabrera que describe los días 26 y 27 de noviembre de 1871
como testigo presencial destaca que "En esas veinticuatro horas largas y
tristes que terminaron con el fusilamiento en la plaza pública de ocho
niños inocentes y la condenación de cuarenta a presidio, no hubo casa…
en que se recogiera nadie en su lecho ni se pusieran manteles en las mesas"
El terror que produjo la injusta sentencia de fusilarlos el 27 está casi
olvidada. Los jóvenes universitarios hacen sus actos en apariencia
patrióticos pero muchos desandan las calles compartiendo sorbos de
cerveza o de ron, sin distinción de género, como vía de escape a una
jornada de estudios.
A diario y en las tardes, los que estudian en La Colina bajan por la
Calle San Lázaro. Las muchachas no hablan, gritan y en sus frases se
escuchan palabras obscenas, los varones ríen y ven natural el
comportamiento nada femenino de sus colegas. Dos botellas de cerveza se
comparten entre seis.
El respeto por quienes, como los estudiantes de medicina ofrendaron sus
vidas para enriquecer la parte triste de la historia de Cuba es
desconocido o no interesa. Las nuevas generaciones de estudiantes
universitarios en su mayoría no parecen preparados para continuar el legado.
Source: Falta identidad para recordar - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5660c3843a682e14c4ad58f3#.VmGvpfmDGko
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