Europa, relojes atrasados y almanaques sin hojas

Europa, relojes atrasados y almanaques sin hojas
RAÚL RIVERO

Madrid — Los funcionarios de la Unión Europea que llevan los asuntos de
las relaciones con Cuba y los gorilas trajeados que manda La Habana a
Bruselas podrán tener sus diferencias. Y las tienen. Pero hay un tema
abstracto y complejo en el que coinciden plenamente: la noción del
tiempo. Acordaron esta semana debatir anualmente sobre los derechos
humanos en la isla. No especificaron por cuantos años.

Un comunicado oficial emitido por la UE al termino de un reunión sobre
esa materia con un enviado del régimen explica que la cita se realizó
para mejorar el entendimiento mutuo y, además, intercambiar experiencias
y buenas practicas, así como identificar áreas de trabajo.

Los almanaques y los relojes que usan los europeos y sus socios del
Caribe para abordar la cuestión de los derechos humanos son diferentes a
los que marcan el tiempo de los acuerdos sobre las relaciones políticas
y las inversiones. Aquí también hay sintonía entre los demócratas y los
representantes de la dictadura de más de medio siglo. Las manecillas
tiene mayor velocidad y las hojas del calendario se caen pronto.

El texto suscrito ahora por Europa quiere dejar la impresión general de
que los campeones de las libertades reconocen, de puntillas, el
expediente de violadores de sus interlocutores y que están dispuestos a
un diálogo "franco y constructivo" para profundizar sus relaciones y
apoyar el respeto de los derechos humanos, pero sin apuros y sin enfadar
a quienes les han abierto las ruinas de un país a sus inversores.

Los políticos europeos conocen en detalles la realidad que se vive en
Cuba y, por eso mismo, la pieza está redactada por un burócrata europeo
con vocación de cirujano. Así es de precisa y cuidadosa a la hora de
tratar de eventuales convenios de libertades y derechos con un gobierno
sostenido por los tanques de guerra.

Algunas entregas tienen su precio. En este caso es el de la imagen
oscura y distante de la Unión Europea ante los grandes sectores de la
sociedad cubana, la ciudadanía que quiere oportunidades de elegir a sus
dirigentes, trabajar por un salario decente y tener libertad para
expresarse y hacer publicas sus ideas políticas.

Esa coincidencia de los funcionarios de la UE y el castrismo en su
propósito de examinar el respeto de los derechos humanos en Cuba
anualmente hasta la eternidad, tiene, por otra parte, un mensaje
particular acerca de la solidaridad para la oposición pacifica, los
presos políticos y el periodismo independiente.

Lo entenderán enseguida en sus celdas tapiadas, en las calles bajo las
palizas los mítines de repudio y los asaltos a sus viviendas quienes
luchan y trabajan todos los días para cambiar allá los mecanismos
obsoletos y represivos impuestos por una monarquía sin pedigrí y su
comparsa ambigua de aceres ilustrados.

Source: Europa, relojes atrasados y almanaques sin hojas | El Nuevo
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