Nueva Ley de Inversión extranjera: el apartheid cubano
Todos podrán invertir excepto los cubanos de la isla. Los inversores no
pagan impuestos sobre utilidades por ocho años después de firmar contrato
lunes, marzo 31, 2014 | Yusnaby
LA HABANA, Cuba. – La Asamblea Nacional de Cuba aprobó ayer, 29 de
marzo, la nueva Ley de Inversión Extranjera (promovida por el gobierno)
con el objetivo de contribuir a "actualizar el socialismo". Los cubanos
aún no hemos tenido acceso a su total contenido, pero la prensa oficial
y la extra-oficial han filtrado detalles.
La nueva ley modifica la anterior, puesta en vigor en 1995, con el
objetivo de motivar una mayor inversión extranjera en Cuba, hasta el
momento muy limitada. Según el ministro de Comercio Exterior e Inversión
Extranjera, Rodrigo Malmierca, serán necesarios entre 2,000 y 2,500
millones de USD al año para apoyar el desarrollo del país. Esta Ley ha
sido calificada por el Parlamento como "estratégica" y "trascendental".
Las filtraciones en días pasados indican que la ley autoriza la
inversión foránea en todos los sectores de la economía excepto salud,
educación e instituciones armadas. Por primera vez se permitirá una
inversión con 100% de capital extranjero.
La nueva ley, al igual que la de 1995, permite que los cubanos emigrados
residentes en el exterior inviertan en Cuba. Sin embargo, los cubanos
residentes en la isla seguirán sin contar con la posibilidad de invertir
en su propio país a diferencia que cualquier foráneo o cubano emigrado.
M. González, especialista comercial de una conocida empresa de
distribución de alimentos comenta "¿Cómo es posible que aquellos que
emigraron a Miami, que nos obligaron a llamar 'gusanos', 'vendepatrias'
y otras cosas peores, ahora tengan el privilegio de poder invertir en
Cuba, mientras que a los que nos quedamos "defendiendo la revolución" no
nos dejan más que poner un puesto de viandas? Mira, la verdad es que
aunque quisiera no tengo el dinero para invertir en nada, pero me parece
otra bofetada en la cara por parte del Gobierno, como la de los precios
de los carros. "
Algunos de los importantes incentivos a los inversores son de tipo
fiscal: la nueva ley baja al 15% el impuesto sobre las utilidades y
elimina el impuesto sobre la mano de obra. Los impuestos sobre las
utilidades de la minería, el petróleo y otras empresas de materias
primas se limitan a 22,5 por ciento (en la ley anterior eran del 45%).
Además, los inversores están exentos del pago de un impuesto sobre las
utilidades durante ocho años después de la firma del acuerdo.
Otro tema que ha suscitado mucho interés es la contratación de la mano
de obra local. Las nuevas empresas 100% extranjeras (al igual que las
mixtas) deberán contratar mano de obra a través de empresas estatales,
gestoras de recursos humanos. Se indica que los salarios serán en pesos
cubanos y se pactarán entre el inversor y la empresa de contratación.
Esto sería una buena noticia para los inversores pues podrán normalizar
sus procesos de contratación, hasta hoy oscuros, pagando oficialmente
una suma a los empleados y bajo la mesa otra. Además, el que sus
empleados ganen salarios competitivos, aumentará la confianza del
inversor en mantener la motivación de su plantilla. Sin embargo, todavía
permanece el riesgo de corrupción dentro de la empresa empleadora
estatal en asuntos como la "venta" de puestos de trabajos.
El gobierno cubano debe trabajar fuertemente en lograr la credibilidad
que motive a inversionistas extranjeros, para esto, Malmierca,
puntualizó que habrá garantías a inversores en cuanto a la "protección"
de las propiedades adquiridas y a la libre transferencia de sus
utilidades en divisas al exterior. Sin embargo, aún quedan elementos
poco transparentes, como los criterios de aprobación o rechazo de una
propuesta de inversión. Según el propio ministro "deben ofrecer
posibilidades acorde con la cartera de inversiones que ya tenemos o que
ofrezcan negocios de interés sustantivo para el país". Además no se
permitirá la inversión de personas con "posicionamiento adverso al
proceso revolucionario" o "asociadas a la mafia terrorista miamense".
Sería interesante que el MINCEX explicase transparentemente cómo se
valorarán estos "criterios".
También se espera que esta Ley catalice cambios en otras leyes
existentes con las que podría haber contradicciones. Una de ellas son
los medios de comunicación. Según la ley vigente, los medios de
comunicaciones deberán ser 100% estatales; sin embargo, las
comunicaciones es un sector aparentemente abierto a la inversión extranjera.
J. Suárez, español de visita a la isla y potencialmente interesado en
invertir comentó: "Este es un buen paso adelante, pero todavía el
Gobierno tiene que aclarar algunos aspectos. Por ejemplo, es inevitable
que los precios de los coches sean revisados a partir de esta ley.
Ningún inversor en su sano juicio va a invertir 200,000 USD en comprarse
2 vehículos"
En resumen, la aprobación de esta Ley despierta un optimismo cauto entre
los extranjeros. Habrá que esperar a que la Ley de Inversión Extranjera
y sus normas asociadas sean publicadas para leer la letra pequeña y
analizar todos sus detalles. Entre los cubanos, la ley causa
indiferencia y, en casos, frustración por verse discriminados por vivir
en Cuba. Una segregación, sin dudas, denigrante.
Source: Nueva Ley de Inversión extranjera: el apartheid cubano | Cubanet
-
http://www.cubanet.org/noticias/nueva-ley-de-inversion-extranjera-el-apartheid-cubano/
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