El Mundo Celebra, Cuba arremete contra Opositores
[19-12-2012]
Ariel Lázaro Fernández González
Corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- El pasado 10 de diciembre, el mundo
celebró el 65 aniversario de la firma en las Naciones Unidas de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, un hecho que marcó un
hito en la historia mundial pues fue la primera vez que un grupo de
naciones reconocía los Derechos Elementales y Básicos con que nacen los
seres humanos.
Nuestro país que es firmante de esta Declaración, pues organizó un
festejo muy diferente al de los demás, confieso que nada se me pareció
más a lo que hacían los esbirros del dictador cubano Fulgencio Batista
cuando iban a enviar a un opositor para el otro mundo, la expresión de
la cara de los que me trasladaron no era otra y sus expresiones de odio
no reflejaban nada halagüeño.
Fui detenido en la calle Línea y D, en el otrora aristocrático reparto
del Vedado por cinco agentes de la Sección de Enfrentamiento de la
Seguridad del Estado, dos de los cuales ya conocía porque me habían
detenido en varias oportunidades anteriores, los cuales aparatosamente a
la vista de un concurrido populacho que a esa hora transitaba por esa
vía saltaron de un vehículo como si se tratara de capturar al propio Bin
Laden.
Me introdujeron en el vehículo encubierto y me trasladaron hacia la
unidad policial ubicada en Infanta y Manglar, en el municipio Cerro,
lugar que servía de puesto de mando a la policía política y donde me
encontré con más de 20 opositores que ya estaban detenidos en dicha
dependencia, entre los que pude reconocer se encontraba Laura Labrada
Pollán, Vladimir Alejo Miranda y Pavel Herrera Hernández.
Evidentemente al existir tal concentración de opositores pues no nos
quedaba otra alternativa que hacer nuestra propia celebración desde
atrás de las rejas, era un problema de que nadie nos podía impedir que
hiciéramos uso de nuestros derechos a la libertad de expresión y qué
mejor lugar para darle una lección a nuestros captores y los policías
que se prestan a seguirles el juego a ellos.
Comenzamos a gritar tan alto que en menos de un segundo parecíamos un
coro entrenado, nuestras voces se convirtieron en una sola y prontamente
comenzaron a llegar a los calabozos numerosos oficiales y agentes,
pensaron que su presencia nos haría callar, nada más equivocado, como
vieron que la cosa se ponía cada vez más candente, pues comenzaron a
sacarnos de dos en dos y nos trasladaron a diferentes unidades de la
policía regular.
A mí me toco visitar la ubicada en Aguilera, municipio Diez de Octubre,
junto a una Dama de Blanco y a Pavel Herrera Hernández, fuimos
internados en diferentes celdas infrahumanas e incluso no se expidió la
correspondiente acta de detención, por lo cual podríamos haber pasado
días y días detenidos sin que nadie supiera donde nos encontrábamos y de
paso sumaban una nueva violación contra pacíficas personas.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=38036
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