Robo de cerebros, ¿y qué hay de la evasión?
julio 28, 2012
Dariela Aquique HAVANA TIMES — Mucho se ha hablado durante todos los períodos históricos de las sociedades, de cómo las grandes potencias económicas han fomentado el llamado robo de cerebros a los países menos desarrollados. Por supuesto que las naciones más ricas siempre se las han ingeniado para expoliar de sus recursos a las más pobres, y el capital humano no ha sido la excepción de la regla. Pero en este caso específicamente, otros factores entran a jugar, y es que el supuesto robo (no es tan robo), sí obedece al consentimiento de quien está siendo robado. Estas fugas de cerebros siempre son consensuadas: quien tiene el capital económico propone y quien posee el capital intelectual dispone. Claro, que no es muy ético aprovecharse de la necesidad de los otros, pero esas son las leyes en la jungla de asfalto. Durante siglos, relevantes personalidades de las ciencias, las letras y las artes, han ido a dar a las grandes metrópolis, por una u otra razón. Pero ahora mismo en Cuba, acontece un fenómeno, que guarda cierta relación con esto, aunque analizado desde otra perspectiva y es a lo que yo he dado en llamar: evasión de cerebros. Muchos profesionales que permanecen en el país se desvinculan del ejercicio de sus carreras, para dedicarse a otros trabajos que le son mejor remunerados. Les cuento esta historia de una amiga cercana. Ella es bióloga, graduada con título de oro, muy ducha en su materia. Se graduó hace apenas cinco años y tuvo muchos reconocimientos durante su etapa de adiestramiento laboral. Luego fue reubicada en otro centro y comenzó una maestría. Estaba realmente muy entusiasmada. Pero resulta que en este último año, siente que no hace nada realmente importante y peor aún nada edificante para ella como experta. El salario que percibe es ínfimo para cubrir sus necesidades básicas y la de su niño que acaba de nacer. Y para colmo de males, su jefa no le autoriza ir a La Habana a discutir su tesis de maestría, porque el contenido es de investigación y eso no es de interés para el centro, ni está incluido en la hoja de cargo de la plaza que ocupa. Mi amiga altamente frustrada, ha decidido abandonar su trabajo, pidió la baja y se está dedicando a hacer cakes y pasteles para las Paladares y otros encargos particulares. Cuenta que le va muy bien, que en una semana, gana el doble y hasta el triple de lo que recibía mensualmente en su trabajo. Mi amiga es un cerebro que no ha sido robado por los capitalistas, ella es un cerebro que se evadió, aquí en el territorio nacional. La semana pasada fui a comer a una Paladar, con insuperables ofertas, una envidiable factura y un trato de excelencia, (me invitaron dos amigas mías ex-actrices, que residen en España). El dueño del lugar es muy carismático y después de comer se nos unió a conversar y a beber unas cervezas. En la charla supe que era oftalmólogo, especializado en pediatría, pero abandonó la bata blanca y el estetoscopio, por la gastronomía cuentapropista. Dice que como médico, no le daba la cuenta. Así sé de muchos sociólogos, de camareros en hoteles, ingenieros que venden en un catre. En fin, sé de muchos cerebros no precisamente robados, sino evadidos, por circunstancias reales y absoluta decisión personal. Nota: Les pido de antemano y encarecidamente a determinados comentaristas, limitarse a hablar del post, argumentar, proponer soluciones, pero por favor, no me pongan ejemplos de la crisis mundial, ni la problemática obrera en España, ni ninguna otra parte. Yo me refiero a la situación dentro del territorio nacional. Gracias http://www.havanatimes.org/sp/?p=68315
julio 28, 2012
Dariela Aquique HAVANA TIMES — Mucho se ha hablado durante todos los períodos históricos de las sociedades, de cómo las grandes potencias económicas han fomentado el llamado robo de cerebros a los países menos desarrollados. Por supuesto que las naciones más ricas siempre se las han ingeniado para expoliar de sus recursos a las más pobres, y el capital humano no ha sido la excepción de la regla. Pero en este caso específicamente, otros factores entran a jugar, y es que el supuesto robo (no es tan robo), sí obedece al consentimiento de quien está siendo robado. Estas fugas de cerebros siempre son consensuadas: quien tiene el capital económico propone y quien posee el capital intelectual dispone. Claro, que no es muy ético aprovecharse de la necesidad de los otros, pero esas son las leyes en la jungla de asfalto. Durante siglos, relevantes personalidades de las ciencias, las letras y las artes, han ido a dar a las grandes metrópolis, por una u otra razón. Pero ahora mismo en Cuba, acontece un fenómeno, que guarda cierta relación con esto, aunque analizado desde otra perspectiva y es a lo que yo he dado en llamar: evasión de cerebros. Muchos profesionales que permanecen en el país se desvinculan del ejercicio de sus carreras, para dedicarse a otros trabajos que le son mejor remunerados. Les cuento esta historia de una amiga cercana. Ella es bióloga, graduada con título de oro, muy ducha en su materia. Se graduó hace apenas cinco años y tuvo muchos reconocimientos durante su etapa de adiestramiento laboral. Luego fue reubicada en otro centro y comenzó una maestría. Estaba realmente muy entusiasmada. Pero resulta que en este último año, siente que no hace nada realmente importante y peor aún nada edificante para ella como experta. El salario que percibe es ínfimo para cubrir sus necesidades básicas y la de su niño que acaba de nacer. Y para colmo de males, su jefa no le autoriza ir a La Habana a discutir su tesis de maestría, porque el contenido es de investigación y eso no es de interés para el centro, ni está incluido en la hoja de cargo de la plaza que ocupa. Mi amiga altamente frustrada, ha decidido abandonar su trabajo, pidió la baja y se está dedicando a hacer cakes y pasteles para las Paladares y otros encargos particulares. Cuenta que le va muy bien, que en una semana, gana el doble y hasta el triple de lo que recibía mensualmente en su trabajo. Mi amiga es un cerebro que no ha sido robado por los capitalistas, ella es un cerebro que se evadió, aquí en el territorio nacional. La semana pasada fui a comer a una Paladar, con insuperables ofertas, una envidiable factura y un trato de excelencia, (me invitaron dos amigas mías ex-actrices, que residen en España). El dueño del lugar es muy carismático y después de comer se nos unió a conversar y a beber unas cervezas. En la charla supe que era oftalmólogo, especializado en pediatría, pero abandonó la bata blanca y el estetoscopio, por la gastronomía cuentapropista. Dice que como médico, no le daba la cuenta. Así sé de muchos sociólogos, de camareros en hoteles, ingenieros que venden en un catre. En fin, sé de muchos cerebros no precisamente robados, sino evadidos, por circunstancias reales y absoluta decisión personal. Nota: Les pido de antemano y encarecidamente a determinados comentaristas, limitarse a hablar del post, argumentar, proponer soluciones, pero por favor, no me pongan ejemplos de la crisis mundial, ni la problemática obrera en España, ni ninguna otra parte. Yo me refiero a la situación dentro del territorio nacional. Gracias http://www.havanatimes.org/sp/?p=68315
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