Lunes, 27 de Febrero de 2012 06:02
Tania Díaz Castro
Santa Fe, La Habana (PD) El 1ro de febrero el periódico Juventud Rebelde
publicó una información tan ambigua sobre el programa nacional para la
erradicación de los solares, cuarterías o ciudadelas, que lleva a cabo
el gobierno castrista, que muchos se preguntan en qué consiste en
realidad dicho programa después de leer la información, proveniente en
este caso de la provincia de Villa Clara.calle_habana_cuba
En primer lugar no dice cuántos solares hay en esa provincia y mucho
menos en Santa Clara, su capital, donde fueron eliminados 18 y mejorados
32. Ni siquiera se dice cuántos quedan por eliminar y cuántos por mejorar.
Conclusión: ¿si el programa es para erradicar las ciudadelas, por qué
entonces se mejoran?
Pero algo podemos sacar en conclusión con esta información tan
incompleta. Según Gómez Noboa, director de la Unidad Provincial
Inversionista de la Vivienda, para el acondicionamiento de esos
miserables inmuebles –servicio sanitario, cocina, y pisos- se invirtió
un millón 700 mil pesos cubanos. O sea, unos mil y pico de euros y algo
menos de dólares como equivalente por cada solar.
No vamos a detenernos en que esos solares estuvieron durante largos años
en pésimo estado, sin cocina, sin baño, y sin pisos de losa o baldosa.
Detengámonos en algo que en días pasados me llamó la tención y que me
dice que la solución la teníamos desde hace mucho tiempo si las cosas se
hubieran hecho bien:
Otra información extraída de Internet nos dice que en el Hotel Ritz, uno
de los más lujosos de España, situado en el corazón de Madrid, donde se
hospedan los millonarios, donde Frank Sinatra tenía su piano blanco de
cola siempre esperándolo y Ava Gardner fue echada de allí por sus
conquistas sexuales y sus borracheras, Fidel Castro Ruz, el líder de uno
de los países más pobres del mundo, tenía siempre su habitación tipo
suite real, con sábanas de lino bordadas, exclusivas alfombras, baños de
mármol al estilo clásico y una cama tamaño King, cada vez que visitaba
España, habitación que no bajaba de 500 euros por día.
Sacando cuentas, es fácil saber que sólo con dos o tres días de
hospedaje, si nos guiamos por la numerosa escolta que siempre lo
acompañaba, fácilmente se hubiera podido erradicar un número
indeterminado de solares, algo que hubiera controlado el curso de su
intensa proliferación en cualquiera de nuestras provincias, sobre todo
en La Habana.
Pero las cuentas no se sacaban y el despilfarro era y es descomunal.
Mientras, el pueblo paga no sólo con su mal vivir, sino además, paga
esos lujos con su trabajo.
Es por eso que la Internet no es aconsejable en un país socialista, en
una dictadura. Fácilmente aparecen sus dirigentes hospedados en
costosísimos hoteles junto a importantes familias de la aristocracia
mundial y artistas y personajes millonarios, como si los líderes
comunistas tuvieran también pedigrí en su ADN. En el Ritz, entre
Margaret Thatcher, emperadores y príncipes, andaba también Fidel Castro,
el rey de los pobres cubanos.
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/3492-sacar-cuentas.html
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