[27-02-2012]
Lic. Sergio Ramos
(www.miscelaneasdecuba.net).- La asfixiada dictadura cubana vuelve a
escarbar en el exilio recursos económicos que su economía es incapaz de
producir y de nuevo, crear mas discordias entre los compatriotas que
residen fuera. El regimen ha hecho un llamado a un nuevo "diálogo" con
aquellos "inmigrantes" que son "respetuosos" con la tiranía.
Esta claro que cuando el cinto le aprieta, el régimen cubano trata de
inventar nuevas modalidades de saquearle el bolsillo al cubano de afuera
creando nuevas modalidades de arbitrios para los que por alguna u otra
razón tienen que viajar a Cuba para socorrer a los suyos, dada
incapacidad del gobierno de resolver los problemas básicos de sus
ciudadanos.
La dictadura se ha caracterizado por el chantaje como medio de control
al ciudadano, aun a aquellos que estan fuera del país, y el cual es
ejercido muchas veces con la sutilidad que infunde el miedo a recibir
represalias y castigos como la prohibición de no poder ver y ayudar más
a los seres queridos quedados en el cautiverio o por lo que a ellos
pudieran hacerle los indolentes opresores.
Es evidente que cada vez que la dictadura llama a un 'diálogo' a los
cubanos residentes en el exterior, el resultado es un monólogo con el
conclave de agentotes, chantajeados y corderitos que pacientemente
escuchan y aclaman todo lo que allí, a modo de instrucciones y ordenes,
se les imparte por las autoridades dictatoriales.
No es de extrañar la presencia de nuevas caras que responderán a la
convocatoria por maldad, por presión o por ingenuidad. Nada de asombrar,
pues en todo proceso libertario, hay quienes padecen de flojera de
principios, que les provocan genuflexiones ante los dueños del poder
absoluto. ¿Acaso no hubo cuerpos de "voluntarios" y los llamados
"guerrilleros" integrados por cubanos para reprimir a las tropas del
Ejército Libertador y los opositores al colonialismo español durante la
Guerra de Independencia? Esta claro que entre apóstoles siempre hay
Judas Iscariote.
El que respeta a una dictadura abyecta y cruel como la cubana, que ha
asesinado miles de seres humanos incluyendo niños y ancianos, avala el
crimen espantoso de lesa humanidad que han cometido los verdugos del
pueblo y en consecuencia, denigra a quienes reverencian con su respeto
al opresor.
Y es que las dictaduras no merecen respeto, sino repudio. Se ha de
repudiar su usurpación del poder que compete al pueblo; el abuso y el
atropello a los ciudadanos por la casta de gobernantes despóticos y
corruptos; las violaciones de los derechos humanos al pueblo; las
torturas, las prisiones políticas y asesinato de aquellos quienes no les
guardan complacencia ni obediencia ciega al tirano.
Al tirano, a todo tirano, se le debe repudiar, y ese repudio
irrespetuoso y desafiante, es la manifestación lícita de la indignación
ante la injusticia que intrínsecamente encierra todo régimen dictatorial.
El repudio al dictador se manifiesta a través de la denuncia y de la
lucha abierta y frontal contra la tiranía. Y al así repudiarlo, se
dignifica al ser humano y se respeta al pueblo, honrando a todos y cada
uno de los ciudadanos por cuyos derechos y libertades se procura en aras
de la justicia y la convivencia pacifica de todos en patria, hoy pisoteada.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35251
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