Entre esas medidas está un severo recorte de las "plantillas infladas"
en el sector público mediante la eliminación de medio millón de puestos
de trabajo de aquí a marzo
FERNANDO GARCÍA | LA HABANA | 01/11/2010 | Actualizada a las 18:46h |
Internacional
El presidente Raúl Castro advirtió este lunes del peligro de que la
revolución vaya "al precipicio" si los trabajadores no asumen la
necesidad de las reformas que el Gobierno acaba de lanzar para
"actualizar el modelo económico" de la isla.
Entre esas medidas está un severo recorte de las "plantillas infladas"
en el sector público mediante la eliminación de medio millón de puestos
de trabajo de aquí a marzo y, para compensar los despidos y reactivar la
economía, la autorización del trabajo por cuenta propia y la creación de
pequeñas empresas privadas.
En su enérgica intervención, dirigida a la cúpula del sindicato único,
Castro afirmó que Cuba "no está copiando a ningún país" al aplicar
dichas reformas. Se trata –añadió– un producto autóctono, ajustado a
nuestras características y sin renunciar en lo más mínimo a la
construcción del socialismo". El dirigente caribeño replicaba así, de
modo implícito, a las comparaciones que muchos analistas están
estableciendo entre esos cambios y los realizados en su momento en China
y Vietnam.
Los ajustes en Cuba, acompañados de alzas en el precio de la gasolina y
la luz, están encontrando las mayores resistencias en el pago de los
nuevos y elevados impuestos dentro del sector privado.
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