Viernes 30 de Julio de 2010 09:34 Agencias
El disidente Guillermo Fariñas, que pasó más de cuatro meses en huelga
de hambre por la causa de los presos políticos, y este jueves abandonó
el hospital donde estaba ingresado, llamó a seguir abriendo puertas por
las libertades y la democracia en Cuba.
En una entrevista con la agencia EFE en su domicilio en Santa Clara, al
que regresó después de recibir el alta hospitalaria, Fariñas afirmó que
Cuba vive una "coyuntura histórica importante", que situó entre la
muerte del preso político Orlando Zapata y la promesa del gobierno de
Raúl Castro de liberar a los disidentes encarcelados.
"Pero no debemos confiarnos. No debemos acomodarnos. Debemos seguir
empujando otras puertas", manifestó el opositor en referencia a la
excarcelación de todos los disidentes presos, más allá de los 52 a los
que se ha comprometido el régimen cubano.
Cuando se logre este objetivo, es necesario conseguir "modificar las
leyes, y abrir la libertad de expresión, la libertad de asociación, de
los medios de comunicación, la libertad de ser independiente
económicamente o la libertad de la propiedad privada", dijo.
"Todo eso debe abrirse sin que por ello haya que eliminar la salud
pública gratuita, la educación gratuita ni la seguridad social
gratuita", agregó Fariñas, quien puso como ejemplo el sistema de
protección social de muchas democracias europeas.
El periodista y psicólogo de 47 años comenzó el pasado 24 de febrero una
huelga de hambre y sed que duró 134 días y que sólo abandonó cuando el
Gobierno se comprometió a la liberación de presos políticos, como
resultado del proceso de diálogo iniciado en mayo con la Iglesia
Católica cubana, que recibió el apoyo de España.
El disidente ingresó el 11 de marzo en una unidad de terapia intensiva,
donde lo mantuvieron con medicación y alimentación parenteral, y se
llegó a temer por su vida después del empeoramiento de su salud por la
aparición de una trombosis yugular.
Sobre la excarcelación de los primeros 20 presos que han viajado a
España, Fariñas dijo en otra entrevista, con la agencia AP: "Nos
alegramos de las liberaciones, pero nos hubiese gustado que no fueran
(directamente) de la prisión al aeropuerto, que pasaran por sus
hogares". No obstante, admitió que "a veces en las negociaciones hay que
ceder".
Reiteró que "su ayuno fue pospuesto" hasta el 7 de noviembre, fecha en
que se vence el plazo dado por el gobierno para liberar a los 52
prisioneros políticos.
"Hay que ver si se cumplen los objetivos, quedan varios presos políticos
que decidieron no irse (de Cuba) y no están liberados. Hay que esperar a
ver si el gobierno cumple o si solo buscó disminuir tensiones", subrayó
el opositor.
En sus declaraciones a EFE consideró que, en cualquier caso, las
excarcelaciones son una victoria, tanto para el gobierno, "porque ha
aprendido a ser flexible con sus opositores", como para la disidencia,
porque aprendió que "con perseverancia, dignidad y no violencia se
pueden lograr objetivos".
Si el régimen libera a todos los presos políticos, la disidencia cubana
"debe entrar en otra etapa, que es sentarse a valorar qué nos une y qué
nos separa. Y trabajar en lo que nos une y dejar lo que nos separa para
cuando haya democracia en Cuba", afirmó.
Sobre la reaparición de Fidel Castro en coincidencia con el proceso de
excarcelaciones, Fariñas opinó que obedece a varios factores; uno de
ellos es "robar protagonismo" y el otro es enviar un mensaje de
tranquilidad al sector más duro del "castrismo", que no ve con buenos
ojos el "reformismo" de Raúl Castro.
En cuanto a la Posición Común de la Unión Europea sobre Cuba, Fariñas
consideró que no debe ser modificada.
"Es un paso importante que se liberen los presos políticos, pero la
Posición Común está ahí para que Cuba dé muestras de avances en el tema
de los derechos humanos y las libertades", dijo.
A su juicio, la excarcelación de presos políticos es un gesto que se
aplaude, pero que no resuelve el tema cubano porque en la Isla siguen
existiendo las leyes y el marco jurídico que permite encarcelar a
opositores.
Según la AP, Fariñas dijo estar dispuesto a viajar a otro país para
operarse el trombo que tiene en la yugular, si no se logra solucionar
ese problema con el tratamiento que le prescribieron en el hospital de
Santa Clara.
"Vamos a ver cómo evoluciona, si necesito una angioplastia habría que
hacerlo en el exterior. Lo aceptaría, pero para regresar a Cuba después
(…) Yo no firmo ninguna tarjeta de no regresar a mi país", recalcó.
http://www.diariodecuba.net/cuba/81-cuba/2632-farinas-debemos-seguir-empujando-otras-puertas.html
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