Miriam Leyva
LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Hugo Chávez viajó a La
Habana para conversar unas horas y almorzar con Fidel Castro, así como
reunirse brevemente con el General Raúl Castro, quien lo recibió y
despidió en el aeropuerto el 24 de noviembre. Poco después, agasajó al
mandatario iraní Mahmud Ahmadinyad, procedente de Bolivia tras varias
horas con Evo Morales, y tras iniciar su periplo en Brasil con Lula da
Silva.
Los medios anunciaron la visita de Chávez al día siguiente, destacando
el ambiente fraterno de las conversaciones sobre "importantes temas de
carácter internacional, en particular la próxima Cumbre del ALBA en La
Habana. Pero es imposible soslayar que ocurrió poco antes de la llegada
del iraní a Caracas.
El énfasis propagandístico de La Habana sobre la visita de Ahmadineyad a
Bolivia se puso en la firma de una Declaración Conjunta de 19 puntos,
que defiende el "derecho legítimo al uso y desarrollo de energía
nuclear para fines pacífico"; los acuerdos de colaboración, y la
inauguración de un hospital de tercer nivel en El Alto, una planta
procesadora de leche en Cochabamba, y la reparación de dos centros de
hemodiálisis y una oficina de petróleo en Santa Cruz. En realidad, el
país, situado en el corazón de Sudamérica y con importantes recursos
minerales, puede ser fundamental en la estrategia geopolítica del frente
Castro-Chávez-Ahmadineyad.
En Caracas, las conversaciones oficiales se centraron en la próxima
suscripción de 70 acuerdos en diversas ramas, proyectos conjuntos como
un banco binacional, y la construcción de viviendas, ensamblaje de
bicicletas, automóviles y tractores, y la producción de alimentos en
Venezuela, según la prensa cubana. Ya existen 270 convenios, con énfasis
en el sector energético. La estancia de 24 horas debe haber bastado para
coordinar la política invasiva hacia América Latina. Ahmadineyad
gobierna apoyado por los elementos más radicales, lo que no sólo lo hace
un peligro desde el punto de vista del desarrollo del armamento nuclear,
sobre todo en este segundo mandato, cuestionado por gran parte de la
población.
El manto de la colaboración para el progreso de las naciones del área no
engaña. El Presidente venezolano tiene una complicada situación interna
después de haber dilapidado los inmensos ingresos del petróleo en su
populismo interno y sus ínfulas de César. No ha invertido en redes de
infraestructura vitales, por lo que la industria petrolera muestra
obsolescencia y las grandes reservas de petróleo y gas descubiertas
requieren grandes inversiones que no puede afrontar, para beneficio de
Irán y China que se aprestan a financiar, a cambio de comprometer el
futuro de Venezuela. También hay serios problemas de abastecimiento de
electricidad y agua a la población porque las redes no han sido
reparadas y ampliadas oportunamente. Se complica el panorama
económico-social por la escasez de alimentos, la caída de la producción
de la industria nacional, y el incremento incesante de la criminalidad.
Cae la popularidad de Chávez, a pesar de sus campañas Barrio Adentro y
otras realizadas con los profesionales y técnicos cubanos.
Por su parte, la crisis generalizada en Cuba crece. Tanto, que las
subvenciones venezolanas ya son insuficientes. Los tambores guerristas
de Chávez contra Colombia aduciendo la utilización de 7 bases por
Estados Unidos, procuran desviar la atención de la ciudadanía en
Venezuela. Pero pueden ser contraproducentes para sus objetivos
expansionistas en la región, que sufrieron un duro revés en Honduras,
por un desquiciado golpe de estado; al tiempo que crean mayor
incertidumbre para el futuro de las autoridades de La Habana, si la
ayuda económica sufriera por la desviación de recursos hacia un
conflicto bélico.
Los esfuerzos de Lula da Silva por reforzar la preponderancia de Brasil
en los esquemas integracionistas político, económico y militar de la
región, así como mediar en los diferendos entre sus vecinos, podrían
lesionarse por la confrontación chavista. Además, hay que considerar
que en 2010 habrá un nuevo presidente brasileño. China se abre paso
rápido en América Latina, y a sus intereses económicos y políticos
tampoco le conviene la tensión. Rusia suministra armamento a Venezuela y
tiene acuerdos de colaboración militar.
En ese contexto, Estados Unidos aún no muestra una política clara hacia
una región, donde históricamente prevaleció. Indudablemente, tendría que
lidiar con posiciones muy diversas, con incipientes democracias,
amenazadas por las rivalidades políticas, la corrupción, el
narcotráfico, la criminalidad, el desempleo y las desigualdades
socio-económicas, agudizadas por las consecuencias de la crisis
internacional y otros problemas. La irrupción de Irán podría abrir un
frente peligroso al terrorismo. De modo que urge una presencia
norteamericana constructiva acorde con el diálogo y la cooperación
lanzada por el Presidente Obama en el escenario internacional, pues
América Latina requiere una actuación política proactiva, de paz y
colaboración.
Las crisis económicas nacionales crean condiciones para que personas
egoístas procuren manipular la pobreza y la desesperación de los
pueblos, fomentando los nacionalismos radicales y los espejismos
populistas. El panorama latinoamericano se complica nuevamente.
Cuba: ¿Qué cocinan Fidel Castro and Company? (2 December 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/diciember/02_C_5.html
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