Cubanos enfurecidos con la ineficiencia del Gobierno de la isla
27 de junio de 2017 - 18:06 - Por IVÁN GARCÍA
Tras el discurso pronunciado por el presidente Trump sobre las
relaciones con La Habana,el régimen retoma la retórica con la que
intenta elevar una cortina de humo ante la escasez
LA HABANA.- El ventilador dejó de girar pasadas las 3:30 de la
madrugada, cuando en medio de un calor denso, una interrupción del
servicio eléctrico obligó a Ricardo, la esposa y sus dos hijos a dormir
en una colchoneta en el balcón de su apartamento en la barriada de
Lawton, a 30 minutos en automóvil del centro de La Habana.
Varias manzanas quedaron a oscuras. Alumbrados por velas o linternas,
decenas de vecinos se quejaban con palabras subidas de tono y críticas
punzantes sobre el mal desempeño de las empresas estatales de la
electricidad y el agua.
El apagón se extendió durante siete horas. "No pude plancharles los
uniformes a mis hijos que están en exámenes finales. Los mandé a la
escuela en ropa de calle. Ni mi marido ni yo fuimos a trabajar. Cuando
llegó la luz, después de las diez de la mañana, nos tiramos un rato en
la cama. Ya esta situación no hay quien la aguante. Es un problema tras
otro. La crisis del agua, que todavía nos sigue afectando, el transporte
público que es pésimo, los precios de la comida que no paran de subir y
ahora este apagón en medio de un calor terrible", expresa Zoraida,
esposa de Ricardo.
Transcurrido casi un mes de la rotura de una de las principales
conductoras de abasto de agua potable a La Habana, luego del intenso
despliegue informativo de la prensa oficial, entre justificaciones y un
optimismo exagerado, donde la radio, la televisión y los periódicos
notificaban los horarios y el día del suministro de agua en cada barrio,
tras la culminación de las reparaciones, concluida hace dos semanas, y
con la promesa de que el servicio se normalizaría paulatinamente,
diversas zonas de la capital aún siguen sufriendo afectaciones y los
medios de prensa ni siquiera ofrecen explicaciones.
"Unas 200.000 personas todavía continúan afectadas y están recibiendo el
agua cada tres días. Para el jueves 22 de junio se esperaba regularizar
el servicio, pero han surgido algunos problemas", señaló parcamente un
funcionario de Aguas de La Habana en el municipio Diez de Octubre, el de
mayor población en la capital.
Rumores
Los habaneros afectados no paran de quejarse. "En mi casa, el tanque que
tenemos en la azotea no tiene capacidad para que el agua pueda durar
tres días. A pesar que intentamos ahorrarla, en el baño, cocina y lavado
de ropa, el agua que podemos acopiar se gasta en dos días. El Gobierno
dispara una mentira tras otras. Primero se informó que la rotura era
cosa de una semana, a lo sumo dos. Y ya vamos para un mes. En vez de
armar tanta bulla con las medidas de Trump debieran centrarse en mejorar
las condiciones de vida de los cubanos", se queja Mario, residente en
Luyanó, barriada obrera al sur de la ciudad.
Los rumores sobre el recrudecimiento de la perenne crisis económica que
viven los cubanos, se esparcen por la ciudad. "De buena tinta, por un
amigo de mi hermano que es pincho del Partido [comunista], supe que para
el verano próximo el gobierno hará nuevos recortes en el consumo de
combustible de las empresas, y que las fábricas e industrias
improductivas van a cerrarlas hasta nuevo aviso. La escasez se nota. Los
agros estatales están vacíos y las tiendas en divisas desabastecidas. Se
comenta que en la sesión de la Asamblea del Poder Popular, el próximo 14
de julio, van a anunciar nuevas medidas de recortes. La cosa pinta fea",
dice Miriam, ama de casa, en el portal de una bodega en el municipio Cerro.
DIARIO LAS AMÉRICAS no pudo constatar la veracidad de esos comentarios y
rumores.
Un funcionario bancario que prefiere el anonimato considera que la
situación financiera del país es "bastante delicada. No hay suficiente
liquidez de divisas. Incluso los pagos de las diferentes deudas
contraídas con empresas extranjeras no se están efectuando. El turismo,
que aporta alrededor de 3.000 millones de dólares en ingresos, devora
casi el 60 por ciento de esos ingresos en la compra de insumos. Las
remesas son la tabla de salvación, pero con el desabastecimiento en las
tiendas por divisas y los altos precios, muchas personas gastan los
pesos convertibles en el mercado negro o el comercio paralelo de las
'mulas' que traen productos del extranjero. Una gran parte de ese dinero
no está retornando a las arcas del Estado, pues las personas involucrada
en esas actividades o lo ahorran o lo utilizan como inversión en sus
negocios. A eso se añade que la entrada de dólares por la exportación de
servicios médicos ha caído en un 30 o 40 por ciento".
Para minimizar la realidad, la autocracia verde olivo utiliza como
cortina de humo el discurso antiimperialista y las condenas a la nueva
política de restricciones de Donald Trump.
"Esa narrativa siempre le ha funcionado. Pero la gente de la calle sabe
que es un discurso gastado. No se puede justificar todo el naufragio
nacional y el mal desempeño de los servicios públicos con el bloqueo
económico de Estados Unidos ni con la reciente política agresiva de
Trump. Los cubanos están al límite de todo. No es recomendable pensar
que los cubanos siempre van a soportar callados. Situaciones como los
apagones y las afectaciones en el suministro de agua, crispan a las
personas y sus reacciones pudieran ser impredecibles", alerta un sociólogo.
Con las finanzas en números rojos, una recesión económica que amenaza
convertirse en una crisis de incalculables consecuencias y grandiosos
planes de desarrollo que a los cubanos de a pie les suenan a ciencia
ficción, las autoridades transitan por un precipicio peligroso.
Seis décadas vendiendo ilusiones y con promesas incumplidas están
llegando ya un final. Y puede que no sea precisamente feliz.
Source: Cubanos enfurecidos con la ineficiencia del Gobierno de la isla
| Cuba -
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