lunes, agosto 01, 2016

Reflexiones carnavaleras en Santiago

Reflexiones carnavaleras en Santiago
LOURDES GÓMEZ | Santiago de Cuba | 31 de Julio de 2016 - 23:24 CEST.

¿El carnaval santiaguero sigue siendo de los mejores de Cuba? "Eso creen
los que lo visitaron años atrás, lo cierto es que se ha convertido en un
ir de venir de gente buscando cerveza de termo, de aquellas que
tropiezan unas con otras subiendo y bajando las áreas; quioscos
deprimentes y reguetón, mucho reguetón", opina Delia, económica de 42
años, muy divertida y gustosa de las trepidantes noches de shows y
cabarets santiagueros.

Y en mucho tiene razón. Sus palabras en esencia han caracterizado el
rostro de los carnavales santiagueros de los últimos tiempos,
considerados otrora los mejores de la Isla. Y no es cuestión de ver
siempre las manchas del sol, pero ciertamente, la fiesta popular hace
mucho que dejó de ser el acontecimiento multitudinario
más esperado del año en la etapa de verano.

Primeramente, la nueva ubicación del área del jurado, ha perdido la
aceptación de muchas personas. Anteriormente colocada en la Avenida
Garzón, con mayor acceso y esplendor, las luminarias y arquitectura de
esta amplia arteria contribuían a la vistosidad de los paseos, congas y
carrozas.

Quizás en busca de descongestionar el tráfico en una arteria principal
de la ciudad y apelando a su amplitud desde el carnaval de 2015,
efectuado dentro de los festejos por el 500 aniversario de la fundación
de la villa, los organizadores trasladaron el festejo para la remodelada
Alameda Michaelson, que bordea la bahía de la ciudad. Para deslucimiento
del espectáculo, la avenida todavía padece de una iluminación
inadecuada, lo que resultó en un espectáculo mustio y casi en penumbras.

Otro aspecto en su contra, problema no resuelto ni con la remodelación
de la avenida, fue el deficiente desagüe del lugar que, con las lluvias
características en esta época del año, dejó acumulaciones de aguas
debajo de las gradas, descompuestas con el paso de los días, lo cual
provocó fetidez. Y habría que sumar a ello las peligrosas enfermedades
infecciosas que focos como estos provocan.

Este año las palmas se las llevan el diseño de vestuario de muchas de
las comparsas y las decoraciones de carrozas, que lucieron en cada
ocasión un espectáculo con gran derroche de creatividad y plasticidad.
También la presentación de agrupaciones de renombre nacional en las
áreas principales del festejo.

Situación preocupante es la de la ubicación en algunos viales de los
estéticamente desagradables baños públicos, un tinglado de tablas mal
cortadas y peor montadas, en las esquinas de algunas calles, muy cerca
de los kioscos expendedores de comida. (Esas comidas resultaron, por lo
general, de dudosa calidad; al igual que la cerveza de termo que, amén
de aguada, se tornó escasa en las horas pico.)

A pesar de los llamados baños ecológicos, que cada año aumentan en
cifras y "variedad" de diseños, este año pintados con alusiones a los 90
años del expresidente, las hileras de hombres y mujeres evacuando en
las calles aledañas a las plazas principales, ya se han convertido en
escenas habituales del carnaval santiaguero.

A toda esta sarta de desatinos, se une el estatismo de la diversidad
musical, que en la generalidad de los sitios no varió. A cada paso se
escuchaban los reguetones de moda, al punto de dar la imagen que la
música cubana es solo eso. Y no es que no se ponga, porque el momento
también ameritaba de melodías tan contagiosas como
las que propone el género, si no que resulta chocante el hecho de que
sea lo que predomine por encima de otros ritmos igualmente disfrutables.

El carnaval de 2016 finalizó y las opiniones coinciden en que las
acostumbradas "noches santiagueras" que se realizan cada fin de semana
no tienen nada que envidiarle al carnaval.

"Entonces para qué esperar tanto estos siete días una vez al año, si ya
tengo noches santiagueras los fines de semana", dice José Antonio, de 63
años, jubilado del sector de Cultura. Y tiene razón, a la larga unos y
otras son lo mismo, salvando las distancias de paseos y congas.

Cabría entonces la pregunta de si podrán rescatar los carnavales
santiagueros, ese esplendor que les ayudó a conseguir la categoría de
los mejores de Cuba.

Source: Reflexiones carnavaleras en Santiago | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1470000281_24275.html

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