Andy García: "Nada cambiará en Cuba hasta el fin del régimen"
A punto de cumplir 60 años, el actor cubano comienza a recibir laureles
por una carrera que lo ha convertido en el primer hispano capaz de
triunfar en Hollywood. (GTRES)
El actor cubano es uno de esos hijos de refugiados que han logrado
triunfar en su país de adopción.
Ama el cine y no es conformista, pero no le va la vida en lograr el
éxito, asegura.
Rozando los 60, comienza ahora a recibir los laureles de una carrera que
lo ha convertido en el primer hispano capaz de triunfar en Hollywood.
HÉCTOR LLANOS. 30.10.2015 - 10:12h
"La música es una forma de mantener contacto con mis raíces. Supongo que
es el modo más sencillo que cada exiliado tiene para relacionarse con su
país de origen", dice Andy García, célebre actor y no tan conocido
músico. Nacido en La Habana y residente en Estados Unidos desde los 5
años, su propia vida es un relato con final feliz de entre las muchas
familias que, en algún momento de la historia reciente, han tenido que
buscar refugio en un país distinto al suyo. Asume que el titular de esta
entrevista estará probablemente relacionado con Cuba en vez de con su
trabajo, porque su país ha predominado siempre en su biografía pública,
admite.
Invirtió más de 15 años en sacar adelante su primera película tras la
cámara, La ciudad perdida (2005) Tras abandonar sus cómodas condiciones
de vida en la isla con la llegada de Fidel Castro al poder, el
matrimonio García, formado por un abogado y una profesora, sobrevivió en
Miami con todo tipo de trabajos. Un día fundaron una empresa de
importación de perfumes que tiempo después logró estar valorada en
millones de dólares y que a día de hoy algunos de sus hijos mantienen en
activo.
García colaboraba en el negocio familiar hasta que se mudó a Los Ángeles
buscando hacerse un hueco como actor, con la misma determinación que
había visto en su hogar. A punto de cumplir 60 años, el intérprete
comienza a recibir laureles por una carrera que lo ha convertido en el
primer hispano capaz de triunfar en Hollywood, con clásicos como El
Padrino III (1990) o Los intocables de Eliott Ness (1987) y éxitos de
taquilla como la saga de Ocean's eleven.
Centrado en su labor como director, busca ahora historias más
personales, sin dejar de lado proyectos comerciales como es la nueva
entrega de Cazafantasmas que llegará a las salas en 2016. Invirtió más
de 15 años en sacar adelante su primera película tras la cámara, La
ciudad perdida (2005), al igual que dedica todo sus esfuerzos en su
nuevo relato, Hemingway & Fuentes, acerca del pescador canario-cubano
que inspiró la novela El viejo y el mar. Durante toda su vida, Andy
García ha estado obsesionado con los sonidos de su nación. Por eso
decidió aprender a tocar la percusión y el piano junto al contrabajista
Cachao, compatriota y a quien ha dedicado numerosos documentales como
productor.
En Locarno, dentro de la acomodada Suiza, acaba de recibir el Leopard
Club Award del festival de cine de la ciudad como tributo a su
trayectoria profesional. La decisión de sus padres y su éxito en el cine
le han permitido viajar por todo el mundo hasta llegar a este país
europeo, que es la antítesis de su lugar de origen y donde celebra su
trayectoria vital.
¿Cómo afronta el reciente cambio de relaciones entre Estados Unidos y Cuba?
Si mis padres no hubieran tenido el coraje de viajar a un país
desconocido como exiliados políticos mi vida sería hoy muy diferente
Nada va a cambiar en Cuba hasta que el régimen de Castro desaparezca y
la gente sea libre. Hasta que eso ocurra, no voy a dejar de insistir
sobre ello cada vez que se me pregunte. El embargo al país no ha
desaparecido, solo se han cambiado determinadas relaciones diplomáticas.
El problema en Cuba es que no ha habido cambio político. Existe una
dictadura desde hace 55 años con los Castro liderando la nación sin
haber celebrado ni unas elecciones populares. Cuando Fidel llegó al
poder prometió restituir la democracia y la Constitución, además de
convocar elecciones; todavía estamos esperando que algo así se cumpla.
Si un empresario europeo decide invertir en el país, montando un hotel
por ejemplo, se queda con el 70% del beneficio. El resto va para el
régimen de Castro. El salario de sus trabajadores debe entregarlo al
Gobierno cubano, que paga a cada uno de ellos solo el 8%. Con esa
cantidad tiene que comprar bienes básicos, también controlados por el
Gobierno, así que el dinero regresa a los Castro. A eso se le llama
esclavitud.
Fue determinante que sus padres decidieran buscar refugio en otro país
para que usted pudiera huir de algo así.
Si mis padres no hubieran tenido el coraje de viajar a un país
desconocido como exiliados políticos mi vida sería muy diferente. De
seguro no estaríamos teniendo esta conversación ahora mismo. Durante
casi tres años vivimos en el régimen de Castro, pero pasado ese tiempo
se creó una ley en la que los padres perdían los derechos sobre sus
hijos en favor del Estado, así que el mío decidió que ya era suficiente
y nos marchamos de Cuba. Gracias a esa decisión, yo he tenido derecho a
expresarme, a escoger mis creencias religiosas y a perseguir mis sueños
sin repercusiones. Uno de ellos es poder visitar algún día una Cuba en
libertad.
¿Le resulta sencillo sacar adelante una película como Hemingway & Fuentes?
Me despierto pensando en qué quiero hacer, en vez de en lo que los demás
esperan que haga La última vez que quise dirigir una película necesité
15 años para lograr financiarla. Proyectos como Hemingway & Fuentes se
encuentran en la esfera del cine independiente, así que tengo que
recaudar yo mismo el dinero para poder sacar el proyecto adelante. Es
una forma muy distinta de trabajar, porque hay que ajustar la historia a
los parámetros económicos de los que dispones como director, que siempre
son muy inferiores a los que desearías. A cambio me he permitido el lujo
de contar para la escritura del guión con la sobrina de Ernest
Hemingway, Hillary.
Por lo que cuentan muchos actores y directores veteranos, su trayectoria
no sirve en el Hollywood actual.
El Padrino, Los intocables de Eliot Ness o los filmes de Robert Altman
se rodaban en los 70 y los 80 en los grandes estudios. Ahora serían
películas independientes. Y eso ocurre porque no existen cines de
barrio. Las películas se estrenan en salas gigantescas de centros
comerciales, así que hay que rodar historias que interesen también a los
jóvenes y los niños para llenar todas esas butacas. No puedo controlar
lo que pasa en la industria, pero sí lo que hago en mi día a día. Me
despierto pensando en qué quiero hacer, en vez de en lo que los demás
esperan que haga. Toco el piano todas las mañanas porque tengo mi propia
orquesta con la que hago conciertos durante los veranos con las mismas
personas que tocaban para el maestro Cachao. También dedico tiempo a
escribir guiones para cuando pueda rodarlos.
Pero usted es conocido por ser el primer latino en haber triunfado en
Hollywood superando los estereotipos.
En Hollywood es fácil que te encasillen allí cuando te apellidas García
Es fácil que te encasillen allí cuando te apellidas García. En especial
cuando empecé en la década de los 70. Apenas había personajes étnicos
que interpretar y me constó mucho tener mi propio agente o que me
aceptaran siquiera para participar en las pruebas de casting. Pasaron
siete años antes de que lograra un papel. Poco a poco fui rompiendo las
trabas aceptando, claro está, personajes muy estereotipados. Cuando me
llamaron para Los intocables de Eliot Ness (1987), querían que
interpretara a Frank Nitti, el asesino de la película. Yo les dije que
quería ser el agente George Stone. Puedo interpretar a un asesino, pero
estoy más cerca de George Stone, les dije. Así que tuve que hacer muchas
más audiciones de lo normal para que se convencieran. Al final conseguí
el papel. Aunque, por otro lado, si estás encasillado significa una
cosa: que estás trabajando.
Una de las amistades que conserva en Los Angeles es la de Mickey Rourke.
Sufrí una fuerte mononucleosis que me dejó meses en cama. Por eso
estudié interpretación, quería recuperar el control de mi cuerpo tras
sufrir el virus Ya no nos vemos tan a menudo, pero seguimos teniendo una
fuerte conexión, forjada en nuestros años de juventud. Crecimos juntos
en Miami Beach. Él es algo mayor que yo y era mi entrenador de béisbol
cuando era niño. Ganamos el campeonato de la ciudad y nos hicimos amigos
cercanos. Años después, cuando ya me había mudado a Los Angeles, lo vi
de fondo en una película. Esperé a los créditos finales y encontré su
nombre. Pregunté entre la gente del cine que conocía en la ciudad si
sabían de él. Como tuvo mucho éxito con Fuego en el cuerpo (1981) lo
localicé rápido y reanudamos nuestra amistad durante algunos años.
Volvimos a jugar al béisbol y hablábamos mucho, pero me mudé a Nueva
York. Su entorno familiar era complejo cuando era niño y estoy seguro de
que eso marcó su vida para siempre, pero es un hombre generoso, cálido y
humano.
El deporte fue también muy importante en su juventud, incluso llegó a
tener la posibilidad de dedicarse al baloncesto de manera profesional.
No estoy muy seguro de que hubiera hecho carrera en el baloncesto, eran
más delirios de grandeza por mi parte. En realidad, ahora creo que era
demasiado bajito y delgado. Y encima sufrí una fuerte mononucleosis que
me dejó durante meses en cama. Por eso tomé clases de interpretación.
Sentía que ese virus en mi interior podía destruirme en cualquier
momento y eso me atenazaba continuamente. Decidí tomar en cierto modo el
control de mi cuerpo.
¿Qué pensaron sus padres sobre su deseo de llegar a ser actor?
Me apoyaron, pero estoy seguro de que cuchicheaban por la espalda:
"!Está loco! Humphrey Bogart es un actor, pero ¿Andy? En las películas
de Bogart hay como otros 50 tíos alrededor. Quizá él pueda ser uno de
esos" (ríe). Dos de mis hijas son actrices y han crecido en la
industria, así que saben de qué va. Pero en mi entorno nadie tenía ni
idea de este mundo. Era un idealista y estaba muy solo en ese aspecto,
pero no he cambiado mucho desde entonces. Sigo siendo un romántico, qué
puedo decir. Supongo que está en mi subconsciente por lo que viví en mi
familia. Tengo los mismos intereses, los mismos amigos y los mismos
sueños que entonces. Aunque he cumplido muchos de ellos, sigo soñando.
Source: Andy García: "Nada cambiará en Cuba hasta el fin del régimen" -
20minutos.es -
http://www.20minutos.es/noticia/2581446/0/entrevista-andy-garcia/nada-cambiara-cuba/fin-regimen-castrista/
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