viernes, diciembre 26, 2014

Granma podó el editorial del New York Times

Granma podó el editorial del New York Times
diciembre 23, 2014 2:28 pm·

Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) El periodista colombiano
Ernesto Londoño, a quien se le atribuyen los últimos siete editoriales
publicados de octubre a diciembre en el diario The New York Times,
permaneció recientemente por espacio de 14 días en La Habana.

El diario Granma mencionó su estancia en la nota titulada "The New York
Times, otra vez por cambios en la política de EE.UU. hacia Cuba"
publicada el 16 de diciembre, en la que hace una breve reseña del
editorial publicado por el diario neoyorkino el 14 de diciembre, con el
título "La economía cubana en una encrucijada".

Seguramente, durante su visita, Londoño pudo corroborar que las críticas
y las acusaciones contra la prensa oficial cubana no son infundadas.

La nota publicada en el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba es
una muestra palpable de la desinformación que aplica ese diario.

Granma no hace otra cosa que contar las cosas a medias y distorsionadas.
Poda lo que molesta e irrita al gobierno, que es en definitiva el que lo
dirige y decide que se publica o no.

Luego de leer la nota del Granma y el editorial de NYT se percibe que la
prensa oficial cubana, de manera deshonesta, deliberadamente silencia
los temas sensibles y embarazosos y brinda una visión distorsionada de
la realidad.

A los medios oficiales cubanos nunca les ha interesado brindar una
información auténtica. Por ello, podaron las partes más comprometedoras
de la realidad económica de Cuba que aparecían reflejadas en el
editorial del diario neoyorkino, porque las autoridades cubanas se
niegan públicamente a asumir la responsabilidad que les corresponde del
actual desastre económico y reconocer que su economía es la de peor
desempeño en el Hemisferio Occidental

Como era de esperar, al Granma no se le autorizó reflejar algo que es
cierto: que el presidente Raúl Castro, como señala el editorial del NYT,
"en julio de 2007 emitió críticas al describir las ineficiencias de la
industria láctea, debido al oneroso y costoso mecanismo para llevar la
leche de vaca hasta la mesa familiar de los cubanos, quienes han sido
sometidos por décadas a una economía centralizada que se encuentra entre
las más disfuncionales y anómalas del mundo".

Hubiese resultado un pecado capital para el gobierno si el Granma
hubiera reflejado en su nota, lo recogido en el editorial de Londoño
cuando este refería que "el gobierno cubano inició una serie de
reformas, pero el ritmo ha sido vacilante, con mucho retroceso
propiciado por la vieja guardia del gobierno, que considera una mayor
liberalización de la economía como repudio del sistema socialista que
Fidel Castro hizo sacrosanto".

Por su naturaleza totalitaria, sectaria, partidista y excluyente, el
Departamento Ideológico del Partido Comunista no autorizó que Granma
reflejara una verdad aceptada por todos y que en el editorial del NYT se
señala con mucha claridad: "El sistema comunista generó una economía
retrógrada y lánguida, respaldada ampliamente por Moscú. Luego del
colapso de la Unión Soviética, en 1991, la economía cubana se desplomó".

Como era de esperar, los temas reflejados en el editorial del NYT que
ponen en la palestra pública el mal desempeño del exgobernante Fidel
Castro, el Granma los podó.

Londoño señala que en los años del periodo especial "el gobierno cubano
fue forzado a permitir cierta inversión extranjera y autorizar, de
manera limitada, el empleo por cuenta propia". Y añade: "En 1999 La
Habana encontró un nuevo benefactor en el recién elegido presidente de
Venezuela Hugo Chávez, cuyo apoyo hizo posible que las autoridades
cubanas apretaran el control estatal de la economía".

Es un secreto a voces el conflicto soterrado entre el grupo ortodoxo y
continuista, que cuenta con el apoyo y respaldo de Fidel Castro, y los
que apuestan por una apertura, la liberación del mercado y diferentes
formas de propiedad.

Tal es el poder del grupo inmovilista que no permitieron que Granma
reflejara lo planteado por el editorial del NYT: "Los líderes de la
vieja guardia advierten que una economía de mercado liberalizada podría
convertir a Cuba en una sociedad menos igualitaria que desestabilice al
gobierno mediante la inversión, pero los reformistas y los economistas
argumentan que el estado actual de la economía es insostenible".

Parece que el diario Granma clasificó los editoriales del NYT para su
publicación, completa o manipulada, en buenos y malos. En el caso de los
buenos, tuvieron una buena cobertura mediática, pero los malos, los que
molestan, como el editorial del 14 de diciembre que denunció el
arruinado sistema político y económico, sencillamente hicieron la
grosera pantomima de publicar lo que les convenía, porque lo que dañaba
al régimen cubano, lo silenciaron.

Tal repudiable proceder de los redactores del Granma le debe haber
permitido a Londoño conocer cómo actúa la prensa al servicio de un
régimen dictatorial, que es todo lo contrario a cómo funciona en una
democracia.

Para Cuba actualidad: origenesmadibas@gmail.com

Source: Granma podó el editorial del New York Times | Primavera Digital
- http://primaveradigital.net/granma-podo-el-editorial-del-new-york-times/

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