lunes, septiembre 29, 2014

Mendigos en la Plaza de la Revolución

Mendigos en la Plaza de la Revolución
Confundidos entre los que esperan o despiden a un familiar en las
terminales, inadvertidos por quienes erróneamente piensan que la
indigencia es un estado muy lejano
lunes, septiembre 29, 2014 | Marcia Cairo y Ernesto Pérez Chang

LA HABANA, Cuba.- Cuando uno se detiene en el centro de la Plaza de la
Revolución (antigua Plaza Cívica), además de observar los edificios de
los principales ministerios, así como los del Consejo de Estado y el
Teatro Nacional, además advierte, a un costado de la Biblioteca José
Martí y, pudiéramos decir, hasta casi los pies de la escultura del
Apóstol, un extenso parque que contrasta con la "solemnidad" del entorno.

La desolación que caracteriza el ambiente de la plaza, apenas transitada
por algunas pocas personas, casi siempre turistas o trabajadores de las
instituciones cercanas, se prolonga hasta ese parque que colinda con la
Terminal de Ómnibus. No obstante, ahí la sensación de desamparo se torna
más pesada, brutal, porque añade al raro ambiente la certeza de que las
cosas andan muy mal y que el país, en verdad, se está cayendo a pedazos
ante la vista de quienes, en medio de la comodidad de sus despachos
cómodos, insisten en maquillar la debacle.

A cualquier hora del día, quien visite el lugar, podrá observar decenas
de hombres y mujeres viviendo a la intemperie, dormitando sobre el
césped o los bancos, a pleno sol o a la sombra de los árboles, incluso
defecando en los matorrales que dan al fondo de la Biblioteca o pidiendo
limosnas a quienes atraviesan el parque.

La zona, que incluye varias manzanas de malezas y construcciones
abandonadas, se ha convertido en un pequeño infierno, aunque para los
mendigos es una especie de paraíso porque, al estar cerca de la Terminal
de Ómnibus que permanece abierta las 24 horas, al menos cuando llueve o
durante las noches frías, pueden camuflarse entre los que esperan para
viajar y de ese modo obtener refugio.

Un custodio de la Terminal de Ómnibus nos comenta sobre la situación:

-Cuando no está el jefe de turno yo los dejo pasar, a los que no son muy
problemáticos, si no, tengo que sacarlos. A veces los dejo que se
acuesten en los bancos. Al fin y al cabo, aquí la gente que espera se
tira en el piso a dormir esperando la guagua y nadie se da cuenta. Hay
otros custodios que les hacen guerra, pero yo pienso que nadie sabe lo
que le espera en un futuro. ¿Si algún día yo me viera así?

Oscar Benítez, vecino del lugar, asegura que el fenómeno de los
indigentes viviendo en el parque de la Plaza se ha incrementado en los
últimos años:

-Antes eran solo gente con problemas mentales, pero ahora tú puedes ver
gente joven e incluso mujeres. Vienen de Oriente, porque allá no hay
nada y prefieren estar aquí. Otros han perdido las casas por vaya usted
a saber… La cosa es que ahora son un montón de gente y a cualquier hora
que uno pase lo puede ver. Hay uno que lleva años viviendo en ese
parque. Yo hasta le he dado comida a veces y ropa que no uso. Por aquí
pasan los dirigentes todos los días y nadie hace nada.

No se bajan de sus carros para nada. Para ellos esa gente no existe-
dice Benítez.

Muchos sienten vergüenza y no nos permiten que les hagamos fotos. No
aceptan hablarnos de su situación por miedo a represalias. Temen perder
lo poco que creen tener en ese espacio donde son invisibles. Otros
aceptan conversar, pero después piden dinero, dos o tres pesos, tienen
que mendigar para comer, para sobrevivir. Todos sus testimonios son
prácticamente el mismo: han perdido sus casas, no encuentran empleo en
sus provincias, han sido liquidados por el alcohol, pero primero por los
sucesivos desencantos.

Confundidos entre los que esperan o despiden a un familiar en las
terminales, inadvertidos por quienes erróneamente piensan que la
indigencia es un estado muy alejado de sus realidades, postergados
socialmente porque en Cuba, cada quien, a diario, debe librar una
batalla angustiante para lograr subsistir o escapar…Los hombres y
mujeres desamparados, sin hogar ni ingresos, cada día se convierten en
multitudes.

Source: Mendigos en la Plaza de la Revolución | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/mendigos-encuentran-paraiso-en-la-plaza-de-la-revolucion/

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