Política Cultural, Música
Institucionalizan la "batalla contra el reguetón" en Cuba
El presidente del Instituto Cubano de la Música declaró que, para
impedir la difusión en "los medios, las programaciones recreativas, las
fiestas populares, y la ambientación sonora de lugares públicos" de
productos "banales, chapuceros y grotescos", las autoridades culturales
están elaborando "una norma jurídica", que regirá "los usos públicos de
la música"
Redacción CE, Madrid | 30/11/2012 9:41 am
El actual presidente del Instituto Cubano de la Música, Orlando Vistel
Columbié, ha declarado al rotativo oficialista Granma, que la entidad
que representa y sus instituciones están adoptando medidas contra
productos musicales que "mellan la riqueza de la música cubana".
Vistel Columbié se refirió, en entrevista titulada "Ni la vulgaridad ni
la mediocridad podrán mellar la riqueza de la música cubana", a lo que
define como "entregas seudoartísticas", que, alega, no tienen que ver
con la política cultural del Gobierno cubano, "ni con la ética de
nuestra sociedad, ni con la tradición picaresca, ni con nuestro sentido
del humor, ni con la amplísima diversidad estética que asumimos".
"Tenemos plena conciencia, y en consecuencia actuamos, de la altísima
sensibilidad de la mayoría de nuestro pueblo cuando advierte que se le
quieren homogeneizar en patrones ajenos, que vulneran los más
elementales principios de la ética", advirtió.
Se trata, explicó, de "textos agresivos, sexualmente explícitos,
obscenos, que tergiversan la sensualidad consustancial a la mujer
cubana, proyectándola como grotescos objetos sexuales en un entorno
gestual aún más grotesco", por un lado.
Así como de "soportes musicales cuestionables o de ínfima calidad",
caracterizados por el "facilismo" y la "falta de rigor formal", que
según el funcionario, sus creadores "justifican" alegando una
"pretendida búsqueda de contemporaneidad" para romper "códigos
dogmáticos y elitistas".
Al preguntársele si estaría refiriéndose concretamente al reguetón,
Vistel Columbié explicó que no hablaba únicamente de ese género musical,
pues también existen "expresiones vulgares, banales y mediocres en
otros", pero afirmó que es en ese donde "es mucho más notorio".
El funcionario apuntó que actualmente las instituciones culturales están
llevando a cabo un proceso de "depuración" de sus catálogos artísticos,
a fin de "erradicar cualquier práctica que por su contenido se aparte de
la legitimidad de la cultura popular cubana". Para lo que se requeriría
además "consolidar formar prácticas" que garanticen la presencia de "lo
mejor" de los productos culturales en espacios creativos y los medios de
difusión en la Isla.
Aseguró que la tradición musical cubana está alejada de los "códigos
obsoletos" y "elitistas", así como de "lo banal, lo chapucero y lo
grotesco", y que, por el contrario, "es reflejo del constante
crecimiento de los niveles de instrucción y la cultura" de la población
cubana.
Los productos artísticos "contraproducentes y transgresores", dijo, son
una "grave ofensa" a la sensibilidad del pueblo de la Isla, aunque
existe "lamentablemente" un público que "estimula esas expresiones",
reconoció.
Vistel Columbié aseguró que el reguetón y otras manifestaciones están
vinculados a "actitudes marginales" que se manifiestan en "ciertas zonas
de nuestra realidad", a través de "intermediarios, falsos promotores y
funcionarios administrativos" que "lucran" con los mismos.
El funcionario dijo que, para impedir la difusión en "los medios, las
programaciones recreativas, las fiestas populares, y la ambientación
sonora de lugares públicos" de esos productos "banales, chapuceros y
grotescos", las autoridades culturales están elaborando "una norma
jurídica", que regirá "los usos públicos de la música".
"Cada quien es libre de escuchar en su privacidad la música que desee,
pero esa libertad no incluye el derecho de reproducirla y difundirla en
restoranes y cafeterías estatales o particulares, ómnibus para el
transporte de pasajeros y espacios públicos en general", advirtió.
De acuerdo con el funcionario, los creadores y promotores de esos
productos artísticos contra los que las autoridades culturales cubanas
han desatado una guerra sin cuartel, son "individuos que se han
instalado en el sector profesional; ingresan formando parte de un
colectivo artístico con determinado repertorio y perfil, que luego
abandonan para presentarse como si fueran ellos mismos un nuevo
colectivo artístico", o que "copan" espacios de difusión con la
"anuencia" de "personas" encargadas de impedírselo.
"Las instituciones culturales y los Consejos de la Administración en las
provincias y los municipios cuentan con la autoridad y el deber de velar
por la correcta aplicación de la política cultural", señaló. Aunque
además de las "medidas administrativas y jurídicas" que se están
aplicando, se debe realizar una "labor de orientación, esclarecimiento y
convencimiento acerca de los valores que debemos promover", añadió.
Es necesario poner límites "a expresiones vulgares", erradicar
"manifestaciones de chabacanería y mal gusto" que violentan "la dignidad
de las personas y la sensibilidad de la población", para lo cual se
promoverá "jerarquizadamente" y "en todos los espacios posibles" los
valores "auténticos" de la producción musical de la Isla, aseveró.
Finalmente, Vistel Columbié rechazó de manera tajante que se esté
produciendo una "crisis" en la calidad de la música de la Isla y ponderó
el producto artístico que se crea hoy en Cuba, donde existe, aseguró,
"un privilegiado sistema de enseñanza artística", con "decenas de
talentos formados con mucho rigor".
Asimismo, elogió a los exponentes de la música en la Isla que, abarcando
"los más variados estilos y modos de realización sonora", han conseguido
un alto nivel, algunos de los cuales "cuentan con gran reconocimiento
internacional".
http://www.cubaencuentro.com/cultura/noticias/institucionalizan-la-batalla-contra-el-regueton-en-cuba-281891
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