Generales, gallineros, asombros y señalamientos
Jueves, 29 de Noviembre de 2012 13:55
Escrito por Juan Gonzalez Febles
Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Parece que los generales y en
especial los revolucionarios, al final de un corto o quizás un largo
camino siempre encuentran como ponerse de acuerdo.
Vilma Rodríguez Castro, una de las nietas del general presidente y
heredero Raúl Castro, viajó a Estados Unidos para asistir a la VI
edición de la feria de arte latinoamericano contemporáneo PINTA 2012.
Viajó como acompañante de su novio, el pintor cubano Arlés del Río,
invitado a dicha feria. La noticia que no fue, pero pudo haber sido,
sería que no se acogió a la Ley de Ajuste Cubano y regresó o regresará a
Cuba.
Pero no se trata de la vida regalada y el nepotismo borbónico en que
viven las primeras familias, se trata de la defensa a ultranza hecha a
este nepotismo y a esta vida regalada, a costa del sacrificio y el sudor
del pueblo cubano por parte de otro espadón de la curia castrista de
Birán, el siempre general del Pino, que consiguió mantener el título por
allá por USA. Pues bien, en su trabajo "Caída libre" publicado en USA el
pasado 20 de noviembre, asumió la defensa de la primera familia y su
derecho consagrado a la dulce vida.
El general Rafael del Pino quien tomó las de Villadiego en 1987, no por
razones conceptuales o porque se sintiera tocado en ninguna fibra por
los abusos contra derechos ciudadanos de la dictadura militar
totalitaria que contribuyó a consolidar, sino por turbios y escabrosos
asuntos de propiedades, corrupciones, desacuerdos con el Comandante y
secretos de alcoba sazonados con otras sexualidades, ha salido en
defensa de una nieta del general presidente y heredero de las
prerrogativas y potestades de Birán.
Sobre este particular, el general del Pino, con la autoridad de quien
conoce de cerca el tema nos dice y cito: "Inmediatamente se revolvió el
gallinero y comenzaron los asombros y señalamientos. Que si "llevaba
zapatos Chanel, cartera Louis Vuitton y reloj Rolex como si fuera lo más
natural del mundo". Que si "la familia de los Castro tienen el
beneplácito de la administración de Obama para visitar este país". Y
hasta se molestaron cuando el Departamento de Estado, cumpliendo con las
leyes federales, les aclaró que mantenía la política de confidencialidad
establecida, y con todo ese derecho se negó a dar explicaciones".
No se trata de lo que decida el Departamento de Estado de USA, de
acuerdo con los intereses políticos de ese país. Se trata de conocer
hasta donde llega o hasta donde no el compromiso de los Estados Unidos
con la lucha por el restablecimiento de la democracia en Cuba. Por
añadidura, saber qué están dispuestos a hacer desde allá, los miñones de
la dictadura militar cubana. No importa que se trate de hijos de papá o
espadones entorchados "caídos en desgracia" como el general del Pino.
Sucede que mientras el general del Pino se preocupa porque los herederos
de la primera familia disfruten en paz los frutos de su rapiña, no he
visto un solo trabajo en que este general se haya ocupado de los
derechos conculcados de los que en Cuba no viajan, no calzan Chanel,
cartera Louis Vuitton y no consultan la hora con Rolex por decisión del
general presidente y heredero dinástico Raúl Castro.
Aunque el gobierno de Estados Unidos no paga con dinero de sus
contribuyentes los viajes de los hijos de papá, ni tampoco sufragan sus
gastos de hospedaje, comida y transporte, a un cubano –sea o no general-
si debía importarle que estas personas viven sus vidas regaladas a costa
del dolor, las limitaciones y el sacrificio de su pueblo.
Sobre si estas personas –los hijos e hijas de papá- vienen a significar
o no una carga para el país o a pedir asilo político, ciertamente ellos
nunca son una carga para nadie. Llegan con dinerito para comprar casitas
de ensueño y para no tener que fregar vajillas o limpiar pisos. Lo
triste es que lo que tienen, lo tienen por nepotismo y rapiña. Si, en
ocasiones piden asilo político, lo obtienen y sirven los intereses de su
familia, en la misma forma solapada en que lo hace el general del Pino,
fiel vasallo de su general presidente y heredero, con quien no parece
tener contradicciones de carácter antagónico de ningún tipo.
Es lamentable colocar en el mismo anaquel de generales, gallineros,
asombros y señalamientos al general del Pino, por acá, hubo quienes
esperaban más de él, quién sabe por qué. Es solo una pieza más entre
tantos servidores de la curia de Birán, asentados en USA. Allá están,
tranquilos, seguros y siempre agazapados como sabandijas entre los
pliegues y los lados flacos y oscuros de la ley. Helos allá, protegidos
siempre por la competencia o la incompetencia, el interés o el
desinterés del gobierno de los Estados Unidos, la nación líder del mundo
libre y democrático.
Para Cuba actualidad: juan.gonzalez.febles@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/117-politica/5892-generales-gallineros-asombros-y-senalamientos.html
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