viernes, octubre 28, 2011

Audaz escape en una botella de ron

Audaz escape en una botella de ron

"La gente bebe en Cuba, porque en Cuba no existe el derecho a la
felicidad", ha afirmado el periodista independiente Juan González Febles.

martinoticias.com 27 de octubre de 2011

Tras los cristales ahumados de un lujoso Mercedes Benz que rueda sereno
por la quinta avenida de Miramar, mientras recorre una ciudad plagada de
anuncios de Ron Havana Club, Cerveza Cristal y Aguardiente Santero,
quizás Raúl Castro vaya pensando en las delicias de un vodka helado con
jugo de naranjas, pero nadie sabe si conoce los estragos que el alcohol
está haciendo en la población cubana.

Reportes de la prensa oficial dan cuenta de un desmesurado consumo de
bebidas alcohólicas en Cuba. Describen el fenómeno como un flagelo que
azota a todos los estratos poblacionales, incluyendo a menores de edad
pero no abordan las causas que lo provocan.

Beber en Cuba se hizo desde la añeja época en que los bucaneros
perseguían a desalmados piratas en el Caribe y los esclavos celebraban a
sus orishas en los barracones, pero emborracharse siempre fue práctica
de baja estofa.

"La gente bebe en Cuba, porque en Cuba no existe el derecho a la
felicidad", ha afirmado el periodista independiente Juan González Febles.

"La gente bebe, quizás, por cierto vacío existencial, cierta falta de
función social: una manera de no pensar mucho, aunque pudiera formar
parte también de una costumbre", ha razonado el escritor Orlando Luis
Pardo Lazo.

"Alguien que dedique el 80% de sus ingresos a comer, deba pedir permiso
para vender un auto que es suyo, pagar por una casa que le dicen que es
suya y que luego de pagada, si se va del país o se muere o cualquier
cosa, no la puede dejar en herencia y sus hijos tienen que volverla a
pagar, tiene que beber", ha agregado Febles.

"Es que uno vive en el espacio más anómalo y más irrespirable que se
pueda concebir". Puntualizó González Febles. "Por eso la gente bebe en
Cuba, porque no puede ni respirar con tranquilidad, porque no puede ni
soñar con buscar la felicidad".

"El alcohol viene a ser como un catalizador del diálogo que nos falta.
Es como si se hiciera necesario para tener el valor de comunicarnos, de
mirarnos a la cara ante el cúmulo de frustraciones, de ausencia de
alternativas" ha reflexionado Pardo Lazo.

"Únicamente loco o borracho se soporta esto, a esta gente, y los que no
se han salvado con la sublime locura, se emborrachan", ha concluido
González Febles.

Sin embargo, en el documental Havana Glue de la realizadora Lupe
Alfonso, el pintor cubano Eduardo Roca Salazar (Choco), ha dicho que
para combatir el alcoholismo se debe escuchar más a los padres, los
maestros, los grandes hombres de la nación.

http://www.martinoticias.com/noticias/Escape-en-una-botella-de-ron-132712243.html

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