29 Mayo 10 - Vicente BOTÍN
A la sombra de su hermano Fidel, la vida política de Raúl Castro ha sido
oscura y dura: ha sido el brazo ejecutor de los deseos del líder máximo.
En 1987, cuatro años antes del desplome de la Unión Soviética, Raúl
Castro puso en marcha un sistema nuevo de gestión en las empresas
militares. Las fábricas del ejército no se diferenciaban en nada de las
civiles: ambas competían en ineficacia y baja productividad, y el
ministro de las FAR se propuso hacerlas más eficientes. Si el
experimento daba buenos resultados podría trasladarse después a las
demás empresas estatales. El método elegido recibió el nombre de Sistema
de Perfeccionamiento Empresarial, y descansaba en tres principios
elementales de gestión «capitalista»: una contabilidad real de la
empresa, sin falsos balances políticos; la búsqueda de un mercado seguro
para dar salida a los productos fabricados, y garantía de continuidad en
el suministro de los materiales necesarios para la producción. Todo ello
iba acompañado de una mayor flexibilidad en la gestión administrativa,
brindando a los directores de empresa mayores niveles de decisión, y
estímulos materiales a los trabajadores.
El método resultó muy satisfactorio y se aplicó paulatinamente en todas
las empresas de las FAR. Sin la disciplina militar, el experimento
fracasó en el sector civil. En pocos años, Raúl Castro construyó un
imperio económico, un Estado dentro del Estado gestionado por militares
más preparados para combatir en las trincheras de los negocios que en el
arte de la guerra. GAESA (Grupo de Administración Empresarial, S.A.), el
holding de las Fuerzas Armadas, controla casi el 70% de la economía del
país a través de trescientas empresas que generan casi el 90 % de las
exportaciones, el 60% de los ingresos turísticos, cerca del 25 % de los
ingresos por servicios, el 60% de los ingresos en divisas y más del 65%
de todo el comercio minorista en pesos convertibles. El volumen de
ingresos anuales del holding supera los mil millones de dólares. Y todo
ese tinglado que controla zonas francas y parques industriales y posee
hoteles, apartamentos, aviones, yates de recreo, gasolineras, astilleros
y un sin fin de empresas que incluyen una dedicada a la búsqueda de
tesoros, está dirigido por el mayor Luis Alberto López Calleja, yerno de
Raúl.
(...) En mayo de 2006, la revista «Forbes» atribuyó a Fidel Castro una
fortuna de novecientos millones de dólares. Nada dijo «Forbes» de Raúl
Castro, cuyos negocios son tan opacos como los de su hermano. Es una
ventaja más de ser un segundón. Se ha especulado mucho sobre las cuentas
secretas que el Líder Máximo tiene en el extranjero y muy poco sobre la
fortuna de Raúl Castro. Alcibíades Hidalgo cree que desde la enfermedad
de Fidel Castro está saliendo mucho dinero de Cuba. «Yo creo –dice el
que fuera jefe de despacho de Raúl Castro– que durante mucho tiempo a
ellos no les interesó crear un sistema de escapada. Pero ya los hijos no
son niños, tienen sus propios intereses y ahí tiene que haber algo de
cierto. En el caso de Fidel es evidente, y en el caso de Raúl, a través
de su yerno, Luis Alberto López Calleja, tiene que haber importantes
cantidades de dinero fuera del país».
Alina Fernández no cuestiona que su padre tenga más de novecientos
millones de dólares, como indica la revista «Forbes». «No lo dudo porque
él siempre le ha dado mucha importancia al dinero. El dinero es poder
–dice la hija de Fidel Castro, y añade–: Siempre me he preguntado qué
puede pensar un hombre como Raúl Castro, que tiene mentalidad de clan. Y
me llama mucho la atención que no tenga miedo, que crea que no le va a
pasar nada, que esté actuando como si fueran imperecederos, que no estén
tomando ninguna precaución de dónde mandar a los hijos si pasa algo,
porque una vez muertos Raúl y Fidel, qué aceptación pueden tener los
Castro en Cuba, a no ser que Mariela (la hija de Raúl Castro) empiece a
salir en las revistas del corazón».
El «machismo-leninismo»
Mariela Castro es precisamente una de las personas de la que se sospecha
que podría estar sacando de Cuba el dinero de la familia, por la
facilidad con que viaja al extranjero acompañada de Paolo, su marido
italiano. El general José Quevedo afirma que poco después de conocerse
la enfermedad de Fidel, Raúl Castro viajó a Italia, supuestamente para
conocer a los familiares del esposo de Mariela, pero en realidad pudo ir
a llevar dinero. «Raúl –dice Quevedo– ha depositado dinero, millones de
pesos en el extranjero con identidad cambiada, y lo llevó el ministro
del Interior, Abelardo Colomé Ibarra, Furry, el mayor asesino que hay,
es el que tira la piedra y esconde la mano, el que ha preparado todo eso
a Raúl, y él también tiene sus millones guardados en el mismo lugar».
La hija de Raúl Castro nació el 27 de julio de 1962, se licenció en la
especialidad de Pedagogía-Psicología en el Instituto Superior de
Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona de la capital cubana, y dirige
el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Viaja con frecuencia
fuera del país para dar conferencias sobre las actividades que realiza
en la isla para la protección y el respeto a las minorías sexuales. Esa
labor, que muchos cubanos alaban, acaba ahí, no tiene una
correspondencia con la lucha a favor de otros derechos que su padre
prohíbe a los cubanos.
(...) A Raúl Castro no parecen preocuparle mucho las actividades de su
hija. El «machismo-leninismo» goza en Cuba de buena salud, como las
prebendas de los militares raulistas que trabajan en las empresas de
GAESA. Forman una clase privilegiada con mayores ingresos y un nivel de
vida muy superior no sólo al de la población civil, sino al de sus
propios compañeros de armas que cumplen una función estrictamente
militar en localidades alejadas de los centros turísticos. Muchos de
esos oficiales son economistas, graduados en universidades extranjeras,
y viven en barrios exclusivos, como el de Kholi, en La Habana, veranean
en residencias en Varadero y otros centros turísticos, y disponen de
automóvil, cupones de gasolina y vales para comprar alimentos.
(...)Tienen acceso a las exclusivas clínicas dedicadas al «turismo de
salud» para extranjeros, dotadas de equipos punteros y medicamentos
inexistentes en los hospitales que atienden a los cubanos.
Vicente BOTÍN
http://www.larazon.es/noticia/9006-corrupcion-habanera-raul-castro-la-pulga-que-cabalgo-al-tigre
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