viviendas
La edificación y reparación de viviendas cae principalmente en el
esfuerzo de los propios ciudadanos, que tienen que afrontar numerosos
trámites burocráticos antes de poder construir y sufren graves problemas
con el suministro de materiales
Redacción CE, Madrid | 28/04/2010
El Gobierno de Cuba abrió este mes el otorgamiento de licencias para la
construcción de viviendas "por esfuerzo propio'' en la isla, después de
que el presidente Raúl Castro diera luz verde a la iniciativa en 2009.
La concesión de esos permisos fue aprobada "recientemente'' por el
Instituto Nacional de la Vivienda para personas que sean titulares de
terrenos, azoteas u otras áreas contempladas en la nueva resolución,
informó la emisora Radio Rebelde.
Antes de esta normativa, los permisos para construir se entregaban a
casos "seleccionados'' y "aprobados'' por las autoridades responsables
en cada circunscripción, mientras que ahora todos los interesados que
reúnan los requisitos legales pueden pedir una licencia de construcción.
El permiso contempla los casos de viviendas en mal estado y la
posibilidad de ampliación, mientras que el Gobierno pondrá en marcha
mecanismos para la venta estatal de materiales de construcción.
Según fuentes del Instituto de la Vivienda, se asignará "un nivel de
metros cuadrados en correspondencia con el núcleo familiar'' y, tras
obtener el permiso, las personas podrán comenzar las obras
"automáticamente''.
El proceso de solicitud de licencias de construcción para viviendas se
realizará a través del Departamento de Control Territorial de las
Unidades Inversionistas, con sedes en los 169 municipios del país.
Hace un año el general Raúl Castro indicó que había que desarrollar la
base industrial para construir cientos de miles de casas en la Isla y se
pronunció por "no prohibir'' esas edificaciones con "esfuerzo individual''.
La falta de viviendas es uno de los problemas más graves en Cuba, donde
actualmente se calcula que hay un déficit de 600.000 casas en este país
de 11,2 millones de habitantes, en parte por los destrozos que causaron
tres huracanes en el año 2008.
En los últimos años no se han podido cumplir los planes de
construcciones estatales, que han decrecido de 150.000 a 50.000 nuevas
viviendas.
En Cuba el trabajo de construcción recae en brigadas de construcción y
principalmente en el esfuerzo de los propios ciudadanos, que tienen que
afrontar numerosos trámites burocráticos antes de poder construir, y
sufren graves problemas con el suministro de materiales.
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