'Cuban Chrome'
MARTHA BEATRIZ ROQUE CABELLO | La Habana | 8 Sep 2015 - 7:18 pm.
Quienes crean que en Cuba no hay estratos sociales deberían ver la serie
televisiva del canal Discovery en Español.
Aquellas personas que aún piensan que en nuestro país no hay estratos
sociales, deberían ver la serie televisiva del canal Discovery en
Español titulada Cuban Chrome.
Este programa por capítulos fue filmado completamente en la Isla, y se
autodefine como la primera serie americana que ha podido hacerlo.
Está basado en autos viejos, que aunque estancados en el pasado, aún
circulan por todo el país, en particular por la capital; y los
protagonistas son sus dueños.
Un grupo bastante numeroso de personas que poseen estos carros, están
afiliados al Club Automovilístico "A Lo Cubano", que al parecer es una
especie de grupo que controla la posibilidad de que los que se dedican
al negocio del taxi lo puedan hacer con turistas extranjeros.
En estos momentos, la mayoría de ellos está a la espera de los paquetes
de visitantes norteamericanos, a los que sin dudas atraerán estos viejos
autos que son reliquias rodantes, de marcas muy conocidas: Chevrolet,
Oldsmobile, Ford, Buick, Dodge, Pontiac, Plymouth, Chrysler, etc.
Durante los capítulos que se han exhibido, se muestra el interés de
varias personas en terminar de arreglar sus autos para poderlos
inscribir en el Club, oportunidad que solo tienen una vez al año y con
una fecha tope, lo que da derecho a participar en la ceremonia de
iniciación.
Los personajes en su mayoría hablan inglés, y de esa forma relatan las
historias. Otra parte es hablada entre ellos en español. Algunas escenas
se desarrollan en el municipio Cotorro. Como es natural, la obtención de
piezas de repuesto, e incluso de herramientas adecuadas, es algo
trabajoso y está vinculada al ingenio innovador del cubano, aunque
mantener rodando los carros es un lujo, dado el precio que alcanza
cualquiera de estos medios que necesite el dueño comprar.
Por ejemplo, un motor fue adquirido por 1.500 CUC (peso cubano
convertible), algo que un trabajador promedio en Cuba no podría ganar ni
en 5 años. Los pistones originales de un auto cuestan 300 CUC, y una
barra de transmisión —que tendría el interesado que reparar—, 100 CUC.
Todo se muestra como un comercio lícito, porque a pesar de que los
vendedores tienen talleres y almacenan estos medios, se supone que los
comercializan como cosas personales.
Uno de los capítulos revela cómo en una ocasión dos de los miembros del
Club se trasladan con sus respectivas esposas hasta la playa de
Varadero, en la provincia de Matanzas, para comprar piezas de repuesto,
en un auto convertible en óptimas condiciones mecánicas. Ahí queda
dicho que el vendedor, al que fueron a ver, es el único en Cuba que
consigue cualquier parte o pieza que se le pida.
En algunos casos muestran el uso de materias primas, que sin lugar a
dudas, son adquiridas en el mercado negro, como por ejemplo el gas argón
y las varillas para soldar aluminio, así como los materiales para la
tapicería de los carros. Y se habla de "salir a resolver", algo que los
cubanos saben muy bien lo que significa.
También puede apreciarse cómo los miembros del Club llevan a cabo una
competencia automovilística para librar obstáculos en una zona dentro
del Cabaret Tropicana. En ningún momento se dice si el Club está
inscrito en el Registro de Asociaciones y es una organización
oficializada, aunque los que conocen cómo funcionan los mecanismos del
régimen saben que no permitiría que existieran reuniones de personas
sin fiscalización. Prueba de ello fue la infiltración de un agente de
la Seguridad del Estado en la Logia Masónica, quien llegó a ser su Gran
Maestro, tal como divulgó la televisión cubana.
Uno de los participantes de la serie se muestra preocupado durante el
arreglo de su auto por tener que pasarlo por el "Somatón" (inspección
oficial que se le hace a cada vehículo para garantizar que pueda rodar
sin peligro), no llega a completar el arreglo del sistema de frenos
porque el mecánico le cobra 500 CUC para ajustar todos los pormenores y
él no tiene en el momento esa cantidad de dinero, pero así y todo decide
llevarlo al Somatón tal y como está.
Esto podría tener comentarios, pero todo el que ve la circulación de
vehículos en el país y percibe las condiciones técnicas no óptimas de
algunos de ellos, puede conjeturar lo poco exigente de esas pruebas.
El objetivo final del que se habla en la serie es el de transportar
turistas —estadounidenses en particular— y no locales, ya que el turismo
extranjero paga más.
Hay que destacar que este estrato social habla de cientos y miles de CUC
en sus transacciones y muestra casas con condiciones que no son las del
cubano promedio. Se puede constatar en ellas televisores de pantalla
plana, equipos electrodomésticos, muebles modernos, aires
acondicionados, y alguno de ellos es dueño de más de un auto.
Pero habría que indicar que no todos los que se dedican a alquilar y
tienen su licencia para ello se desarrollan en un nivel de vida tan
alto. Hay incluso subarrendatarios, en la mayoría muchachos jóvenes, que
pagan a los dueños de carros una cantidad diaria por permitirles
realizar el trabajo de "botear", que es como se denomina de forma
popular al uso de los taxis de forma colectiva.
No se puede descontar que algunos también se ayudan a vivir alquilando
sus autos como taxistas, pero de forma clandestina, casi todos sin
licencia. En este grupo hay una cantidad considerable de oficiales —de
alto rango— retirados de las Fuerzas Armadas (FAR) y el Ministerio del
Interior (MININT), a los cuales no les alcanza la mesada y se favorecen
con este trabajo "ilegal", pues durante su paso por esas instituciones
militares, obtuvieron la posibilidad de adquirir un vehículo.
Existen incluso quienes rentan autos (taxis) al Estado y tienen que
pagar altas sumas de impuestos e incluso cargar con el peso de
arreglarlos, aunque nunca llegarán a ser suyos, por ser parte de
cooperativas de transporte. Tales cooperativas se clasifican como
cooperativas no agropecuarias, son un engendro del VI Congreso del
Partido Comunista y, como forma de propiedad, es anticonstitucional,
aunque ahora el régimen quiere darle algún viso legal diciendo que son
experimentales.
Esta franja de la sociedad desconoce las penurias que pasa el cubano
promedio y es un grupo que a la vez se subdivide en varios, ya que no
todos los que se dedican al alquiler de autos alcanzan la misma cantidad
de ingresos.
Por ejemplo, el alquiler de un auto americano viejo convertible para dar
un recorrido turístico en La Habana vale, como mínimo, 30 CUC. Lo que
implica que un taxista en menos de 2 horas podría tener un ingreso neto
de 20 CUC, si descontamos sus gastos. Sin embargo, un médico gana 40 CUC
trabajando todo un mes, con guardias al menos semanales de 24 horas, con
difíciles condiciones para desarrollar sus diagnóstico e incluso —en la
mayoría de los casos— con deficiente alimentación.
Aunque no son el único estrato social con tal solvencia, cubanos como
los que aparecen en Cuban Chrome sí están muy definidos, y la población
los distingue en sus diferentes comunidades por su alto nivel de vida.
Solo hay que mirar alrededor para poder percibir estas capas que cada
día se delimitan más y por sí mismas.
Video:
https://www.youtube.com/watch?v=nJpJxHZ3Frg
Source: 'Cuban Chrome' | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1441732691_16799.html
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