El exilio es más realista a diez años de la salida de Fidel Castro
EFE
Diez años después de que Fidel Castro delegase el poder, los exiliados
cubanos dicen que no ha habido cambios relevantes en Cuba desde el 31 de
julio de 2006, cuando brilló la esperanza de una transición hacia la
democracia, y los consideran improbables mientras los Castro gobiernen.
"Los cementerios de esta zona de Miami están llenos de gente que celebró
con botellas de champán la salida o las 'muertes' de Fidel Castro", dice
con lágrimas en los ojos Eduardo, un cubano de Camagüey que lleva más de
30 años en EEUU.
Eduardo habló así a las puertas del café Versailles, donde el 31 de
julio de 2006, después de que se anunciara oficialmente en Cuba que el
líder de la Revolución delegaba el poder en su hermano Raúl, debido a
una grave enfermedad, un grupo de personas mostró su júbilo por lo que a
sus ojos podía ser el comienzo del fin de la "dictadura castrista",
según declararon entonces a los periodistas.
Algunos dijeron que, si el Gobierno anunciaba que Castro estaba enfermo,
la realidad es que había muerto, mientras algunos comentaristas
pronosticaron el inicio de una transición a la democracia.
No menos equivocado estaba quien hace diez años plantó en el Versailles
un cartel con un dibujo de Hugo Chávez y a su lado las palabras "Viudo
de Fidel".
Quien murió fue el presidente venezolano, en 2013, y el que se quedó sin
amigo y compañero ideológico fue Castro, quien a los 89 años hace
contadas apariciones en público y de vez en cuando escribe alguna
"reflexión" en los medios oficiales.
Los manifestantes de hace 10 años aparecen en las fotos agitando
banderas de Cuba, con la mirada brillante y una sonrisa esperanzada.
En 2016 la esperanza de los exiliados no está puesta en que el régimen
vaya a abrirse, algo que dan por descartado, sino en que el pueblo
cubano impulse un cambio, dijeron a Efe dirigentes de organizaciones
políticas y ciudadanos cubano-estadounidenses.
Para María Elena Alpizar, portavoz en Estados Unidos de las Damas de
Blanco, son las nuevas generaciones, "menos adoctrinadas" y empoderadas
por la tecnología, que les permite conocer lo que pasa dentro y fuera de
la isla y organizarse con las redes sociales, las únicas que pueden
propiciar el fin del castrismo.
A su juicio, el "régimen tiene todo coordinado" para no ceder terreno y
dar el relevo a otro Castro, posiblemente Alejandro Castro Espín, una
vez que su padre, Raúl Castro, deje la Presidencia.
Orlando Gutiérrez, líder del Directorio Democrático Cubano, es
optimista, pese a reconocer que en los últimos diez años no ha habido
cambios "sustanciales" de parte del Gobierno y denunciar que la
"persecución y el acoso" de opositores continúa.
"El futuro pertenece a la democracia", la resistencia sí se ha movido e
"incrementado" y "no hay señales" de que los opositores dentro y fuera
de Cuba "se vayan a cansar de luchar", asevera, convencido de que los
cubanos, sobre todo los más jóvenes, sí se van a cansar de vivir como
viven y van a estallar.
Gutiérrez ni siquiera considera que el hecho de que Cuba y Estados
Unidos hayan normalizado sus relaciones signifique un avance para la
causa de la libertad y, como otros exiliados, también piensa que Fidel
Castro sigue teniendo "la última palabra" en la isla.
El deshielo con EEUU se ha "quedado en la superficie". Lejos de ayudar a
un cambio, "ha estirado un poco más la vida del régimen", opina el
dirigente de Directorio Democrático.
Un opositor interno, Iván Hernández Carrillo, sindicalista independiente
condenado en 2003 a 25 años de cárcel por "peligrosidad social", aunque
casi ocho años después fue beneficiado por una "licencia extra penal",
opinó que en Cuba no hay "mejoras" políticas, ni tampoco económicas ni
en materia de derechos humanos.
"No podemos esperar nada a corto plazo del Gobierno ni tampoco de fuera
de Cuba, somos nosotros mismos los que debemos proyectar el cambio",
subrayó.
El disidente y expreso político cubano José Daniel Ferrer, líder de la
Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), de visita en Miami como Hernández
Carrillo, concuerda con éste en que el cambio no va a llegar pronto y
que en todo caso será impulsado por el pueblo, cuando los Castro ya no
estén en el poder.
Ferrer también cree que el Gobierno de Raúl Castro firmó el acuerdo con
EE.UU. no por voluntad real de cambio sino para "ganar negocios y
tiempo", y destacó que al mismo tiempo, para reducir la presión interna,
sigue alentando la salida de cubanos disconformes con la situación
económica hacia otros países.
"Es lo que en Cuba llamamos un 'destape de olla'", dice la Dama de
Blanco Alpizar sobre la abultada cifra de cubanos que están llegando a
EEUU desde el restablecimiento de relaciones (2015), algo que por ahora
las autoridades estadounidenses no ven como un "éxodo masivo", según Ferrer.
Source: El exilio es más realista a diez años de la salida de Fidel
Castro | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article92792802.html
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