Diez años de Raúl Castro en el poder: reformas, deshielo y recesión
DANIEL LOZANO
31/07/2016 03:09
"Como nuestro país se encuentra amenazado por el Gobierno de Estados
Unidos, delego con carácter provisional mis funciones como primer
secretario del Comité Central del Partido Comunista en el segundo
secretario, compañero Raúl Castro Ruz". Hoy se cumple una década de la
histórica proclama de Fidel Castro tras su "accidente de salud" que le
tuvo entre la vida y la muerte, leída al país por Carlos Valenciaga, en
aquel momento jefe del despacho del Comandante en jefe, hoy purgado por
su sucesor. Aquel 31 de julio Cuba tembló. Oficialistas y detractores,
independientes y la gran masa que bastante tiene con resolver su día a
día, enmudecieron, lloraron o se echaron las manos a la cabeza al
escuchar cómo el héroe de Sierra Maestra, omnipresente en sus vidas
durante medio siglo, no sólo delegaba la dirección del PCC a su hermano,
sino también sus funciones como presidente del Consejo de Estado, jefe
del Gobierno de la República y comandante de las "heroicas Fuerzas
Armadas Revolucionarias". Raúl, siempre a la sombra, asumió entonces el
liderazgo del castrismo. Y desde el primer día lo ejerció sin complejos,
manteniendo la represión política pero aventurando un camino nuevo, una
travesía marcada por su propio péndulo, que se ha balanceado entre
reformas y continuismo. Un péndulo caprichoso que le ha llevado en sólo
cuatro meses desde su mayor éxito (el deshielo con EEUU, con la guinda
del viaje de Barack Obama a La Habana) a su mayor fracaso (la nueva
recaída económica).
"El pueblo nuevamente se crecerá frente a las dificultades, sin el menor
atisbo de derrotismo y plena confianza en su Revolución", aseguró el
presidente cubano a la Asamblea Nacional a principios de mes, tras
reconocerse el shock provocado por la debacle económica del gran aliado
bolivariano y la caída de los ingresos obtenidos del níquel y del
azúcar.Unas palabras tan entusiastas como alejadas de la realidad. La
desconfianza era y es de tal calibre que se han vuelto a romper records
migratorios: más de 44.000 cubanos han llegado a EEUU en los últimos 12
meses y otros cuantos miles se encuentran bloqueados en el corredor
centroamericano, incluso en Quito (Ecuador) y Turbo (Colombia). El
"todos se van" formulado por la escritora Wendy Guerra que ha convertido
a Cuba en el país más viejo del continente, con casi un 20% de
ancianos.La misma historia que no absolverá a Fidel lo tiene más
complicado con su hermano. Raúl Castro ha liberado a los cubanos de
algunos de los grilletes orwellianos impuestos por el gran líder:
autorizó el libre acceso a los hoteles, permitió la compra de teléfonos
móviles y la compraventa de vehículos y casas, eliminó el permiso
obligatorio para viajar, instaló unas decenas de puntos para conectarse
a WiFi, legalizó los almendrones (viejos coches americanos convertidos
en taxis colectivos) para paliar el desastroso transporte estatal...
Reformas mínimas que unidas al reconocimiento de los cuentapropistas
(trabajadores por cuenta propia, autónomos, germen del capitalismo), la
ampliación del cooperativismo y la concesión de (muy pocos) créditos
bancarios han cambiado la cara del país, pero no lo suficiente. Ni mucho
menos."Este sector nuevo no logra jalar la nueva economía. Falta mucho
para que sea el tractor que tire del resto del país", concluye el
politólogo e historiador cubano Armando Chaguaceda. "Eso sí, al cubano
promedio, al ciudadano de todas partes, le ha beneficiado todas estas
reformas", añade. Reformas que no han impedido el nuevo 'tsunami'
económico, que algunos en la isla ya lo comparan con un Periodo
Especial, como el sufrido tras la caída de la Unión Soviética. "El
'shock' no será de la misma magnitud que el experimentado a partir de
1991, cuando el PIB cubano cayó un 35% en tres años. Por el momento, el
país no se dirige a un nuevo Periodo Especial, aunque sí a una
recesión", calcula Pavel Vidal, economista y ex analista del Banco
Central de Cuba. "Hasta el momento las cifras indican que el intercambio
con Venezuela disminuirá alrededor de un 20%", añade Vidal, quien forma
parte del laboratorio de ideas Cuba Posible, críticos moderados al
castrismo. La crisis ya se nota en el día a día. Los ajustes energéticos
y la reducción de gastos anunciadas por Raúl amenazan con convertirse en
una bola de nieve en medio del Caribe. Periodistas independientes
certifican la existencia de apagones, pese a que el Gobierno asegura que
no afectarán a la población. Los edificios públicos funcionan sin aire
acondicionado, se ha reducido la iluminación pública, se han descartado
los aumentos salariales, el transporte funciona aún peor y la escasez de
petróleo ha provocado la subida del precio de los almendrones, que
perseguidos por las autoridades han abandonado parcialmente las
calles.Vidal apuesta por la "promoción de políticas de liberalización de
los mercados y una mayor apertura externa" para enfrentar la crisis,
pero Roberto Álvarez Quiñones, periodista que se mantuvo durante años en
las entrañas del poder, avisa sobre un "rebrote estalinista" y la
consiguiente "ofensiva contra los cuentapropistas, repunte del discurso
antinorteamericano y aumento de la represión política. Mientras más
tiempo emplee la gente en resolver sus necesidades cotidianas menos
tiempo para pensar en un cambio de sistema político". Por lo tanto, ¿qué
país va a dejar Raúl a sus herederos cuando abandone el poder en 2018?
"El autoritarismo cubano no es viable, estamos más cerca de un escenario
haitiano. Cuba puede explotar por el enorme desangre poblacional. La
nación es inviable en 20 años si no se revierte el proceso. Los jóvenes
tienen que irse ante la falta de cambios económicos profundos, las
inexistentes garantías jurídicas y la ausencia de cambios políticos",
contesta Chaguaceda, una de las voces cubanas más clarividentes en el
exterior.
Source: Diez años de Raúl Castro en el poder: reformas, deshielo y
recesión | Internacional Home | EL MUNDO -
http://www.elmundo.es/internacional/2016/07/31/579cd14222601dd5568b468c.html
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