El imparable éxodo de los cubanos
Yusniel Tamayo, que quiere dejar Cuba, con su tatuaje de Camilo
Cienfuegos. CLAUDIO FUENTE MADAM
Al menos 10.000 personas han abandonado ilegalmente la isla en lo que va
de año, temerosos de la derogación de la Ley de Ajuste CubanoEstados
Unidos y Cuba retoman sus relaciones económicas y políticas
DANIEL LOZANOLa Habana@danilozanomadri
30/03/2016 02:27Ha transcurrido una década desde que Wendy Guerra
escribiera Todos se van. Y pese al deshielo con EEUU y las
"actualizaciones socialistas" de Raúl Castro, casi todos se siguen
yendo. "Cuba es la misma sociedad cerrada, sus cambios son cosméticos",
describe la propia escritora a EL MUNDO. Ni siquiera su libro se puede
leer en la isla. El éxodo continúa imparable. Al menos 10.000 personas
han abandonado ilegalmente la isla entre enero y febrero de este año,
temerosos en su gran mayoría de que el acercamiento con el 'Norte'
provoque la derogación de la Ley de Ajuste Cubano, que facilita la
inserción del emigrante cubano en la sociedad estadounidense. Basta con
que un cubano ponga el pie en territorio de EEUU para que la ley sea
aplicada. La media anual de salidas en los últimos tiempos ronda las
40.000 por año. Desde 2011, gracias a una de las reformas de Raúl, los
emigrantes ya no pierden sus casas ni sus bienes, pueden regresar sin
problemas a la isla y ya no son acusados de traidores y
contrarrevolucionarios.La teoría oficial del Gobierno insiste en que
"los cubanos son víctimas de la politización del tema migratorio por
parte del Gobierno de EEUU, de la Ley de Ajuste Cubano y, en particular,
de la aplicación de la llamada "política de pies secos-pies
mojados".Salarios paupérrimos, condiciones económicas extremas,
insostenible situación de la vivienda y ausencia de libertades empujan a
una emigración que ha convertido a la joven Cuba en uno de los países
más viejos de América. Otra consecuencia es la descapitalización de
profesionales, ávidos de rehacer sus vidas en otras tierras. Hasta los
famosos médicos cubanos buscan otros horizontes. El Gobierno frenó en
seco la apertura migratoria para estos profesionales en diciembre, lo
que provocó protestas en varios hospitales. La marcha atrás del régimen
les obliga ahora a 'inventar', la gran palabra cubana, para intentar
salir de la isla. Cuentan en el gremio que la deserción fue de tal
calibre que en un pequeño hospital habanero sólo quedaron dos
residentes."Yo me quiero ir primero para vivir dignamente, porque con mi
salario mensual de 50 dólares y ayudando en mi casa no se puede. Y
segundo porque quiero decidir mi destino yo misma, en libertad", subraya
Mireya, nombre inventado por una médico habanera de 29 años. Mireya
ensalza los iniciales logros revolucionarios en Salud y Educación, "pero
ya son muchas décadas sin avances". Se niega a trabajar en las misiones
sociales de Venezuela, donde el médico recibe 150 dólares mensuales, más
otros 100 que le ingresan en una cuenta en Cuba. De su aula
preuniversitaria, compuesta por 43 jovencitos, sólo quedan seis en el
país. "Tú te paras donde sea y la gente te habla de cómo está intentando
resolver para irse. Es la palabra de moda". Yusniel Tamayo, habanero de
36 años, vive del "invento". "Me quiero ir por mis hijos, por su
futuro", asegura quien no cree en las reformas económicas: "Mucha muela,
mucho blablabla". Yusniel Tamayo y su "socio [amigo]" Rodney Livén, de
32 años, representan la cara y la cruz del éxodo. Rodney acaba de llegar
a Trinidad y Tobago después de tres fracasos. El año pasado se lanzó al
mar en balsa con una docena de personas y tras gastar 400 dólares. La
embarcación, construida con un gran tanque de metal y el motor de un
coche Lada soviético, dejó de funcionar a varias millas de la costa
cuando aquello "era lo máximo, todos íbamos cantando". Rodney vendió la
tele y el DVD y con un préstamo familiar se aventuró en otra salida
marítima. Otro fracaso, se trataba de un timo. La desesperación
embargaba a los dos amigos, quienes decidieron venderlo casi todo:
Rodney su casa (2.500 dólares) y Yusniel su moto (1.700 dólares).
Supieron que el consulado de Ecuador estaba tramitando visados e
invirtieron todo su dinero en el viaje a Quito. Partieron el 5 de enero
y un día después estaban de vuelta en La Habana. "Nos trataron como a
perros. Nos rechazaron pese a que los papeles nos lo firmó la propia
cónsul ecuatoriana. De 61 personas que íbamos en el avión de TAME sólo
tres se quedaron. Lo hemos denunciado aquí, pero ya sabemos cómo son las
cosas en Cuba", explica indignado Yusniel Tamayo. Rodney, con el dinero
que le quedaba y la ayuda de su suegro, tuvo una nueva oportunidad y
ahora, desde Trinidad y Tobago, trabaja "muy duro" como obrero. "Pero
hay mucha diferencia, hermano. Esto no es lo mismo, no hay policía que
te moleste", señala desde su nuevo país. El turno es ahora para Yusniel,
que busca nuevas salidas, "a donde sea, a donde me sienta libre, a donde
pueda buscar un futuro para mis hijos. Y alejarme de esta vida, todos
los días luchando para poder comer". El joven habanero sobrevive estos
días vendiendo pescado, "no puedo entender que esté prohibido cuando
somos un país rodeado de agua". Los dos amigos aman a su país, incluso
Rodney lleva tatuada la bandera junto a su corazón. Yusniel exhibe otro
tatuaje en su brazo izquierdo: Camilo Cienfuegos, el mítico héroe de
Sierra Maestra muerto en un accidente de avión. "Él sí es el verdadero",
concluye.
Source: El imparable éxodo de los cubanos | Cuba | EL MUNDO -
http://www.elmundo.es/internacional/2016/03/30/56fa9d0a46163f086f8b4596.html
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