CARTA DE UN VIEJO QUE NO SE VA
(Inspirada en CARTA DE UN JOVEN QUE SE HA IDO, ésta a su vez en
respuesta a CARTA A UN JOVEN QUE SE VA, de Iván López Monreal a Rafael
Hernández, director de la revista TEMAS)
30 de julio de 2014
A quien pueda interesar:
La Habana, Cuba – www.PayoLibre.com – Me atrajo la idea de involucrarme
en este tema, porque creo que todos los cubanos debiéramos
involucrarnos. Es algo muy sensible para nuestra nación. Ha afectado a
millones durante el mal llamado proceso revolucionario.
Pese a tener en estos momentos sesenta y tres años de edad, me siento
joven de espíritu. Vivo en La Habana. Cuando tenía treinta y un años
quise salir de Cuba, y por suerte no lo logré. Desde entonces decidí no
irme de mi patria, ni arrodillarme ni callarme ante quienes por más de
medio siglo vienen detentando un poder perpetuo, omnímodo, injusto,
absoluto, arbitrario e inconsulto.
No me voy de mi patria, aunque haya sido secuestrado por la policía
política en veintidós ocasiones y amenazado de muerte en otras cinco. No
me voy de mi patria, aunque el gobierno castrista me bloquea mi teléfono
móvil (53341878) desde hace siete meses con el propósito de aislarme del
mundo.
El gobierno castrista me califica de "enemigo" porque me dedico a tiempo
completo a luchar por un cambio de régimen para mi patria. El jurista
oficialista Julio Cesar Guanche, en Espacio Laical, -La lealtad es un
bien escaso- convocó a contener, por la fuerza si es necesario, al
enemigo, el que sirve al "cambio de régimen". Vale decir, justificado
desde el derecho y santificado desde la religión católica el uso de la
violencia para silenciar nuestro elemental derecho de opinión. Ejemplo
elocuente de los "cambios" del raulismo.
En tres direcciones principales se orienta mi activismo:
1. La vivienda donde resido –La K-cita de J– es un punto de encuentro
plural de la sociedad civil de toda la isla. En este espacio, situado en
un punto estratégico –J y Calzada, Vedado– confluyen disidentes de todas
las regiones y todos los niveles de visibilidad y reconocimiento dentro
de Cuba.
2. Aunque en estado de reposo provisional, la Asociación de Familiares
de Cubanos Desaparecidos (AFACUDE) compila los casos de desaparición de
que tengamos conocimiento.
3. El Proyecto Cuba EXIGE, un esfuerzo plebiscitario donde nos juntamos
los ciudadanos para exigir un cambio de régimen para Cuba. La forma en
que lo hacemos se desmarca de lo habitual, si se considera que lo
habitual es una cuartilla con un mensaje escrito y habilitada para
refrendarlo mediante la firma. Cuba EXIGE apela a la grabación de videos
donde cada participante expresa su demanda particular. Se edita en
partes de veinte participantes y se coloca en Internet, al alcance de
cualquier internauta que desee ampliar su horizonte sobre el tema
cubano. Hasta el presente, ya somos 1 444 identidades agrupadas en esta
demanda ciudadana.
Estas tres actividades, sobre todo la tercera, explican la mala voluntad
del gobierno castrista hacia mi persona, actividad que realizo en
difíciles condiciones, pues carezco hasta de un mínimo ingreso para los
gastos básicos de alimentos y útiles de aseo personal y doméstico, y
servicios como agua, gas y electricidad.
En otra época colaboraba con Cubanet, de donde dependía mi sustento,
pero dadas mis escasas dotes como periodista y por privilegiar el
activismo contestatario, hoy vivo condenado a la miseria material, la
que sobrellevo alimentado por la prédica martiana: "sin pan se vive; sin
dignidad, no".
La argumentación de Iván López Monreal es impecable; solo un puntico
agregaría sobre el tema de la salud pública, uno de los más socorridos y
cacareados "logros" del castrismo.
En su discurso ante la ONU, el 26 de agosto del 60 si no me equivoco,
Fidel Castro, por criticar a la Alianza para el progreso, dijo:
"hospitales que no harían tanta falta si hubiera mejor nutrición en
América Latina" y "lo que un pueblo gasta en alimentos lo ahorrará en
medicinas". Ergo, si un médico en cada esquina es un logro en la salud
pública, entonces equivale a un enorme descalabro en el sistema de
producción, distribución y comercialización de alimentos. Ni hablar del
apartheid que ejemplifican Cira García, Cimeq y las clínicas de la nueva
clase, donde el proletario no puede ni soñar en acceder. Igualito a las
clínicas para ricos en las sociedades tan machaconamente criticadas.
El tema abordado es interminable, pero me niego a abrumar a quienes
tengan la delicadeza de leer esta pequeña parte de mi modesta opinión.
Mientras no decidan bloquearla también, dispongo de una línea solidaria
de telefonía móvil, 54328715. Mi correo es 113dominexaudi932@gmail.com
José Alberto Álvarez Bravo
Source: PayoLibre.com - Cuba - -
http://payolibre.com/articulos/articulos2.php?id=6083
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