viernes, junio 27, 2014

Dos intelectuales hablan desde los intereses del poder en Cuba: ¿la Nación?

Cambios, Reformas, Intelectuales

Dos intelectuales hablan desde los intereses del poder en Cuba: ¿la Nación?
Rafael Hernández, director de la revista Temas y el Dr. Arturo López
Levy nos persuaden de la paciencia que hay que tener con el gobierno cubano
Marlene Azor Hernández, México DF | 26/06/2014 1:32 pm

En un vídeo que circula por estos días en Youtube, con el título el
Futuro del sistema político cubano estos dos intelectuales se posicionan
desde los intereses del poder político cubano para orientarnos en "el
largo y tortuoso camino", como dirían los Beatles, de una transición a
la que temen ponerle apellidos.
El posmarxista Stuart Hall nos hablaba de la necesidad de "posicionarse"
como investigador frente a la realidad, algo que no explicitan los dos
intelectuales pero que se descubre en sus análisis respectivos. ¿Desde
dónde hablan Rafael Hernández y Arturo López Levy?: desde el poder. No
importa si sus filiaciones ideológicas sean marxista y liberal
respectivamente, ambos coinciden en pautar la realidad de acuerdo a los
intereses del gobierno cubano, que efectivamente hacen coincidir con los
intereses de la nación. Y todo esto desde una supuesta "imparcialidad
académica".
Pedir imparcialidad en "las ciencias", cualquiera que esta sea, es algo
irrisorio luego de la discusión epistemológica de la década de los 80
del siglo pasado. Los discursos pueden estar más o menos elaborados y
sincerados con sus respectivos lenguajes técnicos, pero detrás de cada
elaboración teórica existen los seres humanos que expresan sus
intereses, valores y hasta opciones políticas. De lo que se trata es que
estos queden evidentes en cualquier elaboración académica para ser
verificados, controlados, por sus pares del campo académico y por los
lectores. Los paradigmas y referentes no son "inocuos".
Rafael Hernández
En su intervención en el video, Hernández nos informa de la composición
demográfica con las variables de edad, sexo y color de piel de los
distintos órganos de dirección política y estatal del sistema político
cubano. Constata que hay muchas semejanzas entre esa composición y la
respectiva de la población cubana en la Isla. Ante la pregunta de un
participante sobre las opciones ideológicas y políticas de esos
dirigentes, Hernández esquiva la pregunta porque no sabe la respuesta o
no quiere tocar el tema.
Remarca —eso sí— que los militares tienen una sobrerrepresentación en el
Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC), pero en el "relevo
generacional" (los dirigentes provinciales del Partido y el Estado son
insignificantes). Es decir, estamos en presencia de un gobierno militar,
pero no tanto.
Con el interés de remarcar la importancia del número de militantes del
Partido y la UJC —las fuerzas políticas del único partido— nos menciona
algo más de un millón, cifra inferior a los que no votaron, anularon
boletas, votaron en blanco o votaron en contra en las últimas elecciones
generales del país.
Es decir, que es mayor el número de los que no consideran legítimo el
actual gobierno, por abstención o voto en contra, al número de afiliados
a las organizaciones políticas del país. A no ser que se lea la
abstención como todos "querían ir a la playa ese domingo", algo usual,
cuando no se pueden obtener datos complementarios sobre las elecciones.
Hernández plantea que para dilucidar qué instituciones queremos tener,
hay que partir de la situación actual, el monopartidismo, el poder
popular, etc., y precisar cuáles deben estar en su lugar. Sin esperar
respuesta, señala que las actuales deben perfeccionarse, mejorarse,
hacerles cambios, pero su posición es que son "las realmente
existentes"[1] de manera tal, que con un supuesto pragmatismo político
nos convida a seguir con las mismas. No importa si no representan los
intereses de la población, ni tampoco si han demostrado su incapacidad
para resolver la crisis desde hace 24 años. El supuesto pragmatismo nos
convida a la ley de gravedad, en este caso política: se cambiarán por
"ley natural" y al paso del tiempo.
Para destacar su posición nos señala que los países como China y Vietnam
tienen un único partido pero tienen opiniones diferentes dentro del
partido y gobierno y se discute. Para Hernández, esto es rasgo
suficiente para contentarse con las estructuras actuales y tener como
referente estos dos gobiernos autoritarios y cuasi totalitarios por el
control represivo contra los discrepantes civiles y políticos.
Arturo López Levy
El intelectual en el video nos explica su mirada sobre el futuro del
sistema político cubano. Parte de la importancia e impacto de los
cambios económicos en otras áreas sociales y culturales y nos convoca
igualmente a esta especie de ley de gravedad política que supone que
primero los cambios económicos y luego la "liberalización democrática",
en un contradictorio análisis que alude al marxismo para ver esos
cambios interrelacionados, y luego separarlos, para convidar a los
cambios económicos como los primeros que irradiarán, con el tiempo,
otras aperturas. Cita dos autores para enfatizar que no se puede hacer
una liberalización a "destiempo" con lo cual, propone a su auditorio
ajustarse al paso de tortuga de la actual dirección del país en una
sugerencia que sería: "Hay que esperar que las élites decidan".
Considerar que los cambios actuales y futuros de la economía cubana
llevarán a una mayor "liberalización democrática" a largo plazo y de
manera automática y lógica en el país, contrasta con los referentes
chino y vietnamitas que luego de 35 años de reformas no han liberalizado
más que la economía. El menosprecio a la necesidad democrática en estos
dos intelectuales es más que evidente.
En su lenguaje politológico, López Levy nos describe tres desafíos del
gobierno cubano: el éxito de la reforma económica, la incorporación de
la Isla al mercado mundial y el cambio generacional en el poder que
incluya una revisión de las relaciones civiles y militares en las
instituciones de poder porque los militares no son solo la
representación en el Buró Político del PCC, si no su poder real en la
economía, en "la formación de cuadros" y en las decisiones.
Bajo una supuesta posición de realismo político, ambos intelectuales
imbuidos del miedo a un supuesto cambio "no ordenado", nos convocan a
"la paciencia infinita" con relación a los cambios en Cuba. Ninguno de
los dos propone un nuevo diseño de las instituciones sino que sus
intervenciones apuntalan el statu quo explicando —eso sí— que el debate
es importante pero el cambio solo es función del gobierno cubano, al que
no hay que tocar ni con "el pétalo de una rosa", no vaya a ser que se
atrinchere aún más. "El futuro del sistema político cubano" en este
video, se diluye en la constatación y respaldo del orden vigente y al
ritmo octogenario.
En realidad, leyendo los comentarios de la página digital Granma.cu,
observo que los planteos de los comentaristas son mucho menos
conservadores que las intervenciones de estos dos académicos. La noticia
de la discusión de los problemas económicos actuales del país, en la
próxima reunión del parlamento, hizo que varios comentaristas pidieran
abiertamente que las discusiones sean televisadas en vivo para toda la
nación —ya no soportan los resúmenes manipulados posteriores con los
cuales no se enteran de nada—, porque no entienden que los mismos
problemas de ineficiencia económica se discutan de una sesión del
parlamento a otra, sin solución para la difícil vida cotidiana de la
población, y luego de tantos años de "actualización". ¿Qué hacen los
diputados "inasibles" que nunca han presentado un programa frente a
quienes lo eligen?, ¿Qué hacen los diputados con los incumplidores de
los planes? Posiciones más avanzadas, pragmáticas y democráticas, que
las propuestas de los investigadores Rafael Hernández y Arturo López Levy.
[1] La misma posición de la dirección soviética en los años 70, que
llamaban al "socialismo real" en contraposición a todos los demás, que
para la dirección soviética eran cuando menos "ficciones inservibles".

Source: Dos intelectuales hablan desde los intereses del poder en Cuba:
¿la Nación? - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/dos-intelectuales-hablan-desde-los-intereses-del-poder-en-cuba-la-nacion-318797

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