Publicado el jueves, 11.28.13
La 'tristeza' de la juventud cubana
ANDRÉS OPPENHEIMER AOPPENHEIMER@ELNUEVOHERALD.COM
Escuchando al rapero cubano "Silvito el libre"—el hijo del prominente
trovador oficialista Silvio Rodríguez— uno no puede más que concluir que
los nietos de la Revolución Cubana son escépticos con respecto a las
últimas reformas económicas de la dictadura de la isla.
Estuve con "Silvito el libre" la semana pasada, durante una visita del
joven rapero a Miami, y le pregunté sobre una de las canciones de su
grupo, titulada "Háblame". La canción dice, entre otras cosas, que Cuba
es un país sumido en la tristeza, donde la seguridad del estado persigue
a los ciudadanos, y donde el comunismo sirve a los intereses de unos pocos.
"Definitivamente, la mayoría del pueblo cubano está sumido en la
tristeza", me dijo Silvito. "Porque el cubano ha cambiado mucho del
cubano de antes. El cubano ha perdido la alegría, muchos han perdido la
esperanza".
Yo esperaba que Silvito agregara que el estado de desesperanza en Cuba
se debe al embargo comercial de Estados Unidos —la muletilla del régimen
cubano para explicar todos los males de la isla—, pero Silvito ni
siquiera lo mencionó. Dijo que los cubanos son un pueblo triste porque
"se sienten pisoteados todos los días por la policía, por el gobierno,
por las leyes, por todo".
Cuando le pregunté qué dice su padre sobre sus opiniones políticas,
Silvito me dijo que Silvio Rodríguez "es una persona muy libre y muy
abierta". Silvito agregó que su padre "siempre me apoyó en todo
momento... El profesa su sentimiento, y yo profeso el mío".
Silvito me contó que tanto su madre como muchos de sus amigos han sido
acosados por la policía secreta. Por no ser miembro del sindicato
oficial de artistas, no puede cantar en conciertos masivos, y solo puede
presentarse en conciertos alternativos "una vez cada seis meses, más o
menos", me dijo.
¿Tú eres una excepción entre los jóvenes cubanos?, le pregunté,
refiriéndome a su postura política.
"No, para nada. La juventud cubana completa, o casi completa, piensa
igual que yo", respondió Silvito. "La juventud cubana completa, o casi
completa, es víctima del abuso de la policía, de la separación de sus
familias por esto de Cuba y (el exilio de) Florida, y sabe lo que es
vivir en Cuba y salir para la calle sin desayunar, y montarte en una
guagua (bus) para llegar a un trabajo donde alguien te maltrata, para
cobrar prácticamente nada".
Le comenté que, después de 54 años de gobierno totalitario y con una de
las censuras de prensa más rígidas del mundo, uno podría suponer que la
mayoría de los cubanos —especialmente los nacidos después de la
revolución de 1959— ya estarían bien adoctrinados. ¿Por qué no funcionó
el adoctrinamiento gubernamental?, le pregunté.
"Hasta hace un tiempo yo creo que sí (que funcionó,) porque todavía hay
personas que creen en esa revolución. Pero desde hace un tiempo para acá
la gente se ha ido despertando. Porque ya ha sido mucho, ¿entiendes?".
Cuando le pregunté sobre las últimas reformas económicas del gobernante
Raúl Castro, que ha flexibilizado las restricciones para viajar afuera
de la isla y ha autorizado a alrededor de 435,000 personas a trabajar en
el sector privado, Silvito se encogió de hombros, como diciendo que no
estaba muy impresionado por las medidas. Cuba ha autorizado en el pasado
algunas reformas en el sector privado, solo para revertirlas más tarde.
"Han habido algunos cambios, positivos algunos, pero yo personalmente no
veo ningún cambio", respondió. Tras una pausa, agregó: "Yo veo las cosas
cada día más mal. No veo ningún cambio positivo".
El escepticismo de Silvito —que según dicen otros visitantes cubanos es
un fenómeno generalizado entre los jóvenes de la isla— contrasta con el
optimismo de algunos recientes estudios académicos realizados en Estados
Unidos, que consideran que en la isla están ocurriendo cambios positivos
de importancia.
Un nuevo informe de Brookings Institution, titulado "¿Aterrizaje suave
en Cuba?", escrito por el ex asesor de asuntos latinoamericanos de la
Casa Blanca durante el gobierno de Clinton, Richard Feinberg, dice que
"un dinámico sector privado" de más de dos millones de personas está
emergiendo en la isla, y agrega que en Cuba se están produciendo
"cambios tectónicos".
Mi opinión: Es difícil decir desde lejos si las reformas económicas de
Cuba son cambios cosméticos, o si representan el principio de una
apertura económica. Lo más probable es que hayan sido concebidas por el
régimen como una política de control de daños para apaciguar a una
población cada vez más impaciente y crítica.
Los nietos de la revolución cubana están hartos de que les mientan, los
repriman y los censuren, y cuanto más se demoren los hermanos Castro en
permitir que Cuba se abra al mundo, tanto más anticomunista se hará la
juventud cubana. Tal como me dijo Silvito: "Ya ha sido mucho, ¿entiendes?".
Source: "OPPENHEIMER: La 'tristeza' de la juventud cubana - Andrés
Oppenheimer - ElNuevoHerald.com" -
http://www.elnuevoherald.com/2013/11/27/v-fullstory/1624952/oppenheimer-la-tristeza-de-la.html
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