Conexión ilegal
Yucatán, en la ruta alterna para traficar personas a EE.UU.
Las bandas de la delincuencia organizada utilizan a Yucatán
ocasionalmente como trampolín para el tráfico de indocumentados rumbo al
norte del país y Estados Unidos, y cuentan con contactos locales que los
apoyan en algunas labores logísticas.
Un pacto de silencio entre los indocumentados detenidos impide a las
autoridades ahondar en las investigaciones sobre los contactos yucatecos
de las bandas organizadas. La mayoría de los detenidos asegura que
intentaba llegar al norte del país o a Estados Unidos por su cuenta, no
a través de una estructura dedicada al tráfico de ilegales.
Quienes son detenidos en Yucatán son en su mayoría centroamericanos y
cubanos, pero las alarmas se encendieron el año pasado por la detención
de ilegales de China, India y República Dominicana. Se especuló de la
existencia de una nueva ruta de polleros que incluiría al Estado.
Los detenidos en Yucatán distan mucho de ser como los migrantes en
extrema pobreza que se internan al país por la frontera con Chiapas.
Los asegurados en la entidad son personas que cuentan con pasajes de
avión o camión en su poder para viajar al norte del país y llevan
consigo credenciales de elector y actas de nacimiento mexicanas
falsificadas.
La compra de los boletos y otros trámites están a cargo de contactos
locales que también se encargan de alojarlos en hoteles o en casas de
seguridad.
Cambio de rutas
Los ilegales centroamericanos cambian de ruta cuando deciden pasar por
Yucatán, ya que al llegar al Estado se alejan de su destino en el norte
del país y Estados Unidos y su viaje es más costoso. Lo común es que
entren por la frontera con Chiapas, pasen por Tabasco, Oaxaca, Veracruz
y Durango u otras entidades norteñas antes de tratar de llegar al vecino
país.
Se calcula que los traficantes de personas cobran entre 2,500 y 6,000
dólares a los centroamericanos para trasladarlos a Estados Unidos. El
pago se incrementa dependiendo de la distancia y desde su salida de
Guatemala, El Salvador u Honduras harían el primer pago. El saldo se
cubre al llegar a Estados Unidos.
El tráfico de migrantes representa elevadas ganancias, pues se calcula
que las personas que se dedican a esa actividad en México ganan en
promedio $6,600 millones de dólares al año.
Asegurados
La mayoría de los ilegales ase gurados en Yucatán son de países
centroamericanos, como Guatemala, Honduras y El Salvador.
En el caso del tráfico de cubanos, autoridades migratorias consideran
que ese problema ha decrecido en el Estado y se ha trasladado a Quintana
Roo, donde hay reportes de que está asentada una célula de
cubano-americanos, que es la que se encarga de sacar antillanos de la
isla para que residan en México o viajen a Estados Unidos, previo pago
de fuertes sumas de dinero que incluso llegan a los 10,000 dólares por
persona.
Otro factor que ha inhibido el tráfico de cubanos es el desempleo y la
crisis económica en el vecino país, de la que no está exenta Miami. Por
tanto, las dificultades para encontrar trabajo son mayores ahora en
comparación con otros años.
Quienes se escapan de Cuba tienen el objetivo de llegar a Miami, pero
también usan a Yucatán y Quintana Roo como trampolín para después viajar
a Estados Unidos.
Aunque muchos se van por su cuenta y riesgo en balsa, algunos cubanos ya
vendrían "recomendados" desde que salen en sus embarcaciones. Sus
enlaces les indican que en determinado lugar del Canal de Yucatán los
encontrarán sus contactos a bordo de yates para llevarlos a tierra sanos
y salvos.
Desde alta mar
Vía teléfono satelital, los traficantes de cubanos se comunican desde
alta mar con su contacto en tierra para que prepare todo antes del
desembarco.
Algunos llegan directamente a Quintana Roo y otros cambian de ruta para
dirigirse a la costa Oriente de Yucatán.
De las costas yucatecas viajan por carretera al norte del país para
intentar cruzar a Estados Unidos, o se van a Quintana Roo por tierra y
luego a Miami o se quedan a vivir en México.
Los cubanos salen de costas cercanas a La Habana o desde playas de otras
provincias.
Las autoridades aseguran que Yucatán no es paso importante de ilegales y
un dato que lo revela es que los detenidos en los aseguramientos casi
siempre son pequeñas agrupaciones.
Otro ejemplo es el número de retenidos en la estación migratoria
meridana: a mediados de mayo de este año había seis detenidos (dos
guatemaltecos, dos cubanos y dos estadounidenses), contra los 1,000 que
pueden estar en instalaciones concentradoras de indocumentados ubicadas
en la ciudad de Tapachula, en Chiapas.
En cuanto a la llegada de prostitutas centroamericanas a Yucatán, se ha
frenado tras el escándalo en que estuvo involucrado el anterior delegado
de Migración, Hernán Vega Burgos. Sin embargo, han ocurrido detenciones
de extranjeras que trabajan como edecanes, ya que su permiso laboral se
circunscribe a Cancún y no están autorizadas para hacerlo en esta
ciudad. A las jóvenes se les aplica una multa y las remiten de regreso a
Quintana Roo.
Los polleros de Oxkutzcab, que desde hace varios años trasladan a
yucatecos, centroamericanos e incluso chinos a Estados Unidos, también
han reducido sus actividades por la fuerte vigilancia en la frontera. La
mayoría ya se dedica a otra labor.
Vigilancia de Migración
"Yucatán no es trampolín para el tráfico de indocumentados. Tenemos una
fuerte vigilancia para impedirlo, pero no estamos exentos de que alguien
quiera correr el riesgo de pasar por acá", asegura Benito Rosel Isaac,
delegado en el estado del Instituto Nacional de Migración.
El funcionario federal considera que muchos indocumentados llegan a
Yucatán porque tienen recursos. A los que han detenido en el aeropuerto
ya tienen su pasaje de avión a la Ciudad de México, Monterrey,
Hermosillo y otras ciudades del norte del país.
"Los que detenemos no son los refugiados que uno se imagina, sin
recursos o que están a la aventura. Han llegado a Yucatán por alguna
decisión de las bandas organizadas que aún subsisten y que proveen de
pasajes a los ilegales para que viajen al Norte".
A diferencia de otros años, añade Benito Rosel, ahora se monitorean
todos los vuelos que salen o llegan a Mérida, incluyendo los nacionales,
a los que antes no se vigilaba.
Sospechosa ausencia
En ocasiones salen aviones a su destino sin que se presenten a abordar
15 ó 20 pasajeros que ya habían comprado sus pasajes. En estos casos se
trataría de indocumentados que pensaban usar Mérida como trampolín para
viajar al norte del país y cambiaron sus planes por la vigilancia de
Migración y la policía federal en la terminal aérea.
"Hay indicios de que desde Centroamérica contactan a las bandas de
traficantes, que deben tener alguna conexión en Yucatán. Los ilegales
que detenemos, quizá por motivos pactados antes, no denuncian a los
jefes de esas organizaciones. Dicen que vienen solos", informa el delegado.
"Los ilegales pasan por donde hay facilidades para hacerlo y acá no
hay", dice Rosel Isaac.
En sus labores de verificación y control, el personal de la delegación
de Migración supervisa a los hoteles y que no laboren extranjeros
ilegales en giros negros y comercios.
"Mas que ir a pescar indocumentados, el fin principal es que esos
establecimientos trabajen conforme a la ley. Verificamos que si tienen
extranjeros a su servicio estén regularizados y con sus papeles en orden
para que puedan trabajar sin problemas como artistas, músicos o gerentes
de alguna empresa".
En días pasados personal de la delegación Yucatán de Migración efectuó
verificaciones en camiones y carreteras en busca de indocumentados. Las
oficinas locales cuentan con nuevo equipo que permite detectar con mayor
facilidad si un documento oficial es legítimo o falsificado.- Alejandro
Acevedo Vales
http://www.yucatan.com.mx/20110529/nota-9/127872-conexion-ilegal.htm
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