Por LESLEY CLARK/lclark@MiamiHerald.com
WASHINGTON
Nuevos documentos judiciales en el caso de un matrimonio de Washington
acusado de espiar para Cuba durante casi 30 años describen un entorno
típico de la Guerra Fría.
Además de un radio de onda corta en su mesa junto a la cama y una guía
para navegar las aguas cubanas, los investigadores dicen que encontraron
un ejemplar de The Spy's Bedside Book (El libro de cabecera del espía]
en el apartamento de Walter Kendall Myers y su esposa Gwendolyn. La
antología de narraciones sobre espionaje fue compilada por Graham Greene
--agente de inteligencia británico-- y su hermano.
"Es una buena lectura'', dijo Peter Earnest, agente de la CIA con 35
años de experiencia y director ejecutivo del Museo Internacional de
Espionaje en Washington. "Pero estoy seguro qué otro significado se le
pueda atribuir''.
Los documentos más recientes --que ofrecen más detalles sobre como el
gobierno federal cree que la pareja operaba como un equipo de espías--
se presentaron mientras los fiscales federales alegaban que los Myers
debían permanecer detenidos hasta el juicio.
"Los Myers son agentes clandestinos cubanos que han contemplado escapar
de Estados Unidos en el pasado'', escribió el fiscal federal adjunto
Michael Harvey en un documento presentado ante el tribunal. "Y siguen
contemplándolo''.
El mes pasado un juez federal aprobó una solicitud de los fiscales de
mantener en secreto parte de la información del caso.
Los Myers, que se declararon inocentes el mes pasado a cargos de
confabulación, fraude y de ser agentes ilegales de Cuba en Estados
Unidos, solicitaron que que los pusieran bajo arresto domiciliario con
vigilancia electrónica. Pero Harvey sugirió que la pareja --que según él
ha utilizado nombres y documentos falsos para viajar a Cuba en el
pasado-- tiene "recursos significativos para financiar una fuga''.
"Ahora que enfrentan una causa que podría llevarlos a pasar el resto de
la vida tras la rejas, los acusados tienen una motivación muy fuerte
para irse a Cuba, el país que llaman "su casa''', escribió. Añadió que
si la pareja escapaba a Cuba o a la Sección de Intereses de Cuba en
Washington "habrían escapado definitivamente'' porque Estados Unidos no
tiene tratado de extradición ni relaciones diplomáticas con Cuba.
En cuanto a su oferta de pagar una fianza, Harvey escribió que "para los
Myers esto no es un asunto de dinero''.
"La investigación del FBI ha revelado que los Myers no estaban motivados
por dinero para ser agentes clandestinos de Cuba, la razón es la
ideología comunista'', dijo, añadiendo que la pareja tiene más de
$600,000 de una herencia.
Dada la opción entre la prisión o ser recibidos como héroes en Cuba,
escribe Harvey, "no es probable que perder el dinero de la fianza vaya a
pesar mucho en sus cálculos''.
Alega que durante sus reuniones con un agente encubierto del FBI la
pareja "admitió esencialmente todos los hechos materiales que el
gobierno necesita para probar que son culpables de los cargos que
enfrentan''.
Los documentos también ofrecen más detalles sobre cómo Kendall Myers, ex
analista de Asuntos Europeos del Departamento de Estado con acceso a
documentos secretos, reveló información secreta a Cuba. Según los
documentos presentados al tribunal, Myers le dijo al agente del FBI que
por lo general memorizaba información o tomaba notas de los documentos y
los colocaba en la caja fuerte de su oficina.
En algunas ocasiones se llevaba los documentos secretos a casa, donde su
esposa Gwendolyn los ''procesaba página por página'' y Kendall los
regresaba al Departamento de Estado al otro día.
El gobierno afirma que sobre la base de las guías federales, Gwendolyn
Myers pudiera ser condenada a 17 años de cárcel y Walter Myers a 19.
Los documentos indican que en diciembre de 1976 Kendall Myers fue
convicto de homicidio vehicular con negligencia en Washington D.C., y
que según las guías federales de sentencia ese fallo de culpabilidad
pudiera ser un factor porque sucedió en los primeros 10 años del
comienzo de su carrera como espía. El diario The Washington Post reportó
el mes pasado que en 1975 Myers chocó su carro en Washington y causó la
muerte a una joven de 16 años.
El mes pasado el matrimonio apeló el fallo de un magistrado federal de
que debía permanecer en la cárcel hasta el juicio. El juez federal de
distrito Reggie Walton ha dicho que estudiará la solicitud de arresto
domiciliario y que pudiera celebrar una audiencia para escuchar sus
argumentos.
Harvey alegó que cuando alguien es acusado de espionaje "los tribunales
han determinado de manera uniforme que no hay condiciones que aseguren
completamente que el acusado se presente por su cuenta ante el
tribunal''. Citó el caso de un funcionario comercial búlgaro encarcelado
por una orden judicial que afirmó que "cualquier país que sea enemigo de
Estados Unidos es un posible refugio''.
Los Myers han ofrecido permanecer bajo arresto domiciliario a una
distancia de por lo menos 20 millas de la Sección de Intereses de Cuba
en Washington, que está a 2.6 millas de su apartamento en Washington.
Pero Harvey calificó la solicitud de "curiosa''.
"Cualquier caso en que los acusados acepten que pudieran necesitar una
zona de seguridad entre ellos y un refugio fuera de la jurisdicción de
este tribunal para darle al FBI una "oportunidad razonable oportunidad''
de capturarlos si decidieran huir es obviamente un caso donde no se debe
liberarlos antes del juicio'', escribió Harvey.
Acusados de espiar para La Habana vivían en entorno de la Guerra Fría -
Ultimas noticias - El Nuevo Herald (30 June 2009)
http://www.elnuevoherald.com/ultimas-noticias/v-fullstory/story/487306.html
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