Violencia y alcohol, una combinación que cobra vidas en San Germán
ELIECER PALMA PUPO | San Germán | 3 de Julio de 2017 - 15:08 CEST.
"Ya yo de noche no salgo a ningún lado, aunque da igual porque los
últimos asesinatos han ocurrido de día", se queja el jubilado José
González Marrero, uno de los vecinos de San Germán, Holguín, preocupados
por el aumento de la violencia, que ha dejado al menos tres muertos en
los últimos meses.
"Es por la necesidad y el hambre", opina Maritza Infante Aguilera. Eso
provoca "mucha incomodidad. La gente se siente impotente por no poder
resolver sus problemas y es ahí donde vienen las discusiones y la
violencia".
"Yo no lo justifico —aclara— porque nadie tiene derecho a quitarle la
vida a otra persona".
"Hace apenas unos días, en la comunidad de Limoncito, mataron al jefe de
protección física por intentar llevar al cuartel del municipio a un
obrero agrícola que transportaba dos racimos de plátano burro", comenta.
Humberto Leyva Peña recuerda que el pasado 17 de mayo, durante una
actividad por el día del campesino en la que no hubo presencia policial,
fue asesinado el vendedor de cerveza Rolando Ramón Francis Trauman.
"Dos jóvenes, con una piedra y un cuchillo, terminaron con la vida del
hombre. Después vinieron los policías a investigar. Le dije a la
instructora del caso, '¿porque no investigan a los policías que debían
estar allí y no estaban?'. Así se evitarían estos casos de muerte",
fustiga Leyva Peña.
"La televisión (estatal) critica los crímenes de afuera, pero de los de
aquí no se dice nada", se queja el jubilado José Luis Pórtela Ricardo.
"La mayoría de los asesinatos son a puñaladas", dice otro vecino que
pide mantenerse en el anonimato. "Pero también un joven que era custodio
con pistola le disparó cuatro balazos a un obrero, quien no llegó con
vida al hospital", agrega.
"También piensa que las condenas por matar a una persona son más ligeras
que por matar una vaca. Yo conozco personas que han cumplido ocho años
por asesinato; sin embargo, por hurto y sacrificio hay quien ha recibido
sentencias de 20 años", destaca.
A su juicio, "para bajar el índice de violencia el Estado tiene que
vender menos bebidas alcohólicas".
El joven Yoan Torres dice que no se siente "seguro" cuando va fiestas
los fines de semana. "Han ocurrido reyertas y la Policía no ha actuado",
explica.
"Los problemas casi siempre ocurren después de las 12:00 de la noche,
cuando las bebidas alcohólicas empiezan a hacer efecto. Yo siempre vengo
para mi casa junto con mis amigos para evitar problemas, porque
cualquier persona te saca un cuchillo", añade.
"Ya me lo pienso para ir hasta a una fiesta de 15. También es cierto que
nosotros, los jóvenes, no tenemos opciones, ni ofertas con precios
asequibles. La mayoría sale con una botella de ron de muy mala calidad",
lamenta.
"A veces pienso que los policías no quieren buscarse problemas con los
maleantes. Mira lo que pasó con el hombre que vendía cerveza. Todos
decían que era buena persona", comenta Roger Arias Pérez "La prensa
local no refleja lo que ocurre. Lo más triste es que no veo cómo parar
el incremento de la violencia, cada vez ocurren más hechos de sangre".
"La presencia policial es frecuente en los actos políticos; sin embargo,
en las ventas de alcohol y en las fiestas apenas se ve", apunta Karlier
Vidal Camacho.
"Las personas que cometen estos crímenes en su mayoría no han creado
familias; por lo tanto, aunque sea triste decirlo, no tienen mucho que
perder", opina.
Menciona que el pasado Primero de Mayo "ocurrieron varias broncas y la
Policía no pudo tomar control de la situación. En la comunidad de
Estrada los policías terminaron fajados con los pobladores del lugar",
ejemplifica.
Source: Violencia y alcohol, una combinación que cobra vidas en San
Germán | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1499087333_32312.html
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