Carta-denuncia de Elidiorquis Perdomo Gattorno dirigida al Consejo de Estado
JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana | 11 de Julio de 2017 - 20:08 CEST.
La Habana, 30 de junio de 2017
A: Fiscalía Provincial de la República
Mediante la presente yo, Elidiorquis Perdomo Gattorno (residente en
calle Príncipe #178, entre Espada y San Francisco, Centro Habana) hago
formal denuncia contra la Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana.
En horas de la mañana del martes 27 de junio del año en curso,
funcionarios de dicha entidad se personaron en mi domicilio para
ejecutar, por cuarta vez durante el período de un año, un acto de
decomiso de mi vivienda.
Sin previo aviso, rompiendo las puertas y las ventanas, y sin importar
que mis dos hijos estuviesen presentes (el más pequeño de 12 años
diagnosticado con síndrome de Down), los funcionarios de la Dirección
Municipal de Vivienda de Centro Habana procedieron a desalojarme,
arrojando todas nuestras pertenencias y muebles a la vía pública.
Previamente al acto, habían cerrado el acceso a la cuadra, semejante a
un operativo contra un delincuente.
Posteriormente subieron todas nuestras pertenencias y muebles a un
camión y junto con mi hijo menor nos llevaron para un albergue de
tránsito en la Habana Vieja. Las condiciones generales de dicho inmueble
eran pésimas, por las filtraciones, las tupiciones y la ausencia de
servicio de gas. Condiciones que los propios residentes de aquel lugar
nos mostraron. Además, el cubículo que nos habían asignado no tenía
siquiera servicio eléctrico.
Al ver aquellas condiciones me negué a que bajaran mis cosas del camión
hasta que no se personaran los funcionarios del Gobierno del municipio
con una solución, pues en principio esas circunstancias no son
mínimamente óptimas, teniendo en cuenta, además, la condición médica de
mi hijo menor. Tras esperar tres horas, tanto las funcionarias de
Vivienda como el chofer del camión decidieron irse, dejando todas mis
pertenencias tiradas en la calle nuevamente.
Viendo que ninguna autoridad, ni de Centro Habana o de Habana Vieja, se
personaban, decidí alquilar otro camión, remonté todas nuestras
pertenencias y muebles y regresé a mi domicilio que, al llegar, estaba
custodiado por funcionarias de la Dirección Municipal de Vivienda de
Habana Vieja.
Durante todo ese tiempo mi hijo menor estuvo expuesto al estrés y a la
violencia de todo el evento, y sin poder yo brindarle alimento alguno.
Antes de narrar los antecedentes que desembocaron en este acto, que
considero abusivo, violento y en contra de los principios que defiende
la Revolución Cubana, aclaro que tengo testimonio audiovisual de todo lo
acontecido y que adjunto como prueba material y para consideración de
sus autoridades.
Los antecedentes
La orden de decomiso contra mi domicilio, de la cual soy propietaria
única desde el año 2004, data de junio de 2016 como resultado del
encausamiento de mi marido por tráfico de drogas. En el registro
efectuado en mi domicilio, en aquel entonces, no se encontraron drogas
algunas y solo se ocupó una pesa que, según el laboratorio de la
policía, contenía rastros de marihuana.
Les puedo asegurar, firmemente, que jamás he estado involucrada en
delito de índole alguna y muchísimo menos relacionado con drogas. Les
puedo asegurar, firmemente, que nunca he permitido que en mi domicilio y
de mis hijos, se practique este tipo de actividades. Les puedo asegurar
que mi domicilio y las pertenencias de mis hijos y mías, no se
obtuvieron con dinero de tráfico o delito alguno.
Contra mi persona jamás existió acusación alguna, y ni siquiera fui
citada como testigo en el juicio practicado contra mi marido, del cual
resultó condenado a siete años de privación de libertad. Aclaro además
que él, ni es copropietario de mi domicilio, ni estuvo jamás inscrito en
el registro de dirección. Por lo cual, nunca he podido entender por qué
intentan quitarme la casa mía y de mis hijos.
Todos mis vecinos, de realizarse una verificación cabal, pueden dar
testimonio y fe de cuanto aquí he expuesto.
Desde el 8 de junio de 2016 y hasta la fecha presente, los funcionarios
de la Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana, han realizado
cuatro intentos de decomiso que habían impedido mis propios vecinos.
Pero en esta ocasión, y como señalé anteriormente, cerraron el acceso a
la cuadra para evitar el gesto solidario de mi vecindad.
Considero justo y oportuno señalar que los oficiales de la policía
fueron los únicos que escucharon mi reclamo, considerando injusto y
excesivo el tratamiento dado a mi persona y a mi hijo más pequeño.
Durante las horas que estuve esperando a las autoridades de Habana
Vieja, con nuestras pertenencias y muebles en la vía pública, me
acompañaron. Posteriormente, a mi regreso a mi domicilio, exigieron a
estas funcionarias a que resolvieran mi caso de inmediato, ante lo cual
me permitieron finalmente subir todas nuestras pertenencias nuevamente a
mi vivienda.
Al momento de redactar esta carta-denuncia, no he podido arreglar la
puerta que los funcionarios de Dirección Municipal de Vivienda de Centro
Habana violentaron y rompieron, ni restablecer el servicio de gas. Es
gracias al gesto solidario de mis vecinos que he podido elaborar
alimentos a mis hijos, y que me vigilan la casa mientras hago las
gestiones pertinentes en vista de que, una vez y por todas, alguna
autoridad ponga fin a mi calvario y al de mis hijos, especialmente del
más pequeño.
En relación al mal proceder y de violencia injustificada por parte de
los funcionarios de la Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana,
quiero añadir, para conocimiento de sus autoridades, el comportamiento
del funcionario que atiende a menores, quien durante el acto de
violentar mi domicilio donde les avisé que mi hijo se encontraba
presente y que podía ser herido por los cristales de la puerta, expresó
que "no importaba, que procedieran".
Mi reclamo
Más allá de mi derecho a denunciar el proceder de todos los funcionarios
implicados y a las instancias a que pertenencias, solo reclamo una cosa:
justicia.
Justicia para mis hijos y para mí. Justicia que, a mi entender, debería
comenzar con una revisión del caso donde se podrá comprobar, lo aseguro,
que no existe razón alguna en decomisar nuestra vivienda: la de mis
hijos y mía. Tengo toda la documentación, exhaustiva, y que puedo poner
a disposición de sus autoridades, donde consta además la afectación que,
en estas cuatro ocasiones y especialmente esta última, incide sobre la
salud de mi hijo menor y hasta la mía.
Concluyo señalando que no ha sido esta la única ocasión en que he
remitido reclamos a otras instancias, pero lamentablemente solo he
encontrado oídos sordos y evasivas. Siempre se me ha dicho que "Vivienda
atenderá su caso". Pero como se puede comprobar, dejar mi caso en manos
y competencia de la Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana,
solo ha dado como resultado una cosa: injusticia y violencia, tanto para
mi persona como para mis hijos.
Atentamente y a consideración de ustedes
Elidiorquis Perdomo Gattorno
CC:
Consejo de Estado
Ministerio del Interior
Dirección Provincial de Vivienda de La Habana
Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana
Source: Carta-denuncia de Elidiorquis Perdomo Gattorno dirigida al
Consejo de Estado | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1499796511_32499.html
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