¿Viajar en guagua o en taxi?
Ricardo extraña los tiempos en que iba colgado por fuera en una guagua y
nadie se fijaba en eso
Martes, junio 6, 2017 | Iris Lourdes Gómez García
LA HABANA, Cuba.- A Ricardo se le ha creado un problema.
Hace diez años que es actor de teatro. Fue lo que estudió, siguiendo su
vocación. En todo ese tiempo asistió puntualmente a los ensayos y
actuaciones. Cuando lograba atrapar un ómnibus, viajaba unos treinta
minutos. Si sumamos el tiempo de espera, tenía que contar con alrededor
de una hora.
A principios de cada mes le pagaban su mísero salario, que le alcanzaba
para muy poco. Le pasaba, pues, lo mismo que al resto de los cubanos que
trabajan para el Estado. Tratando de abrirse nuevos horizontes, se
presentó a un casting de la televisión y lo aprobaron para interpretar
un personaje en una telenovela. No era uno de los principales
protagonistas, pero aparecía en la mayoría de los capítulos.
A partir de ahí, lo empezaron a reconocer y saludar. Primero fueron los
vecinos cercanos, que antes no siempre le daban los buenos días. Después
fueron los de barrios más alejados. Lo mismo pasó con dependientes de
los comercios que frecuentaba. Notó a veces que algunas personas ajenas
lo miraban fijamente, como pensando: "A éste yo lo he visto en alguna
parte". Lo mejor fue que muchachas desconocidas comenzaron a sonreírle
en la calle.
A partir de ahí, Ricardo sintió que estaba alcanzando el éxito. "Si sigo
como voy, en la próxima novela voy a ser el protagonista", se dijo.
Pensó que debía cuidar su imagen un poco más, "para no defraudar a su
público", y también para interesar a los directores.
Como ahora se siente ganador, ya Ricardo no quiere que sus admiradores
de uno u otro sexo lo vean en una guagua. Éstas, en su opinión, son para
los perdedores que no han sabido "luchar" y triunfar. Siente que para él
sería una vergüenza que lo vieran en una. Por eso ahora monta en taxis.
Claro, como no cobra en divisas, no aborda modernos carros de alquiler
individuales, cuyas tarifas él no podría afrontar. Lo hace en los viejos
taxis colectivos que siguen una ruta fija. Se trata de los llamados
"almendrones". Son autos norteamericanos de 60 o 70 años atrás, aunque
han sufrido tantas adaptaciones que sus mismos diseñadores no serían
capaces de reconocerlos.
Se les llama "boteros" y cuestan 25 veces más que el ómnibus. Una
carrera importa el salario de un día de trabajo aproximadamente. Esto,
cuando hacen el recorrido habitual completo, porque cuando escasean más
de lo usual, los choferes dicen que no llegan hasta el final, y entonces
hay que pagar doble.
Aunque no son baratos para los sueldos que hay en Cuba, estos carros
particulares que operan trabajadores por cuenta propia tienen mucha
demanda. No resulta fácil montarse en uno, sobre todo temprano en la
mañana, cuando Ricardo va para los ensayos. Como vive a mitad de camino,
por su casa pasan ya llenos, y cuando alguno se detiene para dejar un
pasajero, Ricardo tiene que correr para montarse antes que los muchos
otros clientes potenciales.
En ocasiones logra abordar uno con relativa rapidez, pero la mayoría de
las veces no. Además, como estos carros tienen su ruta fija, lo dejan a
no menos de 11 cuadras de su trabajo. Ese kilómetro tiene que recorrerlo
a pie.
Ya Ricardo extraña los tiempos en que iba colgado por fuera en una
guagua y nadie se fijaba en eso. Cuando podía andar sin peinarse y no lo
miraban. Hasta añora la época en que las mujeres jóvenes no le enseñaban
tanto los dientes. En definitiva, no por ser conocido le han subido el
salario. Así que cuando ellas le sonríen, él se limita a hacer lo mismo,
pues no tiene ni para invitarlas a un helado.
Ricardo pertenece ahora a otra categoría. Él siente que es un ganador y,
como tal, gasta todo su salario en taxis colectivos.
Source: ¿Viajar en guagua o en taxi? CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/mas-noticias/viajar-en-guagua-o-en-taxi/
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