Les damos permiso para lucrar
El castrismo ha admitido, a regañadientes, que cualquier sujeto de
propiedad o gestión no estatal se enriquezca
Lunes, junio 5, 2017 | Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba.- Durante el largo tiempo en que no se permitió la
propiedad privada, e incluso fue mínima la forma de gestión cooperativa,
los gobernantes cubanos eran los únicos actores de la sociedad con
posibilidad de enriquecerse. Ello motivó que a los integrantes de la
nomenclatura les cueste trabajo aceptar la idea de que otras personas
ajenas a la maquinaria del poder puedan también acceder a la riqueza.
Sin embargo, la marcha de los acontecimientos, y hasta la propia
ineficiencia gubernamental en la conducción de la economía, impusieron
la necesidad de que surgieran sujetos de propiedad y gestión no
estatales, los cuales, como es lógico, se esfuerzan por maximizar sus
ganancias.
No obstante, en un primer momento el castrismo apostó por no permitir
que los referidos sujetos acumularan riquezas. La versión inicial de la
Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo
Socialista, en su acápite 104, establecía que "No se permite la
concentración de la propiedad y la riqueza en personas naturales o
jurídicas no estatales conforme a lo legislado, de modo consecuente con
los principios de nuestro socialismo".
A lo anterior se sumaron un grupo de planteamientos radicales emitidos
en asambleas celebradas en todo el país, al estilo de: "que nadie piense
que va a hacerse rico a costa del pueblo", "hay que evitar la
proliferación de nuevos ricos en Cuba", "el trabajo por cuenta propia no
debe dar lugar al enriquecimiento personal de nadie"…
Así las cosas, arribamos a la reciente sesión extraordinaria de la
Asamblea Nacional del Poder Popular, encargada de aprobar la
Conceptualización y otros documentos partidistas, los que fueron
calificados por el gobernante Raúl Castro como "los más estudiados y
discutidos en la historia de la Revolución".
Por la información brindada, todo hace indicar que la concentración de
la riqueza fue uno de los asuntos más debatidos, y que al final colocó a
las autoridades en una verdadera encrucijada: o mantenían la línea dura
contraria a la riqueza y entraban en contradicción con importantes
elementos de la actualización del modelo económico, o cedían ligeramente
en su inflexibilidad y admitían la posibilidad de que algún sujeto no
estatal se enriqueciera, a tal punto de que Marino Murillo lo
considerara "uno de los riesgos más grandes que estamos corriendo.
A la postre, y como se deriva de la intervención del diputado José Luis
Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales
y Jurídicos, prevaleció la segunda consideración: "Reconocer la
existencia de formas no estatales para diversas actividades implica la
generación de determinada cantidad de riqueza. Corresponde entonces al
Estado instrumentar las formas para poder regular esa acumulación de
riquezas".
Es decir, que se admite, aun a regañadientes, que cualquier sujeto de
propiedad o gestión no estatal (cuentapropista, cooperativista o
usufructuario de tierras) se enriquezca, aunque siempre el Estado se
esforzará por regular dicha riqueza.
De más está decir que semejante punto de vista no elimina la
incertidumbre que embarga a muchos de esos actores emergentes. Hay
interrogantes que quedan por responder. ¿Cuál será el nivel de riqueza
permitido? ¿Quién determinará el momento de poner coto a determinada
riqueza? ¿Qué método empleará el gobierno para "regular" la riqueza?
¿Será acaso mediante mecanismos económicos, como los impuestos, o
intervendrán los temibles instrumentos administrativos, como los
cierres, las prohibiciones o las confiscaciones?…
Lo que sí deben de tener claro los jerarcas del castrismo, es que
mientras no desaparezca la desconfianza entre los distintos sujetos
económicos, no se producirá el despegue de la economía.
Source: Les damos permiso para lucrar CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/el-castrismo-da-permiso-para-lucrar/
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