¿Le llegó la hora a las TRD?
De forma silenciosa, un cierre masivo de las Tiendas Recaudadoras de
Divisas está llevándose a cabo en Cuba
Miércoles, junio 7, 2017 | Pedro Manuel González Reinoso
VILLA CLARA.- Sin mediar anuncio previo en ningún medio informativo —que
no sea el de los abatidos administradores que han comenzado a comunicar,
de manera verbal y personal, aislada y paulatinamente a todos sus fieles
empleados con el fin de no provocar alteraciones del orden ni ocasionar
disgustos de barrio que derivasen en caos—, las "cadenas" de Tiendas de
Recaudación de Divisas (TRD) a lo largo y estrecho del país, disponen de
un plazo muy breve para implementar las nuevas medidas "popularísimas"
nacientes del estrellato, porque antes del 30 de junio clausurarán
"definitivamente" sus pequeños locales de ventas minoristas y reubicarán
—si fuera posible— a parte del personal del más viejo escalafón en otros
sitios, el mismo que hasta la fecha co-laboró en su puesto de combate
ordenadamente.
De lo contario, y para la mayoría que resultará lanzada a la calle, no
habrá más esperanza que el soponcio lindante y el patatús, atenidos a la
reputada cláusula del Código del Trabajo aprobado en 2015 que deja sin
derechos ni reclamaciones a los despedidos por "no-idoneidad" u otra
artimaña extirpadora.
Ojos que te vieron ir…
Lo de "definitivo" ha sido insinuado en reuniones privadas con cada uno
de los potenciales traumatizados, pero queda la rendija entornada de que
sobrepasado este trance (que puede ser temporal según de dónde sople el
petróleo que asola a intervalos al islote traducido en forma de
desabastecimientos huracanados), puede que algún nuevo mecenas surja en
el esquivo firmamento, que sea calmo, atrapable y domeñable, y volvamos
a agarrarnos de las bardas por arder de ese vecino pueril. O se acabe la
magicumbia, babosa a más no poder, y hasta haya que traer a casa a Harry
Potter.
Cerca de 10 mil kioscos, puntos y minipuntos de ventas pertenecientes a
las oxidadas cadenas TRD, Cimex-Panamericanas, Caracol, Habaguanex,
etc., esos que resolvían el diario jabón o el escaso aceite de muchos
millares de habitantes/vecinos cuyas lejanías y status personales
impiden el acceso a grandes mercados o tiendas de pueblo, tendrán su
colofón ahora, antes que el "ojo-meneable" y calientico julio asome su
carga de conmemoraciones, banderas e himnos, y haga catarsis con muy
duras peladuras materiales.
De otras desgracias, mejor ni hablemos
Baste mirar las estanterías de estos mínimos espacios abocados a
clausura, la mayoría unipersonales, donde hace meses que las vacas —esa
perseguida vitalidad que desde 2008 impulsara a cuestionarnos el muy
presidencial "vasito de leche"— dejaron de existir con toda su carretada
de derivados frescos o enlatados, se evaporaron para entender que es
imposible mantenerlos abiertos sin emitir mugido audible, ruido de
fluidos gástricos o eructo complaciente, justo cuando el pleno de la
pantagruélica ANPP (Asamblea Nacional del Poder Popular) recién
concluido divulgara otra cosa felicísima.
Entre delirios, jactancias, rodeos y regodeos, el tremebundo plan para
el desarrollo hasta el 2030, trazado al magnificente estilo del
Quinquenal del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética), dio
grandilocuencia a un oráculo sobre el incremento "satisfactorio en todos
los órdenes del nivel de vida" de la población atontada, pues ningún
cierre de puesto laboral que mancillara la estabilidad económica
individual o colectiva y mucho menos a los adheridos al tentacular GAESA
(Grupo de Apoyo Empresarial S.A.) que aún regenta el exyerno del ¿ex?
retirable general, habríase tenido en cuenta.
Preguntados algunos caídos en la "actualizada" desgracia sobre si
existen propuestas para reempleos en el mismo sector "salvador" que les
dispara los 10 CUC mensuales por la cabeza —aunque todo el mundo sepa
que es solo fachada y realmente lo que valga sea la "búsqueda"
subrepticia que allí se majasee—, todos convinieron en declarar, que "si
el sector cuentapropista no nos tira un cabo", entonces se sumarán al
ejército de desempleados que lidera la clase proletaria y marchante del
país. Esa que ni se oye cuando marcha, o se marcha.
¡Todos a engrosar los archivos de la fechoría! Podrían desplegar en las
pancartas.
Porque incluso en las calles, aquellos que se salvaron por el momento de
perder el puesto, se las agenciarán para delinquir y fingir, y buscarán
a sus expelidos para hacerlos desfilar con el sindicato que se inventen,
hasta el de "desviados" modernos o tracatanes clásicos cualquier próximo
Primero de Mayo.
Con el renacimiento mediático del escabullido zar Murillo, atrincherado
tras sus disformes cotorreros de que "no se va a permitir la acumulación
de capital en manos impías" (excepto en las saludables de parentales e
intocables), se presume que estas bifurcaciones chambonas no constituyen
más que propuestas para cautivar a nuestros sempiternos consternados,
excedidos de retraimiento y apoteosis contrarrevolucionarias.
De lo cual se deduce que el ejemplo de los que sobran, será para
economizar (y educar) a nación tan dilapidadora y majadera en asuntos de
desórdenes económicos no previstos, porque lo social ni importa. Así la
malvada "acumulación" se irá a otra parte, no a los misérrimos empleados
de (kiosco y) bolsillo.
Source: ¿Le llegó la hora a las TRD? CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/le-llego-la-hora-las-trd/
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