viernes, junio 02, 2017

El Parlamento se coloca su nueva camisa de fuerza

El Parlamento se coloca su nueva camisa de fuerza
REINALDO ESCOBAR, La Habana | Junio 01, 2017

Con su habitual unanimidad, la Asamblea Nacional del Poder Popular
respaldó este jueves los documentos que el Consejo de Estado sometió a
su consideración. La sesión extraordinaria dio la puntada final a la
camisa de fuerza que el Partido Comunista de Cuba (PCC) deja colocada
sobre el Parlamento y otros órganos de poder para los próximos años.

Desde el miércoles, las comisiones reunidas en el Palacio de las
Convenciones de La Habana manifestaron su apoyo a la Conceptualización
del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y a la
actualización de los Lineamientos de la Política del Partido y la
Revolución para el periodo 2016-2021.

Ante los diputados se presentó la versión definitiva de los textos, tras
un largo proceso de debate que incluyó modificaciones, adiciones y
supresiones. El Tercer Pleno del Comité Central les había dado luz verde
a mediados de mayo y solo faltaba que los miembros de la Octava
Legislatura levantaran las manos para ratificar su apoyo.

En la Constitución de la República, donde se especifican las potestades
del Parlamento, no se establece que los diputados tengan la obligación o
la atribución de analizar documentos emitidos por el PCC ni tampoco que
el Consejo de Estado tenga la facultad para presentarlos ante ellos.

La ausencia de una sana y democrática división de poderes que padece el
país se ha hecho más visible en las últimas horas, con el acto de
mansedumbre parlamentaria que ha significado respaldar desde una entidad
no partidista los documentos emanados desde las estructuras de una
militancia.

Para no denotar demasiado esa confusión en cuanto a competencias, el
oficialismo eligió el verbo "respaldar" en lugar de "ratificar", "votar"
o "aprobar" para lo ocurrido este 1 de junio. En la selección de la
palabra se evidencia el carácter formal de lo ocurrido, pues bajo ningún
concepto los diputados hubieran podido desaprobar los textos.

Si acaso alguien albergaba alguna una duda sobre la autonomía
parlamentaria, el primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel, se encargó
de disiparla cuando este miércoles subrayó que "todo lo que se apruebe
aquí sale como recomendaciones para ser valorado por las instancias
superiores del Partido"·

Cuando el Partido "somete a la consideración" de la Asamblea Nacional
sus pautas programáticas, no se subordina a este órgano supremo del
poder del Estado sino que lo utiliza como ejecutor dócil de su política.
Lo convierte en hacedor de los estrechos límites en los que Raúl Castro
quiere dejar enmarcadas a la clase política del país antes de levantarse
de la silla presidencial en febrero próximo.

No en balde el General subrayó en su discurso de cierre de la sesión que
los textos respaldados permitirán "cambiar todo lo que debe ser
cambiado" pero a "la velocidad que nos permita el consenso". Una
afirmación con la que reitera sus preferencias de que las
transformaciones ocurran "paso a paso" o "paulatinamente", pero en la
que revela también sus temores.

Pero la unanimidad alcanzada en estas dos jornadas tampoco es tan
sólida. En varias de las intervenciones, los diputados evidenciaron la
distancia entre los postulados teóricos que se establecieron como leyes
inviolables en la construcción del socialismo y el momento que vive la
Isla. Bajo la aparente uniformidad subyace el encontronazo entre
entelequia y realidad, planes y resultados.

En varios momentos históricos e instancias nacionales en que se ha
manifestado esta tensión se ha encontrado la salomónica –o camaleónica–
fórmula de seguir diciendo que el país se guía por las doctrinas
marxistas leninistas, pero matizándolas con "nuestras propias realidades
y experiencias".

La prevalencia de la propiedad social sobre los medios de producción y
el ejercicio del poder por un partido único son los dos pilares sobre
los que se sostiene toda la programática dispersa en lineamientos,
conceptualización y programa. Sin embargo, ya no se habla de eliminar la
explotación del hombre por el hombre ni se define como "Comunismo" la
sociedad superior a la que se aspira.

A la Asamblea Nacional le espera otro trago amargo, porque el Partido no
legisla, al menos directamente. El PCC tendrá que encargar a los
diputados que expresen la cuantía de la riqueza que los ciudadanos
podrán acumular y si la redistribución de los recursos generados en las
formas no estatales de producción se hará por el camino de los impuestos
o de las confiscaciones.

En ese momento, los parlamentarios estarán empujados a dar puntadas
estrechas y reforzar con ellas la guía de acción que les deja el
"castrismo". Será la última oportunidad que tenga este órgano del Poder
Popular antes de convertirse en un total ventrílocuo del Partido.

Source: El Parlamento se coloca su nueva camisa de fuerza -
http://www.14ymedio.com/nacional/Parlamento-coloca-nueva-camisa-fuerza-Conceptualizacion_del_Modelo_Economico_y_Social_Cubano_de_Desarrollo_Socialista-Lineamientos_de_la_Politica_del_Partido_y_la_Revolucion_0_2228177168.html

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